Ley seca en Gesell: el intendente prohibió el consumo de alcohol en las playas y en las calles

Lo hizo por decreto, tras el crimen de Fernando Báez Sosa a manos de un grupo de rugbiers, quienes, según el fiscal que investiga el caso, habrían actuado con la "intención de dar muerte" y no bajo los efectos de alcohol o drogas.

El asesinato de Fernando Báez Sosa a manos de una patota de rugbiers en Villa Gesell generó una lógica preocupación en las autoridades del balneario, donde pasan sus vacaciones muchos grupos de jóvenes y, de acuerdo a testimonios e imágenes que se viralizaron en estos días, los excesos en el consumo de alcohol parecen moneda corriente.

Gustavo Barrera, intendente del municipio gesellino, decretó este miércoles la prohibición de consumir bebidas alcohólicas en la calle, en las playas y en cualquier otro espacio público, mediante una resolución que prevé, además, multas de hasta 34.450 pesos a los infractores, y que entrará en vigencia una vez que sea aprobada por el Concejo Deliberante local, lo que se descuenta puesto que el Frente de Todos tiene quórum propio.

Barrera ya había vinculado el crimen con el consumo de alcohol en el balneario y adelantado que se estaban reforzando los controles en la playa y en las discotecas. “El alcohol en exceso produce efectos que son devastadores. Son desinhibidores que de alguna manera terminan provocando esto que después lo lamentan todos: los responsables y las víctimas”, declaró el jefe comunal.

El decreto con su firma prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas “en la vía pública, playa, espacios públicos, interior de estadios polideportivos, u otros sitios de igual naturaleza, cuando se realicen en forma masiva actividades deportivas, culturales, educativas y/o artísticas».

También extiende la prohibición “al expendio de bebidas alcohólicas mediante máquinas expendedoras automáticas (…) y al consumo de bebidas alcohólicas dentro de vehículos automotores, públicos y/o privados, aún cuando quien consumió no fuere el conductor y se halle o no circulando».

La medida, que puede parecer comprensible en un contexto crítico, atravesado por el crimen de un adolescente, no se corresponde, sin embargo, con las afirmaciones del fiscal general de Dolores, Diego Escoda, quien aseguró que no hay indicios de que los diez rugbiers acusados por el homicidio hayan actuado bajo los efectos del alcohol o las drogas. «Estaban lúcidos cuando se los detuvo», dijo.