Robert Mugabe, de héroe a villano

Por: Ignacio Ezequiel Hutin

El presidente de Zimbabue murió en Singapur a los 95 años. Gobernó su país durante 37.

El viejo héroe de las guerras de la independencia, aquel anciano de rostro firme que pudo ser para Zimbabue lo que Nelson Mandela fue para Sudáfrica, o tal vez ese dictador ciego de poder, represor y corrupto que sumió a su país en una de las peores crisis hiperinflacionarias de la historia.

Todo esto era Robert Mugabe, una de las figuras predominantes del siglo XX en la África Subsahariana, muerto este viernes en Singapur a los 95 años. Durante casi cuatro décadas gobernó esta república al sur del continente, desde la pujanza y el apoyo internacional hasta los cuestionamientos y críticas en buena parte del mundo.

La historia de Mugabe se emparenta con la de muchos otros líderes africanos en plena Guerra Fría y a lo largo del extenso proceso de descolonización. Al igual que en la vecina Sudáfrica, en la colonia británica de Rodesia existían políticas de segregación impuestas por la poderosa minoría blanca, pero, a diferencia de aquella, la discriminación estalló en guerra. Fue en 1965.

A mediados de los 70, el joven Mugabe alcanzó el liderazgo de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe (ZANU), agrupación autoproclamada marxista que encabezó los enfrentamientos. Tras quince años, la guerra terminó y nació la República de Zimbabue, con el flamante héroe nacional ocupando el cargo de Primer Ministro, con un discurso de reconciliación entre negros y blancos, de un futuro de unidad.

Su primera década en el poder fue sumamente positiva: la economía creció, se redujo notablemente el analfabetismo, aumentaron las exportaciones agrícolas, y Mugabe alcanzó tal nivel de apoyo que en 1987 modificó la Constitución para reemplazar el sistema parlamentario por uno presidencialista. A partir de entonces se convirtió en líder incuestionable y las denuncias por atropellos a los derechos humanos, represión a opositores políticos y constantes fraudes electorales llevaron a que muchas potencias le dieran la espalda.

Lentamente la economía zimbabuense decayó hasta que en 2008 la inflación alcanzó casi ochenta mil millones por ciento mensual. Al mismo tiempo, 95% de la población estaba desempleada y 80%, era pobre, mientras que el Índice de Desarrollo Humano llegó a ser el más bajo del planeta. El todopoderoso mandatario aprovechó la oportunidad para cargar las culpas sobre occidente y sobre los blancos, incluso llegó a decir: “Debemos seguir generando miedo en el corazón del hombre blanco, ese es nuestro verdadero enemigo”. En este contexto, Mugabe solía ser noticia cada 21 de febrero porque celebraba sus cumpleaños gastando un poco más que el año anterior y llegando a superar el millón de dólares.

A su retórica sencilla de responsabilizar al colonialismo europeo por cualquier mal se le sumaron discursos profundamente homofóbicos, la reivindicación de la misoginia y hasta la orgullosa autoproclamación como “el Hitler de nuestros tiempos”. Finalmente, a fines de 2017, con 93 años y tras 37 en el poder, sufrió un golpe de estado. Fue arrestado por pocos días y liberado tras un acuerdo: Mugabe renunciaría a cambio de diez millones de dólares y salario presidencial vitalicio. Las elecciones siguientes llevaron al poder a Emmerson Mnangagwa, hasta entonces vicepresidente, también miembro de ZANU y a quien el ya ex mandatario se negó a apoyar oficialmente, tal vez por rencor, por saber que su liderazgo le había sido arrebatado.

Cabe preguntarse qué lugar le guardará la historia a quien supo ser héroe y villano, quien creyó que una lucha tan digna como es la soberanía de su pueblo alcanzaría para justificar y justificarse de por vida. Mugabe podría haber sido un Mandela para Zimbabue y ser recordado como el líder que llevó a la unidad y a la reconciliación después de décadas de rencores. Pero no. Decidió enquistarse en el poder y suprimir cualquier disidencia.

