Identificaron al prefecto que disparó contra el manifestante que perdió un ojo

Jonathan, de 33 años e oriundo de San Martín, concurrió aquel 12 de marzo a la movilización en Congreso como hincha de Chacarita en apoyo al reclamo de los jubilados, luego de una campaña para que las hinchadas de futbol se unan en defensa de nuestros mayores.

Con el aporte ciudadano de testimonios y filmaciones, sumado al acceso a las cámaras de monitoreo urbano de la Ciudad de Buenos Aires, ya aportadas al expediente judicial, se logró reconstruir que Jonathan estaba sobre la avenida Rivadavia, cerca del cruce con Rodríguez Peña, casi en el mismo momento en que un gendarme, del otro lado de la plaza, le disparaba en la cabeza al fotógrafo Pablo Grillo con un arma lanza gases.

El disparo que impactó en el ojo de Jonathan y que provino de un grupo de efectivos de la Prefectura Naval quedó registrado en un domo de la avenida Entre Ríos perteneciente al Congreso. En las imágenes se ve a un agente en puntas de pie, detrás de la primera línea, apuntando en forma directa contra la víctima con su rifle fusil disuasivo Byrna TCR, preparado para disparar a larga distancia.

El prefecto, se calcula, disparó a una distancia de tres metros. Las balas de este armamento contienen gas pimienta y alcanzan una velocidad de 300 kilómetros por hora.  

Jonathan confirmó que ya denunció a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, al jefe del operativo y al efectivo que le disparó.

“Cobardes”

“Una de las cosas que me impulsó a ir a la marcha es que a mi viejo le salió 80 mil pesos uno de los medicamentos que toma y cobra una miseria», contó Jonathan y agregó: «Veía en la tele cómo les pegaban a los jubilados y eso es bien de cobardes”.

La causa por el disparo a Jonathan está tramitando en el Juzgado Federal N°1, a cargo de la jueza María Romilda Servini de Cubría. El 27 de junio se ofició a Prefectura para que informe sobre el operativo del 12 de marzo, pero hasta hoy no respondió.

El Centro Oftalmológico de la Corte Suprema constató que Jonathan perdió el 42% de la visión, pero él mismo relató que el daño es irreparable: “Yo perdí el ojo, tengo un ojo inútil, si me lo tapo con la mano no veo nada”.