Vidal recibe fuego cruzado de Macri y ya enfrenta una interna en su armado

La gobernadora María Eugenia Vidal no tuvo tiempo de digerir la derrota: un día después de las elecciones arrancaron los reproches y recrudecieron las internas dentro de Cambiemos en torno al rol que quiere ocupar como jefa de la oposición después del 10 de diciembre.

Los primeros golpes vinieron de la Casa Rosada. Le endilgaron haber encarado una campaña para perder y para que Mauricio Macri no pueda llegar al balotaje, al no cosechar más votos en el Conurbano bonaerense, talón de Aquiles del triunfo de Alberto Fernández. Desde La Plata contrarrestraron la movida con números y también recordaron los distintos «gestos» que Vidal tuvo para con su jefe, como no desdoblar las elecciones, desestimar el Plan V y seguir la estrategia de polarización diseñada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al pie de la letra.

Los gestos que siguieron vinieron de Jorge Macri, intendente de Vicente López, quien blanqueó la pelea en torno al liderazgo en la Provincia y sus aspiraciones para 2023 como jefe de PRO bonaerense. «Ya no hay una gobernadora que nos represente a todos», soltó, y dijo que habrá, en cambio, «una mesa política amplia» donde estén representados los intendentes, los legisladores y otros actores del PRO, la UCR y la Coalición Cívica.

El primo del presidente, quien resultó reelecto por el 62% de los votos, tiró la frase al final de la reunión que la propia mandataria encabezó con los intendentes de Cambiemos en la República de los Niños, después de la primera reunión por el traspaso con Axel Kicillof.

Un rato antes, Vidal había insistido con la necesidad de mantener la «unidad» y de funcionar como bloques únicos en la Legislatura. «Los próximos cuatro años nos encuentran sólidos, bien parados, con buen número de representatividad», les remarcó. «Lo que importa acá es la unidad más allá del liderazgo», lanzó la mandataria en lo que pareció un mensaje destinado justamente a Jorge Macri.

En el mismo encuentro, las autoridades del Foro de Intendentes Radicales se mostraron de acuerdo con la idea de armar una conducción «colegiada» y «horizontal» en la que no haya un liderazgo único, aunque aclararon que el debate recién comienza.

El domingo se eligieron 46 diputados y 23 senadores provinciales. Aunque perdió, Vidal logró una buena cosecha de legisladores, que le permitirán sostener el poder que hoy tiene, siempre y cuando continúe la unidad, o en caso de armar un interbloque, reconozcan su liderazgo.

Tras el recambio de diciembre, el Frente de Todos quedará con 45 bancas en la Cámara de Diputados bonaerense, mientras que Juntos por el Cambio tendrá 44, y los unibloques 17 de Noviembre (Mario Giacobbe), Consenso Federal (Fabio Britos) y el FIT (Guillermo Kane) con un escaño cada uno. En tanto, en el Senado, Juntos por el Cambio tendrá mayoría con 26 bancas, mientras que el peronismo tendrá un bloque de 20 escaños.

La situación de casi paridad en Diputados y la superioridad de Cambiemos en la Cámara Alta obligará a Kicillof y a la vicegobernadora, Verónica Magario, a buscar consensos con la nueva oposición para sacar las leyes y en especial el presupuesto 2020, que será el primer desafío para el nuevo gobernador apenas asuma.

Ante este panorama, Vidal ya comenzó a trabajar después de la derrota de las PASO en renegociar los acuerdos con sus socios. El cierre de listas de junio dejó heridos ya que Vidal y su jefe de Gabinete, Federico Salvai, se cerraron sobre un pequeño grupo de funcionarios propios y leales y no abrieron el juego, casi como prepárandose para resistir como oposición.

El primer conflicto que aparece es la elección de las autoridades de los bloques. Vidal y Salvai pujan porque el actual subsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell, sea quien conduzca la bancada en la Cámara Baja, actualmente en manos del radical Maximiliano Abad. Campbell fue cabeza de lista por la primera sección electoral y era el elegido para presidir la cámara si Vidal era reelecta. Pero su nombre genera resistencia entre los intendentes y también entre sus propios pares, ya que, entre otras cosas, fue uno de los pocos que logró imponer candidatos propios en las listas.

En el Senado, el nombre propuesto es el del jefe comunal de Alsina, David Hirtz, quien asumirá como senador en diciembre. El PRO podría darle su bendición en un gesto de consenso hacia sus socios. Las definiciones llegarán después del 10 de diciembre.

Los equipos técnicos comienzan la transición

Después del mano a mano y la foto de María Eugenia Vidal y Axel Kicillof, el martes arrancará la transición en la Provincia. Ese día, el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, y la mano derecha de Axel Kicillof, Carlos Bianco, se reunirán para comenzar a compartir información de cada área del gobierno y en especial de las cuentas y la deuda pública, lo que más preocupa al gobernador electo.

Salvai y Bianco -que es mencionado como eventual nuevo jefe de gabinete- se reunirán a solas en las oficinas que Vidal y sus funcionarios más cercanos tienen en el Museo Nacional Ferroviario, en Retiro. El punto central, aunque no el único, será el Presupuesto del 2020 que será enviado a la Legislatura bonaerense luego de la asunción del 10 de diciembre.

El encuentro entre Vidal y Kicillof tras las elecciones se realizó el jueves en La Plata. El economista le pidió conocer el estado de cada área del gobierno y  también que retrotraiga el aumento del 25% en las tarifas eléctricas que autorizó para los usuarios del interior bonaerense a partir de enero del año que viene.