Su muerte sirve para recordar que las glorias pasadas no bastan sin un correlato presente. Y es que Mugabe no fue el único prócer independentista devenido dictador en el continente africano. Quizás se deba a que nunca gastaron un millón de dólares en celebraciones de cumpleaños extravagantes, o que no alcanzaron cifras ridículas de hiperinflación, incluso puede que el problema sea que no usaran trajes tan pintorescos y coloridos como Mugabe, pero, mientras las cámaras hoy miran a Zimbabue, la Eritrea del ¿ex? héroe nacional Isaías Afwerki, el Camerún de Paul Biya o la Guinea Ecuatorial de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo acumulan represión y atropellos a los derechos humanos. Mugabe presidió Zimbabue durante 37 años, al tiempo que Biya gobierna su país desde hace más de 44 y Mbasogo, más de 40. Si bien es cierto que estos viejos líderes rondan los 80 años, no debe bastar con esperar pacientemente a la publicación de obituarios en la prensa internacional para difundir sus historias, ni para conocer los pesares a los que son sometidos pueblos con bajísima esperanza de vida en nombre de glorias pasadas.

Menos aún, cuando se reivindica la discriminación más explícita, haciendo polvo una original causa justa y convirtiendo a aquel héroe de leyendas en el enemigo que decía combatir.

Compartir

Entradas recientes

El Gobierno designó un nuevo interventor en la Agencia Nacional de Discapacidad y anunció auditorías internas

El elegido es Alejandro Vilches, el actual secretario de gestión sanitaria. La decisión se tomó…

40 mins hace

Murió en un accidente de moto Brent Hinds, fundador de Mastodon

El guitarrista, cantante y compositor fue una de las figuras más influyentes del metal contemporáneo…

1 hora hace

Santiago Korovsky reveló que el INCAA tuvo un rol fundamental en «División Palermo» y reivindicó el rol del organismo

El actor, guionista y director contó cómo un concurso de series web impulsado por el…

2 horas hace

Fentanilo: El juez sacó de la querella al Ministerio de Salud ante sospechas de posible “omisión o connivencia”

La cartera de Salud nacional, a cargo de Mario Lugones, quedó en la mira del…

2 horas hace

Con la familia Furfaro tras las rejas, avanza la investigación por el fentanilo contaminado

Anoche se entregó Ariel García Furfaro, el principal sospechoso vinculado a las 96 muertes. Su…

2 horas hace

La Pequeña Orquesta y un nuevo concierto: “Conexión Sinfónica”

Dirigida por Pablo Quinteros con la coordinación de Carolina Barri, la orquesta está integrada por…

2 horas hace

18 chilenos internados: el hincha que cayó al vacío está en «estado muy grave»

Fue operado en el Fiorito. También hay simpatizantes atendidos en otros dos hospitales. Bebote Álvarez,…

3 horas hace

El turno del Senado: se debate la emergencia pediátrica y el presupuesto universitario

Con 37 senadores presentes, la Cámara que preside Victoria Villarruel abrió la sesión pasadas las…

4 horas hace

Dura pérdida: los creadores de «Stranger Things» se van de Netflix

Paramount sedujo a Matt y Ross Duffer con la promesa de grandes producciones cinematográficas y…

4 horas hace

Caputo: “Lo del Congreso fue una situación más, no nos importa”

“No nos vamos a mover un ápice de nuestro programa económico”, aseguró el ministro de…

5 horas hace

Trabajadores del INTI y el INTA marchan al Senado para exigir que se derogue el decreto que afecta a organismos estatales

Tras aprobarse su reclamo hace dos semanas en la Cámara de Diputados, este jueves le…

5 horas hace

La Policía Federal de Brasil revela un plan de fuga de Bolsonaro para pedir asilo en la Argentina

Según el informe, se encontraron mensajes sobre un pedido de asilo político realizado en febrero…

6 horas hace