Vacunas, cuidado del aparato productivo, medicamentos gratis y obra pública son los ejes de la campaña centrada en la gestión que están elaborando los dirigentes bonaerenses del Frente de Todos para lograr un triunfo contundente en la Provincia de Buenos Aires. El objetivo es que eso permita agrandar el sustento político en las cámaras legislativas al Gobierno nacional y provincial. Los dirigentes de la llamada “mesa de los lunes” en la Provincia saben que la unidad es garantía de triunfo. En tanto, los nombres de las listas todavía están en definición.

El peronismo se prepara para enfrentar su primera elección en pandemia, lo que limita al movimiento de su tradicional metodología de campaña territorial, con recorridas y actos masivos. En parte, también por eso surgió esta mesa cuyo objetivo es delinear el discurso y la estrategia.

Las reuniones empezaron hace dos meses, con una conformación tripartita: los ministros Gabriel Katopodis y Eduardo “Wado” De Pedro y el presidente del bloque oficialista en Diputados, Máximo Kirchner. Luego, se sumaron el gobernador Axel Kicillof y Sergio Massa, titular de la Cámara baja. En las últimas reuniones, también estuvieron Santiago Cafiero y Jorge Ferraresi, hombres del conurbano, pero también del Gabinete nacional. A veces se han sumado los intendentes Martín Insaurralde de Lomas de Zamora y Fernando Espinoza de La Matanza.

En esta “mesa de los lunes” no se discuten, por ahora, los nombres que andan dando vuelta para integrar la lista bonaerense de candidatas y candidatos a legisladores nacionales. Si bien ya hay un par de “anotadas”, primero, según explicaron fuentes del espacio a Tiempo, “hay que ordenar el discurso”. Es que el gobierno nacional tomó nota del impacto de algunas de sus políticas públicas implementadas al comienzo de la administración Fernández, como la entrega de medicamentos gratuitos para jubilados y jubiladas a través del PAMI. Su directora, Luana Volnovich, descartó esta semana en declaraciones radiales que quiera dejar el cargo para encabezar la lista de diputadas por la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, es una opción que no se descarta del todo.

En la misma situación está su compañera de organización política en La Cámpora, y directora de la Anses, Fernanda Raverta. Otros dos nombres que suenan para el primer puesto en la boleta son Victoria Tolosa Paz, titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales- y Malena Galmarini, al frente de AySA. Los candidatos varones que se intercalan en las listas de manera paritaria por ley, por ahora, son el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y el embajador en Brasil, Daniel Scioli. Sin embargo, esta danza de nombres es dinámica y no se descartan sorpresas.

“Lo primero que teníamos que hacer era ordenar la política, la campaña y la gestión vienen después de que se establecen los objetivos”, explica una fuente cercana a uno de los integrantes de esa mesa. “Era necesario tener un ámbito donde discutir, problematizar, pensar y ejecutar” abunda. La composición de esa mesa semanal expresa los distintos sectores del peronismo en la provincia y genera, según explicaron, “cohesión y la elaboración de un discurso más ordenado que depende de la política y no del marketing publicitario”.

Uno de los ejes que tienen en claro los dirigentes de esta mesa bonaerense es que, según sintentizaron, “el Frente de Todos es más que la suma de sus partes”. Por eso, la unidad no se toca. “Primero fue la unidad para ganarle a Mauricio Macri y ahora es para poner el país en pie con la vacunación, por un lado, y la reconstrucción económica post pandemia, por el otro”, señalan.

Es que sólo con el “discurso ordenado” no alcanza. En ese contexto, Kicillof fue el encargado desde el ejecutivo bonaerense de avanzar con la producción y aplicación de la vacuna. El anuncio de la compra al laboratorio indio de diez millones de vacunas, con opción a cinco más, ubica al país en las puertas de la salida final de la pandemia.

Otro de los elementos concretos que se aportan desde la gestión a la campaña es la obra pública, Ministerio desde el cual recuerdan que cuando se fue Macri había una deuda de 35 mil millones de pesos y apenas 250 obras en todo el país, de las cuales el 70% estaban paradas, en contraposición de las 1400 actuales en construcción en plena pandemia en todas las provincias, gobernadas por el oficialismo y la oposición. «El peronismo en el gobierno es el que va a garantizar los programas de asistencia social y que los programas económicos se vayan cumpliendo», sintetizó este sábado el ministro Katopodis.