«Todavía hay mucha necesidad de hablar y contar historias sobre lo que pasó en Malvinas»

Una nueva película pone en pantalla los ecos de lo sucedido en la Guerra de Malvinas. A pesar de las casi cuatro décadas que transcurrieron desde aquellos trágicos hechos, la problemática y sus influencias lejos están de agotarse. Con esa idea rectora, los realizadores Ana Fraile y Lucas Scavino estrenarán Buenas noches Malvinas, un film que indaga sobre todo lo ocurrido durante el conflicto bélico y su impacto, desde una mirada reflexiva y particular.

El film de ambos realizadores analiza las diferentes maneras de abordar las consecuencias traumáticas de quienes estuvieron en la guerra, pero tampoco olvida las cicatrices que los dolorosos sucesos dejaron impresos en los familiares cercanos de los soldados. El estreno de Buenas noches Malvinas será el 31 de diciembre y el sábado 2 de enero a las 20 por Cine.Ar TV, pero también podrá ser visto por la plataforma de Cine.Ar Play de manera gratuita a partir del viernes 1 de enero.

“La verdad es que estamos contentos de poder estrenar este año, aunque sea el último día de 2020. Lo que sí me parece es que se trata de una película que se pensó para que fuese vista en una sala cinematográfica por muchas de las situaciones que ocurren en pantalla. Más allá de esto que por una situación sanitaria afecta a todo el cine y a los espectáculos del país y del mundo, lo cierto es que las audiencias que se pueden plegar al online son muchas, inclusive se puede llegar a mucho más público del que puede ir a ver una película en forma presencial. De una u otra forma estamos contentos de haber llegado a este estreno”, afirma Lucas Scavino.

El origen de una película como Buenas noches Malvinas puede rastrearse en el tiempo, sobre todo para entender cómo un proyecto cinematográfico en nuestro país puede necesitar de muchos años para concretarse, pero con la perseverancia de estos dos directores permitió que la aventura llegara a buen puerto. “Todo comenzó en alguna parte de 2011 cuando conocimos a Dalmiro Bustos y Elena Noseda, los padres de Fabián, quien fue enviado a combatir a Malvinas. Todo fue un proceso muy largo, pero de ahí surgió la idea para filmar. Llegar a este estreno es como el final de ese comienzo que requirió de mucha constancia y paciencia durante todos estos años. Afortunadamente, Fabián Bustos escribió un libro –Crónicas de un soldado– sobre mucho de lo que había atravesada en esos días fríos de Malvinas, algo que nos sirvió mucho para proponer un relato, algo que por otra parte puede verse y sentirse en la película”, acota Scavino.

Por su parte, Ana Fraile rescata que el primer encuentro con Dalmiro fue importante para comenzar a sentir que en los dichos de ese padre había una historia para contar: “Esa situación nos dejó conmovidos. Teníamos a alguien sensible y con una mirada lúcida que fue el puntapié de todo. Nosotros siempre quisimos hacer un documental sobre aquellos días porque elegimos la instancia del psicodrama para evitar los lugares comunes del documental. Creo que en ese sentido la experiencia de ir a Malvinas a filmar fue enriquecedora.»

En torno a esa instancia, fue Scavino quien partió hacia las islas para obtener registros, pero necesitó de toda una previa a manera de ingeniería que sostiene todo lo que vendría más tarde. “Para nosotros pensar en ir a Malvinas era como un sueño. Yo no fui a ese viaje, pero armé lo necesario, y gracias a un colega inglés que nos pasó datos y nos simplificó ciertas dificultades que preveíamos se pudo realizar. El viaje terminó siendo como una revisión del libro que escribió Fabián, porque lo habíamos leído y queríamos como directores ir a buscar todo lo que se cuenta ahí. Afortunadamente, Lucas pudo hacerlo y creo que se nota en la película”, dice Fraile sobre el hacer de su compañero en la dirección del film.

Por su parte, Scavino acota sobre su experiencia en el viaje: “Queríamos registrar lo máximo posible en nuestra visita. Malvinas es un lugar descripto de manera hermosa en su libro, así que fuimos a filmar a muchos lugares de los que habíamos leído mucho, pero a la vez había momentos de mucho silencio donde todo se volvía pura emoción. Con Ana teníamos claro que todas las imágenes que capturásemos en las islas debían ir acompañadas por los relatos de Fabián, que en la película representa con la voz de Rafael Spregelburd”.

Para los directores, Malvinas sigue siendo una herida profunda que se mantiene presente en millones de argentinos. De varias formas, para ellos la película busca indagar en aquellos días para obtener una nueva mirada. “Nosotros con esta película queríamos corrernos de las reivindicaciones soberanas, del territorio o del sentido de la guerra. En realidad buscábamos ver otras aristas de las consecuencias que marca una guerra y no replicar las narrativas que ya estaban. Siento que hay como un trauma y de eso no se habla, aunque a la distancia tarde o temprano todo sale y de alguna manera –peor o mejor– se elabora.  Que el cine siga produciendo relatos de este tipo tiene que ver con que todavía hay mucha necesidad de hablar y contar historias sobre lo que pasó en Malvinas. En ese sentido, el documental siempre aporta nuevas maneras de ver algo que como argentinos nos atravesó, más allá del tiempo transcurrido, a todos nosotros”, concluye Ana Fraile. «