La historia de Crotto, el pueblo bonaerense que celebra la Fiesta de la Mujer Campesina

De chico en la escuela lo molestaban. Le decían: «Crotto, sos un croto». A Ignacio “Nacho” Crotto –exsecretario de Turismo durante la gestión como gobernador de Daniel Scioli–, su abuelo siempre le decía que no se enojara cuando lo cargaban, que les explicara de dónde viene la historia de su apellido.

Las llaves puestas en la cerradura de las puertas del lado de afuera, la bici en la vereda y la camioneta abierta, son parte del paisaje cotidiano en Crotto, el distrito rural de 300 habitantes, del partido de Tapalqué, muy cerca de Olavarría y Azul, que está a punto de ser oficializado como Pueblo Turístico, y que es un emblema de la participación comunitaria. Este domingo vive su IX Fiesta de la Mujer Campesina.

Se fundó el 23 de octubre de 1914 y llevó el nombre de la familia rural italiana propietaria de la Estancia San Enrique. “Quienes vivimos acá decimos ser de ‘Crotto’ con dos t , no de croto–linyera”, aclaran muchos en la zona. La referencia se debe a que durante la gobernación de José Camilo Crotto (1918–1921), se promulgó una ley que permitía que los trabajadores de las cosechas (o peones golondrina) tuvieran pasajes gratis de tren para llegar a los campos a trabajar. Los jefes de estación, al momento de controlar los pasajeros anunciaban “van por Crotto”, lo que luego se convirtió en “son de Crotto”, para finalmente decir “son crotos”.

Crotto, un pueblo de ferrocarril

Por Crotto pasaba la línea Ferrocarril Sud que luego fue el Ferrocarril Roca, uniendo Constitución con Zapala (Río Negro). Como pasó en muchos pueblos del interior el tren, que circuló por primera vez en 1910, era fuente de vida: traía y llevaba correspondencia, maquinarias, animales, alimentos, maestros, médicos… y amores.

La historia del crecimiento del pueblo continuó hasta que el tren de pasajeros dejó de circular en 1975. A comienzos de los ’80 apenas pasaba un carguero. La debacle del símbolo de progreso llevó al despoblamiento.

“Muyi”, “Tono” y “Televisor Viejo” son parte de los sobrenombres que se pueden leer en una de las paredes de la Vieja Estación del Ferrocarril de Crotto donde todo el pueblo participó para contar desde una perspectiva local la historia del lugar y fundar el Museo Comunitario, inaugurado en 2019 por el Municipio de Tapalqué.

Hay sobrenombres que refieren a los bichos de la región como “El Toro”, “El Venado”, “El Cuis” y “La Comadreja”. Todas estas personas existen, viven o vivieron aquí y en cada uno hay parte del alma de Crotto. La estación está intacta, hasta el baño.

La movida del Museo comenzó en 2016, y hoy en la recorrida se pueden apreciar objetos familiares de los pobladores y otros donados por actuales vecinos, reseñas históricas de lo que fueron los primeros campos y detalles de los pueblos originarios y las familias pioneras. “Mientras se ponía en valor el edificio, se realizó una intensa y riquísima tarea con los vecinos, para recuperar la memoria de la localidad a través de objetos, historias, fotos y anécdotas, todo lo cual permitió darle una identidad al lugar”, contó a Tiempo la directora de Turismo local, Natividad “Lala” Baciocco.

Un pueblo que homenajea a sus mujeres campesinas

Cruzando la ancha avenida de tierra, están la Vieja Fonda, el Almacén de Ramos Generales y la Despensa (donde funcionaba la panadería) que conforman la “esquina de los almacenes”. En Crotto no hay calles llamadas San Martín, Belgrano o 9 de Julio. Acá tienen nombres de vecinos, elegidos por ellos, como homenaje.

Y si hablamos de homenaje, ahí sobresale la estatua dedicada a la Mujer Campesina, que es epicentro de la Fiesta que se desarrolla este domingo, con artesanías, comidas típicas como las empanadas de cordero cortadas a cuchillo, lechón asado y tortas fritas; productos regionales, shows, exposiciones fotográficas y la presencia de grupos insignia como las tejedoras locales. Los vecinos y vecinas llegando con sus reposeras, sus cubiertos y sus mates escenifican una postal típica del evento.

Su origen es único: fue impulsada como proyecto institucional de la secundaria local, una forma de crear una fuerte vinculación escuela–comunidad. Los alumnos y alumnas desde 1° hasta 6° año participan en la organización de proyectos con incidencia en el nivel comunitario, y en el último tiempo crearon un libro que cuenta la historia local.

A raíz de los proyectos “los chicos y las chicas aprenden a gestionar y a organizarse trabajando en Comisiones. La vinculación de la escuela con la comunidad es un espacio de aprendizaje fuera del aula que genera nuevos conocimientos a partir del intercambio con los diferentes actores sociales”, explican desde el Municipio. 

‘Lala’ Baciocco remarca: “Crotto está a un paso de ser declarado Pueblo Turístico por parte de la Provincia de Buenos Aires y esta fiesta y la escuela secundaria tienen un rol fundamental en este camino. Es una localidad pujante y con enorme potencial como pueblo turístico, y en ese marco, esta Fiesta de la Mujer Campesina además de poner en valor a la mujer rural, es una idea impulsada por los y las jóvenes de la comunidad, desde la escuela», mientras espera que lleguen visitantes de diferentes lados, atraídos también por el flamante Complejo Termal Tapalqué (inaugurado el año pasado), ubicado a escasos 29 kilómetros. Porque acá todo está cerca, como debe ser en un pueblo con plena identidad comunitaria.  «