Los sindicatos clasistas y la Unidad Piquetera celebraron el paro general

En un microcentro semi desierto se escuchó la voz de los dirigentes del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA), Alejandro Crespo, de la Unión Ferroviaria Haedo, Rubén “Pollo” Sobrero, del sindicato docente porteño Ademys, Mariana Scayola, de la Asociación Gremial Docente de la UBA Ileana Celotto y, entre otros, del dirigente nacional del Polo Obrero y la Unidad Piquetera Eduardo Belliboni.

También participaron delegados de la tercerizada de Aerolíneas Argentinas GPS que sufre despidos, del sindicato de repartidores Sitrarepa, del sindicato de trabajadoras de casas particulares y del sindicato de trabajadores de la Salud bonaerenses, la CICOP. También estuvieron presentes los dirigentes del Frente de Izquierda y de los Trabajadores como los diputados nacionales Romina del Plá y Alejandro Vilca, Gabriel Solano, Celeste Fierro y Néstor Pitrola que mostraron su apoyo pero no hicieron uso de la palabra que quedó en manos de los dirigentes sindicales y piqueteros.

Foto: Gentileza Prensa Obrera

La evaluación de los presentes indicaba que la adhesión a la medida de fuerza resulta contundente y que demuestra que el apoyo al gobierno encabezado por el presidente Javier Milei ya quedó lejos del 50% que mostraron las urnas. El ajuste, evaluaron, resulta intolerable para la mayoría de la clase trabajadora que, por ese motivo, se sumó masivamente al paro general. El blanco de los reclamos estuvo centrado en la ley de Bases que se apresta a tratar el Senado y que, señalaron, implica un retroceso en materia de derechos de la clase trabajadora a nivel de principios del siglo pasado. “Estamos para defender las conquistas que lograron nuestros padres y abuelos”, explicó Alejandro Crespo en la apertura de la conferencia.

Testimonios del paro general

Crespo, rodeado de un centenar de trabajadores del neumático, señaló que “la primera reflexión es que se empieza a ver una respuesta a la altura del ataque que está recibiendo de manera frontal el pueblo trabajador argentino. Cuando se empieza con un DNU atacando las condiciones laborales y económicas de la clase trabajadora y se pretende una reforma estructural con una ley ómnibus que es una reforma inconstitucional se debe responder con el mismo calibre”.

El dirigente señaló que “esta forma de actuar de atropello y desparpajo hacia las organizaciones obreras y los trabajadores hoy tiene una respuesta y marca la necesidad de que cuando acá enfrente en este Congreso quieran la aprobación de la ley bases se debe parar el país y movilizar”. Es que, refelxionó, “cada dirigente responderá en la historia por la decisión que tuvo en eses momento”.

Crespo explicó que “en la industria estamos recibiendo el golpe en cada lugar de trabajo. Cada decisión pone en discusión los puestos de trabajo y las paritarias. Hace dos meses que no recibimos respuesta al reclamo paritario y la baja de los impuestos a la importación de cubiertas que las mismas empresas como Pirelli y Bridgestone importarán reemplazando su producción local y generando condiciones para que este más fuerte la patronal frente a los bravos trabajadores del neumático que están enfrentando esto. Les avisamos que defenderemos las condiciones laboral y el salario como lo venimos haciendo”.

Por último Crespo señaló que “a nuestros abuelos les tocaron momentos muy complejos en la inmigración y a nuestros padres la dictadura. A nosotros nos toca enfrentar este gobierno de ultraderecha. No vamos a ser la generación que ceda a las conquistas que con tantas luchas lograron nuestros antecesores. Por respeto a la lucha de nuestro padres y nuestros abuelos y principalmente por el futuro de nuestros hijos, los trabajadores daremos esta lucha hasta el final”.

Luego Rubén el Pollo Sobrero destacó que “el Senado está discutiendo el futuro de todos nosotros. Quieren meter la mano en el bolsillo de los trabajadores para llenárselos a los empresarios. No tienen vergüenza de votar una ley que en más de 250 artículos no tiene ni uno que beneficie a los trabajadores”.

Además, el dirigente ferroviario contó que “en una asamblea que hicimos esta semana participaron muchos trabajadores que habían votado a Milei. Explicaron que lo habían hecho porque ya no aguantaban el ajuste del gobierno anterior pero que no votaron para que despidan a nuestros compañeros para que nos bajen el sueldo ni para que entreguen el país. Por eso cuando se decidió convocar al paro fue votado por unanimidad, por el 100% de los trabajadores. Queremos le llegue claro el mensaje al gobierno y a los senadores. El día que discutan la ley ´Bases vamos a estar en la puerta y llamamos a todo el pueblo a que nos acompañe”.

Ileana Celotto, de AGD-UBA, destacó “el éxito impresionante de este paro. Los colectivos carneros van vacíos, los trabajadores decidieron que haya un gran paro general”. Sobre la situación de las universidades explicó que “la marcha universitaria del 23 de abril golpeó al gobierno pero todavía no largaron nada. Por eso vamos a jornadas de paro general universitario en la semana del 20 de mayo”. Celotto insistió en que “los números de Luis Caputo se basan en una masacre social. Hoy entendíamos que tenía que ser un paro activo con movilización para que nos manifestemos en la calle. Le planteamos a la CGT y las CTA que tiene que convocar el día que se trate la ley de Bases en el Senado sino también a un paro de 36 horas profundizando la medida y continuar hasta la huelga general para quebrar el plan de Milei”.

Mariana Scayola de Ademys, señaló que “no somos los trabajadores y trabajadoras llevando adelante el paro los que llevamos la extorsión. Es el ajuste. Las escuelas están cerradas porque los trabajadores no quisieron presentarse”.

Eduardo Belliboni dirigente del Polo Obrero saludó “a los trabajadores que han retomado el viejo método. El paro se hace para defender las conquistas que nuestros padres y abuelos. El gobierno apretó el acelerador eliminaron las comida de los comedores y ahora están destruyendo el Potenciar Trabajo que no era la panacea pero era una barrera contra el narco. Junto con la ley de blanqueo muestran que lo que quieren que avance en los barrios son los cárteles narcos”.

Belliboni coincidió en exigir a la CGT “un paro de 36 horas en el camino de la huelga general. No hay medias tintas ni negociación posible con este gobierno. Andan recorriendo los pasillos del Senado pero hay que recordar cuando los compraron con la Banelco. Lo que vale es la fuerza de los trabajadores que hoy se está viendo”.