El no tan secreto encanto de la narrativa islandesa

Por: Belauza

Trapped protagoniza un éxito poco esperado que atravesó diversos puntos de la geografía mundial. De la mano de Netflix le llegó el turno a la Argentina.

Desde la ampliación de la circulación de las series por obra y gracia de Internet pero más masivamente por la llegada a los hogares de plataformas de streaming, cada vez son más las propuestas que permiten encontrar heterogéneas realidades sociales. Tal vez por eso la serie Trapped (pergeñada desde todo punto de vista en Islandia) no deja de sorprender a propios y extraños. Se trata de una historia que transcurre en Siglufjordur, una microbiótica localidad islandesa que, al mismo tiempo, incluye rutas marítimas de países tan disímiles como China y los Estados Unidos. Semejante diversidad no hizo más que cosechar millones de fanáticos en Francia, Inglaterra e Islandia –claro–, fanáticos del nordic noir –como se conoce a las series policiales provenientes del extremo norte de Europa– y curiosos en general. De la mano de Netflix el entusiasmo por Trapped ahora también se multiplica en la Argentina. 

Allí en Siglufjordur, mientras políticos y empresarios están a punto de cerrar el gran negocio para la construcción de un puerto financiado por China, un ferry danés con 300 pasajeros debe detenerse por un desperfecto, horas antes de que se desencadene una de las típicas tormentas de nieve que se sabe cuándo empiezan, pero jamás cuando terminan. A punto de desembarcar pasajeros y tripulación –mientras dura el arreglo del ferry–, un cuerpo mutilado es encontrado por la policía local, por lo que nadie puede bajar hasta que la policía especializada de Reikiavik llegue a hacerse cargo de la investigación, algo que no sucederá al menos por unos días: la tormenta impide cualquier vuelo. Asesino, ciudadanos de a pie, pasajeros y tripulación, cuerpo policial, todos y cada uno están atrapados en Siglufjordur. 

Desde ese capítulo que abre la historia a manos del director de cine estrella de Islandia, Baltasar Kormákur (en la dirección de las hollywoodenses Everest y Dos armas letales), la serie respetará a rajatabla los códigos del relato del cine negro, que al ritmo de la investigación de un asesinato (algo por demás extraño en un país con una población que no alcanza los 350 mil habitantes), sacará a luz los conflictos que recorren todas las relaciones de los habitantes del pueblo, que por falta de un hecho de alto impacto que los mueva de su cómoda quietud, nunca se revelan. 

Rodados los exteriores de sus diez capítulos en febrero de 2015 (y buena parte de los interiores también), el inhóspito clima de Seydisfjoduk multiplicó por seis los costos habituales de una serie islandesa, que oscila entre los 700 mil y el millón de euros por capítulo. Tamaña inversión, como por no podía ser de otra manera –por el riesgo que significaba– corrió por cuenta de la televisión pública islandesa, cuyas autoridades quisieron festejar el 50 aniversario de la RÚV con una ficción de envergadura que pusiera a Islandia también en el mapa mundial de las series. Así fue que llamaron al consagrado Kormákur y le dieron un cheque en blanco. Kormákur pergeñó esta fantástica serie que se reconoce en otras estrellas escandinavas como la sueca The Killing (Forbrydelsen) y la sueco-danesa The Bridge (Bron/ Broen), como también en Fargo (mucho más allá de la nieve). 

Kormákur entendió que era la oportunidad de mostrar que en Islandia a los humanos les pasa lo mismo que en el resto del planeta, con la peculiaridad del clima, que se convierte en un personaje más. Su policía de provincia goza del mismo desprecio que cualquiera de sus pares norteamericanos –por citar una región–, a su comisario el orgullo por mostrar su valía le hace brotar una sagacidad original y su menospreciada –no por él– ayudante, muestra sus virtudes invisibilizadas. Lo mismo que en el resto del mundo, pero funcionando de otra manera. Poner en juego eso con la singularidad de su región y sus habitantes es lo que hace tan pero tan atrapante a Trapped. «

Compartir

Entradas recientes

Calor y llegan las nubes: cómo viene el clima para el finde largo

El Servicio Meteorológico Nacional anticipa clima inestable y todavía mucho calor este sábado. Bajan las…

29 mins hace

Una medida del Gobierno consolidó el cientificidio: «Es una estrategia al revés del mundo»

Tras dos años sin respuestas, la Agencia I+D+i dio de baja los Proyectos de Investigación…

57 mins hace

Brutal represión policial a trabajadores bancarios en Tucumán

Fue durante una protesta contra malos tratos en una sucursal del Banco Patagonia en la…

11 horas hace

Milei convoca a sesiones extraordinarias para tratar Presupuesto, Inocencia Fiscal y reforma laboral

Lo anunció el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, vía redes sociales.

12 horas hace

Crimen de Samuel Tobares: «No vamos a parar hasta tener justicia»

Dos policías de Córdoba continúan detenidos por el crimen de un joven de 34 años…

12 horas hace

Firman convenio contra la violencia institucional y prevención de la tortura

Desde el Observatorio Contra la Violencia Institucional y Prevención de la Tortura de la CTA…

13 horas hace

Sin pruebas, absolvieron a todos los acusados en el juicio del «Fútbol para Todos»

En el fallo, la justicia determinó falta de documentación y ausencia de una adecuada valoración…

13 horas hace

El acuerdo con Estados Unidos, ¿hará a Argentina grande?

El anuncio del Acuerdo Comercial y de Inversiones entre Washington y Buenos Aires profundiza aún…

14 horas hace

INTI: tras el corte en la General Paz, trabajadores se reunirán para seguir la lucha

Los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) reclaman la reapertura de paritarias, con…

15 horas hace

Así quedaron definidos los grupos del Mundial 2026

En el sorteo que se realizó en Washington se definió el camino que realizarán los…

16 horas hace

Argentina ya tiene rivales para defender el título en el Mundial 2026: Argelia, Austria y Jordania

El debut de la Selección será ante Argelia. Además, enfrentará a Austria y Jordania por…

17 horas hace

«Vemos un cambio en el discurso antivacunas: era conspiranoico y ahora apela al individualismo»

Los investigadores Valeria Edelsztein y Claudio Cormick, estudian movimientos negacionistas desde hace años. "Es absolutamente…

17 horas hace