Fake news y democracia

Por: Gustavo Sain

En tiempos de mayor sensibilidad social, el especialista analiza la penetración de las noticias falsas en la sociedad.

Para la Organización de las Naciones Unidas, la libertad de información puede definirse como el derecho a la información pública que se encuentra en manos de organismos gubernamentales. Es una parte integrante del derecho a la libertad de expresión, establecido por el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ese derecho conlleva la obligación que la información sea veraz, para que el ciudadano pueda formar sus opiniones de manera certera y sin distorsiones dentro de un sistema democrático.

Desde días previos al aislamiento social obligatorio establecido por el gobierno, una serie de noticias falsas o “fake news” se viralizaron por redes sociales, sistemas de mensajería instantánea y sitios web sobre supuestas comunicaciones oficiales relacionadas con el virus COVID-19. Las mismas referían a las personas “beneficiadas” para realizar cuarentena, otorgamiento de subsidios varios, excepciones impositivas para sectores productivos y un supuesto colapso de Internet a nivel nacional, entre otros.

Hasta mediados de la década de 1990 cuando Internet no era pública, los medios masivos de comunicación monopolizaban no solo la producción de noticias sino también las comunicaciones oficiales. A diferencia de lo que sucedía en la era analógica donde las personas ocupaban el rol de consumidores pasivos -el lector para los periódicos, la audiencia para la radio y el espectador para el cine y la televisión–, la red dio la posibilidad a los usuarios, no sólo de recibir contenidos, sino también de producirlos y difundirlos públicamente.

Los nativos analógicos presuponen veraces ciertas informaciones que se “masifican”, justamente en base a este viejo esquema de comunicación. Los nativos digitales -los millenials y los centenials- pueden tener mayores capacidades para usar las tecnologías de la información y la comunicación digitales, pero pueden no tener la sofisticación necesaria para entenderlas. En ambos casos, ambos grupos parten de un mismo supuesto falaz: lo masivo como sinónimo de verdadero.

Un estudio realizado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en marzo de 2018 arrojó como resultado que las noticias falsas se distribuyen más rápidamente y tienen un mayor alcance que las verdaderas. Según la investigación, las fake news –término popularizado por Donald Trump para criticar a los medios de comunicación opositores estadounidenses- tienen un 70% más de probabilidades de ser reenviadas que las veraces.

Para los especialistas, el contenido falso apela a las emociones más inmediatas de las personas, confirmando una convicción ya existente en la persona. Sus objetivos son las de manipular a la opinión pública o perjudicar a una persona con intereses políticos y/o económicos. Básicamente las noticias falsas causan sorpresa y rechazo, mientras que las verídicas causan ansiedad y tristeza.

La seguridad informática no brinda herramientas eficaces en términos de contenidos. Las noticias falsas no se generan ni reproducen automáticamente, ya que se encuentran dentro de lo que se denomina en informática como “ingeniería social”. A diferencia de una ingeniería técnica que se nutre de todo tipo de programas informáticos, las fake news parten del proceso de la comunicación humana. La única solución parte de una cultura ciudadana responsable mediante el chequeo de las fuentes de información por las vías tradicionales. Los usuarios, además de consumidores, somos ciudadanos productores de información en la era digital.

* El autor es director del Programa de Actualización en Ciberseguridad y delitos informáticos de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

Compartir

Entradas recientes

Los últimos hallazgos de las dos investigaciones que tienen en la mira al»pelado» Espert

En Comodoro Py volvieron a dictaminar el secreto del sumario tras la extradición de Machado.…

3 mins hace

El presidente en su laberinto

A 22 semanas del despliegue militar en el Caribe, es el presidente de EE UU…

5 mins hace

Zozobra en la CGT por la reforma laboral que ratifica su objetivo antisindical

Según un borrador, el eje es desarticular el poder de las organizaciones gremiales. La central…

6 mins hace

Argentina vuelve a Dallas, la ciudad que despidió a Diego

Jugará en ese estado el 22 de junio ante Austria y el 27 contra Jordania.

12 mins hace

Maduro, la Navidad y las Fuerzas Armadas

El gobierno se basa en un sistema de instituciones cuyos ejes son la estructura militar…

13 mins hace

Fuera yanquis de América Latina

Brasil es aliado estratégico de China y Rusia y no podría tolerar una intervención en…

16 mins hace

No es casualidad: en medio del acoso a Venezuela, un juez “buitre” falló a favor del imperio en el caso CITGO

Son activos usurpados como las toneladas de oro depositadas en Banco de Inglaterra y el…

22 mins hace

Clyde Snow, el yanqui de los huesos

El testimonio en el Juicio de este antropólogo texano resultó fundamental para probar cómo se…

24 mins hace

A 200 años de la guerra contra Brasil

El 10 de diciembre de 1825, Pedro II declara la guerra a las Provincias Unidas…

30 mins hace

Otra de Marco Rubio: Perú aprobó el ingreso de militares de EE UU

En Washington se firmaba el acuerdo, mientras en Lima lo aprobaba el Congreso. El narcotráfico,…

32 mins hace

De la estupidez a la locura

Recordemos a Umberto Eco. La estupidez es el nivel teórico de la locura; la locura…

34 mins hace

China tiene 30 mil fábricas inteligentes: ¿y dónde está el empleo?

Ante el avance de la robotización y la IA, el gobierno impulsa el desarrollo de…

36 mins hace