Alex de la Iglesia vuelve con una serie sobre la Expo ’92 en tono de thriller

El cineasta español Alex de la Iglesia vuelve a las andadas esta vez en formato serie. Mini, pero serie al fin. El viernes 13, fecha cara al Día de la Bestia si los hay, Netflix lanzó 1992, una historia que escribió junto a Jorge Guerricaechevarría, su coequiper en el guion desde sus inicios allá en 1990 con el cortometraje Mirindas asesinas. 

La historia se ambienta en la Exposición Universal de Sevilla 1992, popularmente conocida como Expo ‘92, aunque mejor es decir que se trata de una historia contemporánea que remite a aquel tiempo que, según el propio director, “sigue siendo algo como legendario que ocurrió en una época indeterminada” del pasado de España.

“Incluso yo lo recuerdo como un momento entre mágico y terrible, con noticias espantosas, aquel barco que se hunde, de pronto se incendia un pabellón… (imagen que aparece en la serie). Era todo muy, muy angustioso y, al mismo tiempo, cuando salió todo adelante fue mágico”, dice el director de El día de la bestia o La comunidad.

Y para quien haya visto o esté por ver Argentina ‘78 y crea que esos estados de convulsión colectiva cercanos a la demencia sólo ocurren en el país de Maradona, De la Iglesia nos recuerda que es un mal universal: “Yo sentía que teníamos una responsabilidad muy grande como ciudadanos. Decía: Por favor, que salga bien, que demos una imagen buena de España”. 

La trama que narra De la Iglesia

La historia, que se cuenta en seis episodios, se dispara con un asesinato y la aparición de un Curro, que fue la mascota oficial de la Expo. A partir de allí, Richi y Amparo, interpretados por Fernando Valdivielso y Marian Álvarez, con su investigación exhumarán aquel tiempo que para el disruptivo director vasco fue todo un punto de inflexión en la historia contemporánea de España que festejaba los 500 años de la llegada de los españoles a América y anticipaba la celebración del resurgimiento de Europa con el inicio de la Unión Europea que entraría en vigencia en noviembre de 1993. “No es un biopic ni una serie de época -define De la Iglesia-, es un producto absolutamente de ficción que refiere a los sueños o a los recuerdos que tenemos de la Expo”.