Alberto Fernández pasará este domingo de festejo en Bolivia, donde asumirá la presidencia Luis Arce tras el triunfo del Movimiento al Socialismo (MAS). Pero el presidente argentino tiene motivos propios para festejar. Con el dólar ilegal domado, el fallo salomónico de la Corte Suprema, la vacuna rusa al llegar, y el paso del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio al Distanciamiento (DISPO) sin haber saturado el sistema en el AMBA, el gobierno de Alberto Fernández se dispone a abrir una nueva etapa con la mira en el año electoral. Tras recibir la venia presidencial, los gobernadores plantean la eliminación de las PASO y los intendentes, la reelección sin limitaciones. “Vacuna, reactivación económica y unidad”, repiten en los despachos más albertistas de la Casa Rosada, donde el cambio de aire se hace sentir.

La demanda de la suspensión de las PASO la repiten ya al menos siete gobernadores, como Sergio Uñac, de San Juan; Oscar Herrera Ahuad, de Misiones; Gustavo Melella, de Tierra del Fuego; Arabela Carreras, de Río Negro; Juan Schiaretti, de Córdoba; Gustavo Sáenz, de Salta; y el radical Gustavo Valdés, de Corrientes. Una posición similar está evaluando el mandatario de Mendoza, el radical Rodolfo Suárez. En ese contexto, el gobierno pasó de negar la posibilidad, al recordar que depende de una ley que salga del Congreso, a habilitarla bajo el argumento de que para agosto no va a estar toda la población vacunada. Sin embargo, todavía está en duda qué herramienta legal se va a utilizar en el camino, pero fuentes de la Rosada aseguran que si todos los sectores están de acuerdo, la forma se encontrará pronto. Con la habilitación del presidente al reclamo de los gobernadores del PJ pero también de Juntos por el Cambio, la iniciativa tendrá repercusión en sus legisladores en el Congreso. El titular del interbloque opositor, Mario Negri, salió a sentar posición en contra, sin embargo, son los propios legisladores del radicalismo quienes podrían votar a favor. Algo parecido hizo con los intendentes del conurbano a quienes en un acto en Avellaneda les dijo que está de acuerdo con que peleen por derogar la ley que había impulsado Sergio Massa en su alianza con Margarita Stolbizer, que limitaba a dos periodos de gobierno a los jefes comunales. Es que Fernández llegó al gobierno sin tropa propia y es reacio a construir lo que llaman “el albertismo”. Su poder se basa en la institucionalidad de los cargos, la propia, la de los gobernadores y la de los intendentes.

El AMBA

En Olivos y Casa Rosada se respiró tranquilidad, después de muchos meses. El anuncio grabado del presidente sobre el cambio de etapa en relación a las medidas de prevención frente al coronavirus no solo buscó anunciar que los trabajadores no esenciales podrán movilizarse sin autorización en vehículo propio, sino que fue el punto final de una etapa, ya muy flexibilizada, de aislamiento social en el territorio más densamente poblado del país, sin que se saturara el sistema de salud. En la Casa Rosada festejaban que hasta el momento, ningún habitante del país se haya quedado sin atención médica. Destacaban la rapidez del Ministerio de Salud en llevar respiradores y recursos humanos a los lugares que estuvieron al límite, como Jujuy, Mendoza, el gran Rosario y el Alto Valle de Río Negro, pero antes también Chaco y Quilmes. “El plan Detectar fue clave para entrar a los distintos puntos del territorio”, sostenían.

La buena nueva de la vacuna Sputnik V está acompañada con la posibilidad de que 650 mil dosis de la desarrollada por Pfiser llegue en enero para ser aplicada al personal de salud. Otra novedad positiva se sumó este sábado: el gobierno firmó un acuerdo con AstraZeneca para el suministro de 22 millones de dosis de su vacuna en la Argentina.

La cantidad de población vacunada es clave a la hora de reactivar sectores económicos deprimidos por la pandemia, como el turismo y el transporte. Por lo pronto, desde el gobierno analizan de manera positiva algunos indicadores de recuperación económica como la recaudación de la AFIP, pero también de las tasas municipales o la inversión en el sector automotriz que fue de cinco millones de dólares.

La región

Argentina fue uno de los pocos países en el hemisferio en desconocer al gobierno dictatorial que se implantó hace un año en Bolivia. De hecho, fue la decisión política, pero sobre todo operativa, de albergar a Evo Morales la que evitó el magnicidio del líder boliviano tras el golpe. En parte, esa movida organizada por Fernández y su par mexicano Andrés López Obrador puso en mejores condiciones a Bolivia para llevar adelante las elecciones que terminaron con el partido de Evo Morales nuevamente en el poder. A esto se suma el referendo de Chile que desterró para siempre la Constitución pinochetista, y el aislamiento de Jair Bolsonaro tras la salida de Donald Trump de la Casa Blanca. Este fin de semana, tras la asunción de Arce, Alberto acompañará a pie el reingreso de Evo a su tierra a través del paso de La Quiaca a Villazón. Un país vecino recupera la democracia y Argentina tuvo mucho que ver en eso. Hay razones para festejar. 

Saludo a Biden y Harris

El presidente Alberto Fernández felicitó, a través de su cuenta de la red social Twitter, «al pueblo estadounidense por el récord de participación en las elecciones, una clara expresión de la voluntad popular» y saludó a Joe Biden, «próximo presidente de los Estados Unidos» y a Kamala Harris, que «será la primera vicepresidenta mujer de ese país».
En la misma línea, Cristina Fernández de Kirchner, en su rol de vicepresidenta argentina, saludó a la fórmula triunfadora de las elecciones estadounidenses. «Finalmente pudimos conocer la voluntad del pueblo estadounidense. Felicitaciones a @JoeBiden, presidente electo, y a @KamalaHarris, primera mujer electa como vicepresidenta de los Estados Unidos», escribió en Twitter. «