Por Hernán Vanoli, escritor y editor
Pasado más de medio año, las cosas no han cambiado demasiado. Los libros que entraron no son tan baratos ni tan buenos, pero sí son caros, y nadie puede comprarlos porque nadie tiene plata. Por la inflación, las imprentas son reacias a fijar precios, pese a que casi no invierten, en general, hace 15 años. La industria del papel, cara e ineficiente, protegida por el gobierno anterior, sigue aumentando los materiales de manera desmesurada. La caída del consumo y la inestabilidad en el costo de los insumos consiguieron que, este año, hayamos decidido no publicar aún ningún título. El gobierno lanzó unas líneas de subsidios que esquivan estos problemas estructurales y operan aún bajo la perspectiva de la limosna. Más de lo mismo. «
El Ejecutivo también formalizó la rebaja de los impuestos internos a productos electrónicos y a…
La medida fue publicada en el Boletín Oficial y lleva la firma del presidente Javier…
Los productos manufactureros estuvieron a la cabeza en un mes de movimientos leves. El costo…
Los trabajadores sufrieron dos tandas de despidos este año y aseguran que la empresa quiere…
Las autoridades continúan con la búsqueda de su pareja, Antonella Barrios.
El día después de las elecciones legislativas porteñas ofrece fotos menos triunfalistas para el líder…
El Salmón fue protagonista de otra circunstancia entre extraña y bizarra. En noviembre dará dos…
Los ADRs treparon hasta un 8%, los bonos un 2,3% y la sobre tasa para…
Así lo decretó el intendente Marcelo Matzkin, tras el temporal histórico en varios distritos de…
El titular del Ejecutivo de la mayor potencia bélica del mundo se lanzó en una…
Con "Adiós al Árbitro", su nuevo título, el escritor confirma su especialización en autogestión literaria-deportiva:…
La versión circuló fuerte en la provincia, aunque fue desmentida en esferas del Gobierno nacional.