Los internos harán los componentes del kit que se entregará a 90 mil familias al año. El gobernador recordó la persecución judicial que sufrió el programa. "Al Qunita lo persiguieron y lo trataron de quemar y acá lo tenemos", dijo.
Los componentes del plan Qunita serán producidos por los internos de Olmos y también en otras tres plantas ubicadas en las unidades penitenciarias N° 8 de Los Hornos, N° 32 de Florencio Varela y N° 47 de San Martín. Los internos son cpacitados en cursos cuatrimestrales en los que aprenden a confeccionar todos los componentes del kit como la cuna, la ropa de cama y el ajuar del bebé. El programa es financiado por la Provincia y el Ministerio de Salud lo distribuye dentro del plan Nacional de los 1.000 días.
«Me llena de orgullo que el Qunita se esté fabricando en las cárceles de la provincia», afirmó Kicillof al encabezar el acto en junto a los ministros Julio Alak (Justicia y Derechos Humanos); Nicolás Kreplak (Salud); Walter Correa (Trabajo) y Alberto Sileoni (Educación) y destacó con emoción el rol de Thiago Ares, creador del kit.
En este marco, el gobernador recordó la causa judicial impulsada por el fallecido juez Claudio Bonadio que impidió la continuidad del programa durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y que terminó en 2021 con la absolución de todos los procesados, entre ellos el diputado nacional Daniel Gollan y el actual ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak. «Su objetivo fue perseguir, no le importaban los pibes, las familias, los beneficiarios, le interesaba estigmatizar, ensuciar, y en el marco de esa infame causa judicial, mandaron a quemar las qunitas. Es una historia difícil de comprender. El juez Bonadío mandó a quemarlas en vez de distribuirlas. Fue el límite de la maldad que conlleva la persecución judicial», resaltó.
Kicillof aseguró que la reedición de ese programa que ayuda a prevenir la muerte súbita «es un hecho de justicia» y precisó que se fabricarán 8 mil Qunitas por mes y 90 mil en total por año. También remarcó el esfuerzo y la coordinación realizada por ocho ministerios y el Banco provincia para que se pusiera en marcha. «Cuando uno tiene el compromiso, aparece un componente adicional que sazonó todo este proceso que es la militancia. Este es un gobierno de militantes y el Qunita es un resultado claro», subrayó.
El ministro de Salud, Nicolás Kreplak, por su parte, anunció que las primeras Qunitas fabricadas en las cárceles bonaerenses se entregarán en las próximas semanas. «Esta política sanitaria es impactante, es mucho más que un kit, más que una cuna, se garantiza un sueño seguro y reducir problemas que generan una mortalidad», señaló el ministro y anticipó que será entregado «en las más de 200 maternidades que hay en la provincia de Buenos Aires», pero que antes «tiene que cumplir estándares de calidad para evitar errores, complicaciones».
El funcionario indicó que esta política «va a llegar a 90 mil niños y niñas que nacen cada año en la provincia de Buenos Aires, población que es beneficiaria de la asignación universal por embarazo y por hijo».
Cárceles
Durante el acto, Kicillof también destacó los cambios impulsados en el sistema penitenciario bonaerense, la ampliación de plazas y los programas de reinserción laboral como el que permitirá fabricar el Qunita.
«Nuestro objetivo cuando asumimos era transformar el sistema penitenciario porque, además de haber sido declarado en crisis humanitaria, lo recibimos desfinanciado, abandonado, hacinado, en condiciones inhumanas y el resultado de eso es que los internos no salen para reinsertarse en la sociedad sino a reincidir», señaló.
En ese sentido, el gobernador precisó que cuando asumió en 2019 había 51 mil internos y 12 mil plazas en las unidades penitenciarias. «Había hacinamiento y esto es central para la seguridad pública, si no se invierte en esto después dicen que reinciden, pero si no cambia nada vamos a tener el mismo resultado», sostuvo.
Detalló que ahora están en marcha obras para completar 8 mil plazas y que se construirán 4 mil más en 2023. «A las 24 mil que hay vamos a agregar 12 nuevas. La mitad entera de todo lo que había lo vamos a construir en 4 años. Llevó 200 años construir 24 mil plazas y en cuatro años agregamos un 50% más», detalló.
Por último, reivindicó la importancia de promover la educación y el trabajo en las unidades penitenciarias para bajar la reincidencia y aseguró que en la actualidad «17 mil internos son estudiantes y que la tasa de reincidencia bajó a la mitad».
Se lo dijo a Tiempo Mario Calegari, secretario de Prensa del sindicato.
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Deseo que alguna vez se debata seriamente y con un proyecto concreto para evitar la reincidencia. Otorgar educación que no sólo sea de "saberes y oficios". Difícil en estos tiempos de escases