Tiempo presentó rediseño, campaña gráfica y su nueva página web

Un medioautogestionado es imposible, aseguraba la pantalla gigante de LED en la Cúpula del Centro Cultural Kirchner. La provocación partía precisamente desde la cooperativa que edita Tiempo Argentino y buscaba incomodar a los lectores y socios que se acercaron el último viernes a la noche hasta el remodelado edificio del Correo, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. En eso, dos enormes signos de pregunta celeste se dibujaron a ambos extremos de la oración, transformando en pregunta la afirmación. «No es cuestión de creer. Es cuestión de que te lo preguntes.»

El lema de la campaña de Tiempo cerró el evento organizado por la Cooperativa para presentar su nueva imagen que, desde ahora, todos los lectores comenzarán a descubrir en las distintas plataformas en las que siguen al medio. Un nuevo logo y un rediseño del papel que ya puede verse en sus páginas, sumado a un cambio integral del sitio web que estará online desde el próximo 10 de junio. Todo siguiendo un concepto: lo que ocurre, simple y claro. Y partiendo desde un lugar que recupera los valores del periodismo: cuestionar lo establecido.

«En filosofía decimos que no preguntamos para encontrar respuestas, sino para desestabilizar las respuestas hegemónicas. Destituir aquellas certezas que se instalan como verdades absolutas, como sentido común», había explicado Darío Sztajnszrajber minutos antes al auditorio. Su presentación abría la velada, invitando a reflexionar sobre el momento actual de la prensa. Parafraseando a Marx en tiempo de posverdad, continuaba, «hay un fantasma que recorre al periodismo:¿qué es hacer periodismo cuando la verdad ha muerto?». La propuesta de Tiempo se inscribe en esa búsqueda. Reafirmar que somos dueños de nuestras palabras para poder interrogar las que otros dan por verdad universal.

Y para hacerlo la cooperativa emprendió el desafío de repensar el modelo de negocio de los medios y de desarrollar uno propio, autogestivo. Como nuestros lectores ya saben, se apoyó en ellos para tener la garantía de que nadie pudiera incidir en el ejercicio del oficio y los comprometió en la apuesta haciéndolos socios. Abrió las puertas de la redacción y los integró al espíritu asambleario, compartiendo las cuentas de la empresa social que integra, contando cómo se generan sus ingresos y en qué invierte ese dinero. Algo que las grandes corporaciones ocultan con recelo para no dejar en evidencia que les importa más el balance que sus artículos.

El Tiempo que renació en aquel revuelto abril de 2016 había metido todas estas ideas en una web apurada por la necesidad y con un logo heredado. Nos propusimos recuperar el periodismo y primero lo hicimos con la palabra. Luego con el logo, que ya es propiedad de todos como marca colectiva a través del Ministerio de Desarrollo Social. Y ahora toca el turno de los soportes papel y web. Esta última, que podrán ver muy pronto, se adapta a todas las plataformas con una lectura limpia, mayores opciones de imagen y video, e incorpora la posibilidad de acceder a la información a través de «las claves de Tiempo», aquellos enfoques que no se encuentran en otros mediosy que constituyen una suerte de línea editorial de la autogestión. 

Ángela Lerena, animadora de la velada, se entusiasmó con «La caída del patriarcado», una de esas claves que reúne la cobertura del vibrante movimiento feminista y aseguró que iba a ingresar todos los días hasta que el título se haga real. Aunque Ángela sabe: no es cuestión de creer… «

Podés ver el video de la presentación acá.