El gobierno posterga tarifazos en luz, gas y combustibles para después de las elecciones

La carrera electoral 2017 entró en la recta final y los tarifazos son un choque que el gobierno busca esquivar. Así, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, cobró un rol clave como piloto a la hora de dar volantazos para evitar el impacto de las subas tarifarias de luz, gas y combustibles en el humor social.

En la última semana se destacó la maniobra del ministro para sortear las elevadas boletas invernales de gas, que se pagan en septiembre y octubre. La decisión oficial es que se cobrará en ese período el 50% de la factura. Luego, se cobrará el otro 50%, en dos cuotas, junto con las facturas de noviembre y diciembre; es decir, después de las elecciones.

Isaac Rudnik, director de la ONG Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), dio su opinión a Tiempo: «Es una maniobra electoral demasiado evidente. Tratan de menguar el efecto del aumento. Si bien las facturas siguientes sumarán a las cuotas el nuevo aumento, juegan con que el consumo de esos meses será menor al del invierno», analizó.

Osvaldo Bassano, presidente de la Asociación por la Defensa de los Derechos del Usuario y los Consumidores (ADDUC), señaló: «Es una falta de respeto al consumidor. Desde 2015 a la fecha, luz, gas y agua han tenido aumentos que van desde el 1000 al 1500 por ciento. Es tomarles el pelo a las personas, ponerlas en un entredicho y generarles un problema económico que no se resuelve con dos cuotas».

En materia de electricidad, Aranguren supo ser más previsor. En febrero, anunció una suba del 98%, pero dividido en cuotas: 42% en ese mes; 19% en noviembre próximo y 17% en febrero de 2018. El resto (un 20%) se pagará todos los meses a partir de febrero de 2018, mes en el que empezará a regir, además, el próximo aumento.

La selección de noviembre para la segunda cuota del tarifazo eléctrico despertó suspicacias desde el primer momento, sobre todo si se tiene en cuenta que el lapso que va entre febrero y ese mes no guarda relación alguna con el esquema semestral de revisión tarifaria que se aplica para el gas o para la electricidad.

Para Bassano, luego de las elecciones «aumentará también el combustible y el transporte, que lo siguen reteniendo, pero que va a llegar». Rudnik dijo en ese sentido que «seguramente, aumentará el combustible después de octubre. Pero el gran aumento que se viene es en transporte, que fue contenido durante el año».

El aumento en transporte estuvo a punto salir a la pista en abril de este año, pero a último momento el gobierno puso el freno de manos. Bassano advirtió además que «los aumentos en combustibles y en los servicios públicos se van a trasladar a otras actividades; por ejemplo, a los alimentos».

Mariano Lovelli, titular del Centro de Estudios para la Promoción de Igualdad y Solidaridad (Cepis), expresó: «Amén del ángulo electoral, esto forma parte de un esquema deliberado del gobierno para que la gente no entienda bien qué está pagando. Hay aumentos cada seis meses, te lo dividen en cuotas, te fraccionan las facturas… todo es parte de un esquema de confusión, para así evitar la discusión de fondo.»

Para resumir su postura, Lovelli graficó: «Pasamos de pagar las vacaciones en cuotas a pagar los servicios en cuotas».

Con respecto a los combustibles, Argentina tiene un precio local que se actualiza cada tres meses, hasta 2018. El próximo (y último) aumento sería en octubre, pero Aranguren adelantó en la semana: «Creemos que hoy están dadas las condiciones para que se liberen las relaciones entre oferta y demanda y que sea el mercado el que defina cuál es el precio». Para la definición, habrá que esperar a octubre. «