La batalla

Por: Ricardo Gotta

Un gobierno con autoridad no significa una dictadura. Un pueblo con memoria no denota un pueblo vengativo. Un Estado protector es justamente lo contrario a uno bobo. Una oposición que juega con la muerte no es una oposición sino una banda de delincuentes.

El miércoles a las 20:56 un sector de la población sintió un soplo de aire en su agobio, cuando el presidente reapareció e impuso medidas sanitarias, algunas incluso ninguneadas desde su propio gabinete, pero pedidas a gritos desde los sectores más sacrificados ante la pandemia y, ni qué hablar, desde el ámbito científico serio, del palo del que provenga. Con argumentos que desbaratan cualquier absurdo negacionismo.

Diez días con recurrentes records de contagios. Más de 25 mil nuevos casos de promedio, el doble que en lo peor del primer pico. Arriba de 300 muertes diarias. Sanitaristas extenuados, demostrando colapsos. Privadas al límite. Camillas con internados por los pasillos en el Hospital Fernández. La muchedumbre viajando como sardinas en el tren. Las balas pican cerca: se replican los casos de gente, a nuestro lado, atravesada por el Covid.

No alcanza: se llegó a comparar a las aulas con bares o los shopping; se volvió a hablar de colegios como recipientes de pibes. Se lucró con su llanto: se argumentó que lloran por no ir al cole pero no porque se mueren sus abuelos. ¿En qué mundo paradisíaco viven? ¿No es suficiente lo que ocurre para disimular su afición por discusiones que se abstraen de la verdad, por el chamuyo, la hipocresía, la ley del mercado?

En el medio, un discurso: “No hay Estado en el mundo que pueda controlar la conducta de todos sus ciudadanos”. O sea: toda medida es insuficiente si la gente no toma conciencia. El 22% de anticuarentenas produce mucho más ruido (¿porque viven en el AMBA?) que más del 75 que reconoce la necesidad impostergable de medidas sanitarias. No se trata de llegar al extremo del sarcasmo: cacerolas o respiradores; ahogarse o respirar.

Este gobierno fue elegido para contribuir a la construcción de un Estado inclusivo, con clara visión humanista. Que mantenga sin cortapisas, ante la menor encrucijada, la postura de que la salud se prioriza a la economía. Fue el sentido del voto mayoritario, del apoyo popular. Por eso, generaron inquietudes las demoras, las cavilaciones, “estamos estudiando nuevas medidas”, algún inmovilismo. Causaban un estupor que de algún modo se disipó el miércoles a las 20:56, cuando al fin se tomó decisiones con autoridad.

Ni qué hablar cuando el gobernador bonaerense disertó largo, claro y preciso, en el saludable borde del estallido personal ante la monumental hipocresía del maniqueo doble discurso larreteano. A él no le mandaron al periodista de LN+ a tirarle centros en la última pregunta, como ocurrió con ambas conferencias en la CABA. Son muy obvios.

El altísimo acatamiento posterior tal vez dé buena cuenta de ello y sea un símbolo, un paliativo a la preocupación sobre que el gobierno no dispusiera poder suficiente (la convicción, se descuenta) para imponer restricciones como cerrar una hora más o menos los bares. Otra piedra, tal vez más filosa por sus implicancias que las generadas con Vicentin, Cablevisión y otros. Un dolor asociado a la sensación de una nueva batalla perdida. ¿Por qué la defensa de la vida debe convertirse en una batalla encarnizada? Ocurre en España, Brasil, EE UU, en otras partes. Pero no ocurre en una amplia mayoría, más allá del color político que dirija el país. Se trata, por consecuencia, de una batalla con raíces profundamente culturales.

Un ejemplo representativo, eje fundamental, lo expone la perspectiva de la profesión de quien esto escribe, quien advierte el riesgo de razonar con el peso de su edad, pero también que la experiencia es ilustración, sapiencia, que enriquece la mirada.

Entonces, la certidumbre pasa por lo perturbador, por la insondable repugnancia ante la recurrente postura de afirmar cualquier estupidez o maldad con total desparpajo. ¿No es hora de reclamarle una mínima ética profesional a una parva de comunicadores que se pasan esas cuestiones por el forro, en complicidad con un amplio sector de la sociedad que se alimenta intelectualmente de ellos y los consiente? Son los que predican libertad y cometen libertinaje. Mejor no piensan en el sutil cruce entre esos conceptos, abiertamente pisoteados y que excede incluso a los Mauro Viale (la muerte, lamentable siempre, no debería brindar argumentos para mejorar a los muertos que en vida fueron lo que fueron), los Gelblung, los Feinmann, los Lanata, y tantos otros, ni que hablar de la Canosa, gentuza sin escrúpulos asociada ideológicamente a un periodismo que, de mano de un sector político ignominioso, ejerce una actitud lindante a lo criminal. La vergonzosa frase en el periodismo de que “la verdad no impida una buena nota” quedó reducida a una niñería con estos personeros del embuste y del rating.

