Rodeada de un enjambre de periodistas, la candidata a senadora nacional de Cambiemos por la Capital Federal, Elisa Carrió,  votó a las 17.08 en la escuela Nº3 Onésimo Leguizamón, de avenida Santa Fe 1510 y, como era previsible, debió responder preguntas sobre sus polémicos dichos sobre el destino de Santiago Maldonado en los días previos al hallazgo de su cuerpo.

“Lo que dije de Santiago fue de buena fe”, sostuvo Carrió , luego de confesar: “Uno no puede estar feliz, pero estoy tranquila y con la conciencia en paz”.

Carrió, quien en las PASO porteñas logró un 50% de votos y se impuso cómodamente por sobre sus adversarios de Unidad Porteña, Evolución, 1País y el FIT, dijo que había tomado un café con el presidente Mauricio Macri y que luego descansó: “La noche seguramente va a ser muy larga”, anticipó.

Cuando se la consultó sobre cómo transcurrió su última semana, en medio de las noticias sobre Maldonado, Carrió respondió: “Como siempre, durmiendo y rezándole a Dios”. De inmediato, dijo que sus frases habían sido de buena fe y pidió perdón si había herido a alguien.

“Había una mínima posibilidad (de que Maldonado estuviera vivo y en Chile), yo confiaba en esa posibilidad, lamentablemente no fue posible”, sostuvo, y pidió que no se interprete que estaba haciendo un uso político del tema. “Rezo por él, Dios lo tiene en sus manos”, concluyó.