Postales desde un país «cada vez más loco»

Con días atípicos de 28° en pleno otoño debido al calentamiento global, en Estados Unidos se vive un clima de incertidumbre, cargado de expectativas por quién presidirá la Casa Blanca en los próximos cuatro años. Y es que, si bien la carrera presidencial está pareja, en Washington a días de ir a las urnas ronda la pregunta de cómo el postulante republicano Donald Trump podría recibir una posible derrota frente a Kamala Harris.

Aunque parece ser una ciudad ordenada y con mucha presencia de fuerzas de seguridad, se siente el temor a un posible desborde social. Quedan las marcas de un capítulo oscuro en su historia como fue la toma del Capitolio en enero del 2021, cuando simpatizantes de Trump ingresaron por la fuerza a la Casa de las Leyes y en medio de un enfrentamiento murieron 5 personas.

“Es una nación cada vez más loca y hay más armas que personas”, dijo a Tiempo un ciudadano latino, que lleva un par de años viviendo en el país. Pero la idea de que las armas entre la multitud son una bomba de tiempo cruza a todos los habitantes de la ciudad, independientemente de donde provengan. Y siempre se asocia a los grupos más radicalizados con Trump. En los alrededores del Capitolio se pueden ver algunos puestos de merchandansing político, donde, por 10 dólares, se consiguen remeras, tazas o gorras con las caras de los principales candidatos: Trump y Harris.

A diferencia de Argentina, en Estados Unidos el marketing lo es todo y los ciudadanos son grandes consumidores por lo que no es descabellado verlos por las calles con algún elemento que los referencie con su partido político. Sin embargo, en esta oportunidad, se siente un clima intenso y la mayoría de los consultados prefiere mostrarse neutro por miedo a vivir violencia política, sobre todo la comunidad latina.

La crisis es estructural y la racionalización de la política es cada vez mayor principalmente en redes sociales. Es que a la comunidad afro, que es la primera minoría en el país, a lo largo de la historia se le fueron sumando cubanos y mexicanos, pero ahora cambiaron los países de migrantes. Hoy se puede ver centroamericanos, colombianos, venezolanos y peruanos. Lo que obligó a que el país se convirtiera en bilingüe, ya que en lugares como Washington gran parte de la población habla en español. Ni que decir en otros sitios como Miami.

“Soy de Sudan”, dijo a Tiempo un hombre que manejaba el Uber con un automóvil futurista de la compañía Tesla cuyo propietario es Elon Musk, amigo de Trump y de Milei. Hace más de 20 años que está en Estados Unidos: “Los nuevos inmigrantes tienen beneficios” que él no tuvo cuando llegó a suelo norteamericano. cree. Donde se hace cada vez más difícil cumplir el sueño americano: históricamente la sociedad se divide entre quienes votan a demócratas o a republicanos, pero esta elección ronda el descontento por las políticas que vienen aplicando ambos partidos en el gobierno, mayormente en la comunidad migrante.

Tan es así que la crisis en la frontera sur es uno de los temas centrales de la campaña. Si bien los demócratas se muestran más humanos, el actual presidente Joe Biden continúo con políticas que comenzó Trump como la externalización de fronteras: los países desarrollados para evitar el ingreso de migrantes o refugiados, recurren a otros países para que “atajen” el problema. En tanto Trump, quien en su mandato anterior quiso construir un muro en la frontera con México, instaló el discurso de que son los inmigrantes los delincuentes, el enemigo externo, que “contamina” la sangre de su país. Para el representante de la extrema derecha, EE UU ha perdido “su estatus” y sostiene que el relato de Biden es “débil”: durante su mandato ingresaron 6 millones de migrantes, la mitad de manera ilegal.

El contraste

A dos horas hacia el norte, en tren, está Filadelfia, la ciudad más grande de uno de los estados conocidos como “pendulares”, clave en la definición de esta contienda electoral: Pensilvania. En 2016 fue bisagra para el triunfo de Trump. En 2020 se inclinó por Biden.

Más ruidosa y descontracturada, en la vía pública y en casas particulares se ven carteles partidarios con leyendas o fotografías de uno otro candidato, aunque predomina la inclinación por Harris. Aquí hay dos cuestiones que llaman la atención: su icono es Rocky Balboa y es una de las localidades que practica el aborto de manera legal.

La legalización de la interrupción voluntaria del embarazo en todo el país es un tema que se ha discutido entre los dos candidatos en la campaña. Hay estados más conservadores que persiguen mujeres y hasta aplican medidas restrictivas. Por eso el eje de la campaña, demócrata apunta a la libertad de la decisión de los cuerpos, mientras que Trump incluso instaló la descalabrada idea de que “hay lugares que permiten el aborto luego de que el niño nazca”.

Por otro lado, Tiempo recorrió en la Filadelfia uno de los mercados de droga a cielo abierto más grande del mundo, el barrio Kensington. Se ven personas bajo los efectos del fentanilo, un opioide sintético que anestesia todo el cuerpo y los consumidores dan la apariencia de zombies. Pese a que en 2023 murieron alrededor de 74 mil personas por sobredosis no ha sido un tema de campaña de los principales candidatos.

El lunes, Harris cerrará su campaña en el Museo de Artes, también conocido por las escalinatas donde entrenaba Silvester Stallone para Rocky. Mientras que Trump irá a otro punto de Pensilvania, la localidad de Pittsburgh. La batalla final será el martes.