La Casa Rosada sigue en silencio tras el escándalo que golpea al ministro de Justicia. Las explicaciones que dan cerca del funcionario y el ruido interno en torno a la figura de un funcionario controversial.

Las grabaciones fueron reveladas por el equipo periodístico de Jorge Rial, integrado por los periodistas Mauro Federico e Ivy Cángaro. Si bien señalaron que el encuentro duró una hora y media, la filmación “cruda” es de poco más de 10 minutos en los que se ve al ministro sentado en la punta de una mesa y a Ballard a su costado, entusiasmado con las promesas y alardes del hombre del gabinete libertario.
Hay varios pasajes llamativos en el contenido de la reunión, ya que ponen bajo observación el correcto cumplimiento de las funciones del ministro. En uno de ellos, Cúneo Libarona aparece contándole a Ballard que quedó muy asombrado con la película Sound of Freedom, inspirada en la historia del activista, y que lo motivó a trabajar en la redacción un proyecto de ley para incorporar en la Argentina figuras penales que detectó en el film.
En ese momento, Cúneo Libarona le prometió a Ballard enviarle el borrador de la iniciativa «para que lo mires y lo corrijas antes de mandarlo al Congreso nacional».
En otro momento de la grabación, el funcionario le ofrece a Ballard contactos con medios de comunicación para limpiar su imagen y ayudarlo a difundir su activismo. «Yo te puedo ayudar para cambiar ese malentendido que hubo en nuestro país, te consigo medios y nos ponemos en campaña para que puedas venir y armamos algo lindo. Incluso te podría conseguir algunas reuniones con jueces de distintos ámbitos y universidades para que vos cuentes tu historia y la problemática», se lo escucha a Cúneo.
Ese “malentendido” serían las denuncias por abuso sexual que presentaron en Estados Unidos varias mujeres con las que Ballard trabajó en Operation Underground Railroad, la organización contra la trata de la que tuvo que irse tras las demandas.
«Wow, me encanta su plan», se lo escucha responder a Ballard.
Qué dicen en la Justicia
Tras la filtración de la cámara oculta, en el gobierno optaron por el silencio. Tiempo consultó en varios despachos de la Casa Rosada, pero no hubo respuestas.
Donde sí respondieron los pedidos de comentarios fue cerca del ministro, donde buscaron minimizar el episodio y confirmaron que la reunión fue real y también su contenido. Sobre esa conversación, dijeron que Cúneo Libarona estuvo «perfecto», ya que se limitó a decirle que «debería educar y difundir (NdR: su activismo) entre jueces, universidades y medios».
Si se tiene en cuenta la explícita oferta que Cúneo Libarona le hizo a Ballard para «cambiar ese malentendido que hubo en nuestro país», esa explicación no cierra por ningún lado. Menos aún, al recordar que hasta la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo en una entrevista con el medio NG Federal que Ballard «se aprovechó en 23 oportunidades de mujeres a las que ponía como pantalla para un procedimiento de trata y después las abusaba o intentaba abusarla».
En el entorno del funcionario definieron al polémico activista como «un especialista en trata de niños», señalaron que la conversación versó sobre ese punto y que la intención de Cúneo fue que «se tome conciencia del problema» y «nada más».
En la cúpula del Ministerio también le dijeron a este medio que el ministro no sabía que lo estaban filmando. Y precisaron que la persona que grabó la conversación era del equipo de Ballard.
¿Fuego amigo?
Más allá del escándalo en torno a la cámara oculta y su contenido, que ya cosechó pedidos a Milei para que lo remueva del cargo y hasta proyectos en el Congreso para avanzar en el juicio político, hay una interpretación que es imposible de soslayar y que apunta a la posibilidad de que la filtración sea una acción de fuego amigo. Desde el entorno del ministro no respondieron ante la consulta de este medio sobre esa posibilidad.
Cúneo Libarona está desde hace meses bajo la lupa y las versiones de una inminente eyección del gabinete cada tanto vuelven a flote. Lo cierto es que hasta ahora este poderoso abogado ha logrado sortear esas presiones y mantenerse en el gabinete, aunque con poder de fuego limitado.
En el mundo de la Justicia hay quienes con soltura señalan que el que hasta ahora ha ostentado de mayor músculo político no ha sido Cúneo Libarona sino su segundo, el secretario de Justicia Sebastián Amerio, hombre del asesor Santiago Caputo.
Amerio, que también representa al Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura presidido por el cortesano Horacio Rosatti, ha sido, por ejemplo, el único nexo entre la Corte Suprema y la Casa Rosada.
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