
Pero si fuera del campo de juego -y más allá de las fiestas argentinas y marroquíes en las tribunas- parece un Mundial en el lugar erróneo por lo desapasionado, Qatar 22 es un Mundialazo sobre el césped. Es cierto, puede haber chantaje sentimental a partir de los triunfos: ¿cómo no va a ser hermoso un Mundial en que el Lionel Messi brilla y se ensucia y en el que la selección hace honor a una frase de José Saramago, aquella de «adentro de nosotros hay algo que no tiene nombre, y eso es lo que somos»? La selección 2022 tiene algo adentro sin nombre y eso es lo que es. Salvo Messi y Di María, el resto no forma parte de la primerísima plana de clubes europeos y qué importa, si eso sin nombre lo lleva más allá de los límites -y ahí está el ejemplo de las estrellas brasileñas-.
Pero aclarado eso, también es un Mundial que tiene a Marruecos semifinalista y que mostró a Japón verdugo de España y Alemania, y a los africanos y asiáticos metiéndose donde antes no podían, y a partidos que terminan al borde de la arritma y al reconocimiento de quienes solo ven fútbol cada cuatro años del poder de seducción de este deporte: «No pensé que iba a sufrir tanto por fútbol».
Con Italia 90 pasó algo similar: fue, desde un punto -el del juego-, un Mundial feo, al punto que la FIFA empezó a cambiar las reglas (tres puntos por triunfo, sin pase al arquero, fair play, más cambios). Pero desde el otro fue el Mundial de la emoción por Maradona y sus legionarios, como los Bad Boys de los Detroit Pistons, como la actual Argentina de Qatar 2022 -que, claro, juega mejor-.
Son días de verano en que millones de argentinos y argentinas salen a las calles tras cada triunfo, necesitados de festejar, sí, pero también entregándose o descubriendo el maravilloso poder del fútbol: que regala alegría, también en el peor y mejor Mundial. «
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Excelentes reflexiones, Andrés! Y si ademas del excelente fútbol que está desplegando nuestra selección y nuestros dos grandes ídolos (el Diego haciendo Lío desde allá arriba) la suerte (siempre imprescindible) nos acompaña, y nos traen la Copa del Mundo, soy el primer anotado en la lusta para comprarte el libro que, sin duda, vas a escribir!!!
Andrés! Buena mirada de este fenómeno que sufrimos cada 4 años.
Muy linda nota, sin dudas es un mundial de gran nivel de juego, de los mejores que he visto.