El actor es una de las piezas claves de "Vrutos", el flamante film de Miguel Bou cuya historia se desarrolla enteramente en Lugano. Peleas callejeras, venganzas, y lealtades profundas que se desprenden de un sistema que produce vulnerabilidad extrema y alimenta la violencia.
Se trata de un film que toma como escenario las calles del porteño barrio periférico de Lugano 1 y 2, con sus característicos monoblocks de fondo, y que relata una historia marcada por la escalada de violencia entre distintos bandos sociales, a partir de la cual quedan al descubierto las desigualdades, las faltas de oportunidades y, también, la lealtad entre pares.
La película se centra en Brian (Gregorio Barrios), un joven de 19 años, cuyo contexto social no le da otra alternativa que delinquir, a pesar de los infructuosos intentos de reencausarlo de su padre Marcelo (Dante Mastropierro), quien pretende dejar atrás un pasado fuera de ley.
En el universo del joven se entrecruzan amigos del barrio, una novia (Ceci Colz) y su padrino El Negro (Diego Alonso), antiguo compañero de andanzas de su padre quien, a diferencia de este, parece aceptar lo que considera su destino y se mantiene en actividad.
El conflicto principal aparece cuando Brian tiene un altercado con un grupo de rubgiers en las afueras del barrio, lo que da inicio a una búsqueda de venganza mutua que irá en ascenso e involucrará a todo el ecosistema que aparece en el film.
“Miguel tenía la idea de contar lo que es el barrio de Lugano, un lugar que conoce mucho y desde temprana edad, porque se crió ahí. Después, cuál es el tema central de la película es una cuestión periodística”, puntualiza Diego Alonso a Tiempo, quien evita de esa manera trazar un paralelo entre Vrutos y la realidad social argentina, más allá de los inevitables puntos de contacto.
Y argumenta al respecto: “Esta película la hicimos en el 2023 y Miguel la tenía escrita desde 2021 o 2022. No hay que pegar las cosas porque no se trata de una revista que se escribe hoy y sale mañana, en donde podés hablar de una realidad que está instalada. Hay que entender que la política y el momento social del país no tienen nada que ver con el cine. El cine es otra cosa: es un arte. Me parece horrible que quieran confundir. A la política dejala donde está que ya bastante daño hace”.
Las palabras despectivas hacia la política de parte del actor aparecen a semanas de su desesperado pedido de ayuda por los incendios en la Patagonia, que lo afectaron de manera directa al perder su casa de El Bolsón, en donde reside cuando las obligaciones laborales no lo atan a Buenos Aires.
En esa ocasión, Alonso denunció a través de redes sociales y varios medios que el fuego era intencional: pidió colaboración económica para los bomberos voluntarios y pobladores; y despotricó contra el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich, a cargo del Servicio Nacional del Manejo del Fuego, por su inacción.
Más allá de su negativa a relacionar la película con la realidad social, el actor da indicios en la charla con este diario de algunas lecturas posibles a partir de la historia relatada, en la cual resulta insoslayable una comparación con el resonado caso de Fernando Báez Sosa.
“Fijate que en la película no aparece nunca ningún policía, ni una sirena, nada. Esa es una realidad social. Se habla de los rugbiers porque lo viste en los noticieros, pero no se habla de que la policía no está en los momentos que tiene que estar. Eso es lo que hay que leer dentro de la película”, expresa.
“El juego del guion también está en que demuestra cómo es la Justicia, que está al servicio del que tiene plata. Esa es una realidad muy marcada en nuestro país. Los que no tienen plata, si van en cana, no salen más. Yo hice un programa de cárceles mucho tiempo y no encontré nunca ahí adentro a un político o alguien de plata. Son todos pobres. Es el pobre el que siempre va a ir en cana en este país”, amplía.
Lo cierto es que una primera mirada a Vrutos también remite a la corriente que a finales de los ’90 se conoció como “nuevo cine argentino”, con estéticas y temáticas hiperrealistas, que daban cuenta de una degradación social. En este caso, el uso del blanco y negro, y el escenario elegido operan como rasgos distintivos.
Alonso sienta una postura al respecto que toma distancia de esta consideración: “Yo creo que el cine, después de eso que se llamó ‘nuevo cine argentino’, volvió a su forma original, retrocedió adonde estaba. De vez en cuando te encontrás con una peli así, pero hoy el cine es para otra cosa: para vender pochoclos. No creo que esta película sirva para vender pochoclos”.
“El escenario claramente ayuda porque hay gente que ve los monoblocks o una cárcel y se enamora del lugar. Cuando hicimos Tumberos, nos metimos en la cárcel de Caseros y el lugar en sí ya te contaba muchas cosas. Acá, que haya monoblocks te da una impresión como que algo se cocina ahí adentro, pero no creo que a alguien que viva ahí le llame la atención el lugar”, añade.
La presencia en pantalla de Alonso y Mastropierro, a lo que se suma la de Franco Tirri en un papel menor, el recordado “Chiqui” en Okupas, podría reforzar la teoría de estar en presencia del regreso del “nuevo cine argentino”: sobre todo porque la serie fue una suerte de correlato televisivo de esa corriente. Pero una vez más, como un refutador de leyendas, el intérprete se encarga de separar los tantos.
“No encuentro ninguna relación entre mi personaje en esta película y ‘El Pollo’, y tampoco la encuentro entre Vrutos y Okupas. Entiendo que los que vieron la serie y ahora nos ven juntos a Dante y a mí, se les caiga la baba, pero es un problema de ellos, no nuestro. Además, Dante y yo trabajamos mucho juntos e incluso hacemos juntos un streaming, que se llama Malos conocidos y se transmite por Youtube”, advierte.
“Lo que pasa es que no fueron cosas que hayan sido muy vistas, como esto que, además, me entusiasma que se vea en cines. Ver una peli en cine no es lo mismo que en tu casa, por más tele grande que tengas. Está bueno eso”, concluye Alonso. «
Dirección y Producción Ejecutiva: Miguel Bou. Dirección de Fotografía: Fernando Rodríguez.
Elenco: Diego Alonso, Dante Mastropierro, Gregorio Barrios, Lucas Tresca, Franco Tirri, Matías Apostolo, Federico Femia, Ceci Colz. Estreno: 6 de marzo. En cines.
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