Basurales de José León Suárez: recordaron los asesinatos ocurridos en junio de 1956

En el marco del mes de la memoria, se llevó a cabo una charla sobre los asesinatos perpetrados en los basurales de José León Suárez, entre el 9 y el 12 de junio de 1956, en el Pulqui Bar, ubicado en Avenida Entre Ríos 484, CABA.

La actividad estuvo moderada por Elizabeth Vega Gron (Filosofía-UBA), y el panel lo integraron por el historiador (UBA) Juan Pablo Rosendo, la presidente de la Comisión por la Memoria, Verdad y Justicia de San Martín, Evita Morales, y el escritor del libro «El Presidente Duerme», Daniel Brión, quien además es hijo de una de las víctimas de aquellos crímenes.

Participaron representantes de la Asociación La Bancaria, Agrupación Oesteheld, integrantes de la Comisión por la Memoria Verdad y Justicia. También una referente de la Carrera de Antropología Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) – Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, junto a muchísimas personas.

Estuvo a cargo de la apertura y cierre musical El “Negro” Juárez, que inició con “Chaya Necesaria”. Esa canción, en sus estrofas finales hace referencia «al grito sagrado de la rebelión», contó Daniel Brión, en diálogo con Tiempo.

Luego brindó su charla el Historiador Rosendo, quien recordó esa rebelión que conoció desde joven en la zona de Villa Martelli y José León Suárez, lugares de mucha militancia durante aquellos años. Y profundizó en cómo golpeó lo sucedido en el basural, hecho represivo que aún con el paso de los años continúa siendo esencial para la memoria.

Evita Morales, puso en conocimiento el enorme trabajo que viene realizando la Comisión que preside. «Nuestro organismo fue creado por ‘La Negra’ Carranza, hija de Nicolás Carranza, uno de los asesinados aquella madrugada del 10 de junio», recordó la mujer.

«Hemos trabajado incansablemente defendiendo la memoria, la verdad y buscando la justicia. Lo hicimos de tal manera que por voluntad unánime de los familiares de aquellos asesinados se autorizó que fuera la Comisión la querellante en el juicio que actualmente se está llevando a cabo para declararlos como Crímenes de Lesa Humanidad», remarcó.

El escritor Brión estuvo a cargo de la última charla realizando un paralelo entre su libro «El Presidente Duerme» y «Operación Masacre» de Rodolfo Walsh. Circunstancialmente resulta también una tarea que se está desarrollando en la Carrera de Antropología Social (UNAM).

Al respecto, puntualizó sobre la obra de Walsh: «A pesar de haber dado nombre a los asesinatos ocurridos en los basurales de Suárez, resulta incorrecta. Lo digo en cuanto a varias expresiones que viene repitiendo en cada una de las cientos de ediciones que se han publicado desde aquella primera de Ediciones Sigla del 1957», aseveró Brión. 

«Es un libro que relata las muertes, pero no investiga sobre el porqué de las mismas, saltea la militancia de aquellos doce compañeros reunidos esa noche. Cuenta como caen asesinados 5 de 12, pero omite –reitera Brión- que en las jornadas del 9 al 12 de junio de 1956 cayeron, bajo las balas de la primera dictadura genocida en Argentina contemporánea, 31 personas en diferentes lugares de la Ciudad, del Gran Buenos Aires y del Interior».

También realizó un pormenorizado detalle de cómo sucedieron todas esas ejecuciones en cada uno de los diferentes sitios. El escritor pidió que en lo sucesivo «no se los denomine más» como “fusilados en junio de 1956”, porque ellos fueron “asesinados en junio de 1956”.

Redondeando el tema destaca uno de las características fundamentales del Operación Masacre: «De esto trata el libro, de esa mirada hacia atrás mostrándonos todo lo que sucedió con los primeros asesinatos de una dictadura cívico-militar y genocida en la Argentina contemporánea».

Y completó: «Pretendo que se comprenda que la militancia de todos ellos concluyó con un plan sistemático para eliminar opositores que, años más tarde, perfeccionaron y multiplicaron por miles».

Brión buscó dejar aclarado definitivamente que no se ajusta a la verdad la versión donde Walsh afirma: “…el Jefe de la Policía Bonaerense, teniente coronel Desiderio Fernández Suárez, arrestó en la localidad de Florida (Provincia de Buenos Aires) a una docena de hombres. La inmensa mayoría de los detenidos eran inocentes de todo delito y no estaban comprometidos con el motín…7”. La frase pertenece a Walsh y aparece en el libro “Operación Masacre” 1ra. Edición, de Ediciones Sigla de 1957 y todas las demás subsiguientes.

«Los detenidos en Florida sí pertenecían al Movimiento de Recuperación Nacional del General Valle, y sí tenían misiones a cumplir dentro del mismo; el único que no lo integraba fue justamente el denominado, desde esa publicación a la fecha, ‘el fusilado que vive’, Juan Carlos Livraga», enfatizó Brión.

 El escritor siguió apuntando que resulta necesario destacar que no se trató de un motín: “Porque motín, es el movimiento desordenado de un grupo de gente que se subleva contra la autoridad constituida o el orden establecido. A diferencia de conceptos como rebelión o revuelta, el motín se desarrolla en un ámbito acotado, como una cárcel o un cuartel militar”. 

Siguió relatando que el 9 de junio de 1956 estuvo organizado en todas las provincias, en la entonces Capital Federal y en diferentes distritos. «Todos con diferentes misiones a desarrollar; fue un movimiento revolucionario que buscaba un cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socio económicas de una comunidad nacional». 

«Fue contra un gobierno de facto genocida. Primera vez que civiles y militares juntos se unieron para retornar a la democracia y la vigencia de la Constitución Nacional contra una dictadura», cerró Brión.

El acto finalizó con el “Negro” Juárez, con la canción Todavía Cantamos. «Durante toda la militancia seguiremos cantando, porque nuestros muertos y los sobrevivientes piden que cantemos», terminó el artista.