La concepción de aquella Ley de Medios, que no porque sí, tuvo la más desbordante oposición del poder real y que Macri se apuró a desterrar de la faz de la tierra, también tenía como razón generar herramientas para limitar irresponsabilidades. Entre lo que se dice, se replica, se reproduce y en mínimas ocasiones se resarce, el daño es irreparable. ¿Una ley mordaza? Mejor volvamos a las diferencias conceptuales concretas: libertad o libertinaje, información o criminalidad, rigurosidad o apología del delito

Un servicio público o la transacción vil con el poder fáctico que se lleva todo puesto.

Salvo una mínima porción, todo es de ellos. Incluso lo que consiguieron bajo tormento. Pero la concentración de los medios no es tema que desvele al actual gobierno, aun cuando le juega en contra, incluso frente a su proverbial vocación de diálogo. La balanza está cruelmente desequilibrada ahí donde el Estado llega tarde y con cebitas.

Y para despedirnos, un tema emblemático que significaría otra definitiva derrota cultural: olvidar que tanto pibe, ni esta semana ni otras, no va al colegio, no por la restricción a la presencialidad sino porque siquiera tiene para cubrir necesidades elementales. En Argentina, las chicas y chicos pobres son 8,3 millones. Ante eso, ni olvido ni perdón.

Pero no es lo que enfervoriza al gobierno porteño, ni a la oposición ni a su patético jefe político. Ni a la prensa adicta. Ni a tanto negacionista irracional, egoísta, insensible, cuyo ruido sordo hace recordar al golpeteo a las puertas de los cuarteles. Lo dijo Fernando Borroni: “Sus cacerolas no son otra cosa que la reivindicación de nuestras convicciones”

“Hacen faltar a los pibes para irse a esquiar, a Disney o al Mundial. Pero diez días de zoom es insostenible», dice un meme. No es joda. Son tipos que, como dice el Nano, “van a cagar a casa de otra gente”. Sí, claro, la grieta existe, y más aún en estos tiempos poco propicios para tibios. Entre esos tipos y yo hay algo personal.

Compartir

Entradas recientes

Romina Gaetani denunció por violencia de género a su ex pareja y fue hospitalizada en Pilar

La actriz acusó al empresario Luis Cavanagh por un episodio ocurrido en un country de…

17 mins hace

Murió Cecilia Giménez, protagonista involuntaria de un fenómeno global que cambió el destino de un pueblo

Su restauración del "Ecce Homo" en Borja, realizada en 2012, generó primero gran desconcierto y…

36 mins hace

«Peaky Blinders»: análisis del tráiler, el cambio de época, los nuevos personajes y la despedida de Tommy Shelby

La saga creada por Steven Knight da el salto definitivo al cine con "El hombre…

59 mins hace

Israel aprobó una ley que corta los servicios a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos

El comisionado del organismo cuestiona la medida, votada por el parlamento con abrumadora mayoría, y…

1 hora hace

A 21 años de Cromañón: de la masacre y la crisis a la reparación

Una de las cuestiones centrales del significado social de Cromañón reside en que fue percibido…

1 hora hace

Familiares y sobrevivientes de Cromañón realizan diversas actividades a 21 años de la tragedia

Habrá una misa, una marcha y actividades culturales. El incendio en el boliche durante un…

2 horas hace

Se mantiene el alerta por calor extremo en seis provincias

El Servicio Meteorológico Nacional renovó para este martes el alerta amarillo en zonas de Buenos…

3 horas hace

«Crisis 1975», el año en que Hollywood se animó y ganó

Un nuevo documental de Netflix revisa un momento de libertad creativa determinante en el cine…

3 horas hace

Dios los cría y ellos se juntan: Trump y Netanyahu a los elogios en Mar-A-Lago

El presidente de EE UU y el primer ministro israelí se reunieron en la residencia…

14 horas hace

La economía volvió a desacelerar en noviembre

Aunque subió 1,6% interanual gracias a la intermediación financiera, la extracción minera y el agro,…

15 horas hace

Milei y Malvinas: dijo que la soberanía «no se negocia» e insistió con la autodeterminación de los habitantes de las islas

El mandatario nacional tiene previsto realizar una visita oficial al Reino Unido en 2026 y…

15 horas hace

Cristina Kirchner presenta una “lenta recuperación”, pero seguirá internada

Tras la operación por un cuadro de apendicitis aguda, la ex presidenta, seguirá recuperándose en…

15 horas hace