El freno a las excarcelaciones mantiene el peligroso escenario de superpoblación, sobre todo en el sistema penitenciario bonaerense.

Desde fines de 2015, la cantidad de presos en las unidades federales comenzó a crecer de manera sostenida: de 10.323 presos, la cifra trepó a 14.314 a junio del año pasado, un 39% más. La Procuración Penitenciaria Nacional (PPN) elaboró un informe ante la pandemia en el que precisó que a abril de este año, el número bajó a 12.743.
Al mismo ritmo que la pandemia avanzó en el país, se multiplicaron los reclamos de los presos, sus familiares y los organismos de derechos humanos, que exigen mayores medidas de seguridad e higiene para paliar el hacinamiento y, como premisa fundamental, la posibilidad de morigerar las penas para aquellos detenidos por delitos leves y que estuvieran cerca de recuperar la libertad.
Puertas adentro del penal federal de Villa Devoto, donde el 24 de abril hubo una fuerte protesta, se detectaron 8 contagios de coronavirus entre los presos. Sin embargo, el récord de casos se da en la Unidad Penal N° 1 de Corrientes (ver aparte).
En el ámbito del Servicio Penitenciario Bonaerense, colapsado por donde se lo mire, la situación no mejor: la sobrepoblación araña el 110 por ciento. Con 23.000 plazas de capacidad, hay alojados 49.000 presos.
A mediados de abril, Julián Arakaki, de 49 años, preso en la Unidad 42 de Florencio Varela, se convirtió en el primer preso con coronavirus del país. Paciente crónico renal, se habría infectado en el Hospital Presidente Perón, de Avellaneda, donde acudía tres veces por semana a hacerse diálisis. Ha habido otros tres casos de empleados infectados: un escribiente del penal de Melchor Romero, en La Plata; un agente penitenciario en Campana; y otra uniformada en Olmos, detectados a tiempo.
Con todo, las cárceles siguen siendo una bomba de tiempo a punto de detonar, azuzada por la campaña mediática que puso freno a la excarcelación de presos por delitos leves y en situación de riesgo que ante la amenaza del coronavirus se da en sistemas penitenciarios de casi todo el mundo.
Corrientes, caso testigo
Toda Corrientes registra 78 casos positivos de coronavirus, de los cuáles 40 permanecen activos: más de la mitad, 24, son presos de la Unidad Penitenciaria 1 de la capital provincial, donde el 21 de abril fue asesinado el detenido José María Candia, de 22 años, en medio de un despliegue represivo ante una protesta de los internos. Su cadáver tenía siete postas de gomas y tres perdigonazos de plomo.
Los peores presagios se hicieron realidad días más tarde, cuando al menos un agente penitenciario dio positivo. Puertas adentro, el virus ya se había esparcido. Del hisopado a 96 detenidos que habían tenido contacto con el caso cero, 24 estaban infectados.
El presidente Javier Milei convocará a sesiones extraordinarias del Congreso Nacional. En el Presupuesto 2026…
El gobierno propuso un nuevo esquema que acota el universo de beneficiarios y los niveles…
El principal partido opositor se prepara para las sesiones extraordinarias convocadas por Milei. La lectura…
Los analistas creen que en noviembre se dio el pico de los últimos meses y…
El 9 de diciembre de 1985, la Cámara Federal dio por probado el plan criminal…
La conducción de la UIA relativiza el cierre de plantas con el argumento de que…
En septiembre, el hijo del nuevo Señor 5 viajó con recursos de la SIDE a…
El documental de Ulises Rosell, "Presente continuo", acompaña el vínculo entre un joven con trastorno…
"El único objetivo de las denunciantes es que no siga victimizando", dijo la abogada Perugino…
La Casa Blanca presentó la Estrategia de Seguridad Nacional 2025 con un detalle de la…
Argentina gasta 301 millones de dólares para comprar 24 F16 de fabricación estadounidense que Dinamarca…
Como Diego en 1994, Leo jugará su última Copa en Estados Unidos en 2026. Los…