Los felicitó por "haber bancado" la política del Gobierno. Las cadenas pidieron dólares para ampliar las importaciones y generar más "competencia" con los proveedores locales.
Tiempo anticipó la semana pasada que los comercios minoristas esperaban que los fabricantes de productos de consumo masivo entregaran nuevas listas de precios en los siguientes días.
El ministro Luis Caputo encabezó el encuentro en el que realizó una arenga al pedirle a los supermercadistas que «no aflojen», al tiempo que explicó la «tercera etapa» del actual proceso económico, marcado por la modificación del régimen cambiario (el reemplazo del «crawling peg» o devaluación mensual del 1% por la flotación del dólar entre $ 1000 y $ 1400).
Según Caputo, la estabilidad del dólar en la parte baja de esa franja, más la habilitación al público en general para que use sus dólares en las transacciones cotidianas, hará que la «inflación colapse».
Caputo advirtió a los representantes de los supermercados que afecta «a todos los argentinos» la política comercial que aumenta los precios «por las dudas» y que luego, como no hay ventas, realiza promociones.
Según un comunicado del Ministerio de Economía, «los representantes de los supermercados afirmaron que no están convalidando aumentos de precios y plantearon la necesidad de fomentar la competencia, mientras que el titular de Economía expresó que su equipo económico está abierto para que surgieran las propuestas que consideren necesarias».
La alusión a la «competencia» del comunicado oficial hizo referencia al pedido de las cadenas comerciales de que se les permita ampliar la importación de productos «para competir con los proveedores locales». Este pedido llega después de la eliminación de la Ley de Góndola, que forzaba la competencia al obligar a los supermercados a darle espacio en las góndolas a las ofertas de las pymes.
El gobierno aseguró que habrá dólares para todos los que quieran traer más productos del exterior, de allí toda la explicación inicial de Caputo acerca de la posición del dólar en la economía.
Como señaló Tiempo, el gobierno sostiene el diálogo directo con las grandes cadenas de supermercados del país, que concentran el 30% de las ventas, pero ningunea al resto de los comercios minoristas, los autoservicios y los almacenes, que se abastecen mayoritariamente en los comercios mayoristas y sobre los cuales no hay presiones para que sostengan precios estables. En ese sector del comercio minorista se reciben listas con precios nuevos y no hay reclamos oficiales.
Nuevamente, con estas acciones, el gobierno pone en evidencia que el problema de la inflación no es, como suele decir, un asunto monetario en todo tiempo y lugar. Es claro que apuesta a que el derrumbe del consumo funcione como un ancla de la inflación y que los supermercados mantengan precios bajos para acompañar ese proceso.
Estuvieron presentes representantes de Carrefour, Cencosud, Chango Más, Coto, Día, y de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).
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El balbuceante y esquivo Caputo, trata de justificar su proteccion a los formadores de precios de los alimentos, la mayoria multinacionales extranjeras, rogandole a los intermediarios que resignen margenes.