Cinco siglos igual*

Por: Carlos Ulanovsky

En 1970 apareció un libro que recorrió Latinoamérica (y luego el mundo entero) que por su intención divulgadora y docente educó y encendió el deseo de discutir, aprender y cambiar. Nada más pertinente para decir sobre Las venas abiertas de América Latina –de él se trata- que a 50 años de su aparición mantiene la condición de haberse adelantado a su tiempo. Medio siglo después de su salida mucho (¿o habría que decir todo?) de lo que el libro planteó sigue sin resolverse y, en muchos aspectos, está todavía peor. Así lo dijo Eduardo Galeano, porteño de Montevideo, Buenos Aires y Barcelona: “Cuando en 1970 lo escribí, el sistema toleraba más náufragos que navegantes. Hoy veo con asombro que la proporción de náufragos es mucho mayor”. Su detallada y dramática memoria del saqueo, convertida en clásico indiscutido, recibirá un merecido homenaje. La editorial Siglo XXI, que desde hace años difunde la obra completa de Galeano, lanzará el 1 de abril una edición conmemorativa con una diagramación renovada y con ilustraciones en tapa e interiores del dibujante Tute.

Galeano tenía 31 años cuando lo terminó, luego de cuatro años de recolección de datos y 90 días de escritura. El libro abre con una frase sin vueltas: “La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder”. La época de la edición inicial (a cargo de Siglo XXI de México) era de esforzadas redenciones y soñadas revoluciones. De esos propósitos tomaron veloz cuenta los poderes represores de la época que con violencias obturaron de cuajo todos los caminos de cambio. Apunta Galeano: “El Imperio, incapaz de multiplicar los panes, hace lo posible por suprimir a los comensales”. Con ironía, el autor reconoce lo que contribuyó con la difusión. “Al principio el libro superó el entendimiento de los dictadores y de los censores porque muchos de ellos pensaron que, por el título, se trataba de un libro de medicina. Claro, hasta que se dieron cuenta. Los comentarios más favorables no llegaron de ningún crítico literario, sino de las dictaduras militares que lo elogiaron prohibiéndolo o denunciándolo como instrumento de corrupción de la juventud”. El libro y su autor pasaron a ser nombres malditos en Uruguay, Chile y la Argentina. Ya lejos de su Uruguay natal y de la Argentina, exiliado en España escribió en 1978: “Desde la primera edición… el sistema ha multiplicado el hambre y el miedo; la riqueza continuó concentrándose y la pobreza difundiéndose”.

Grandes Hitos

Se sabe que apenas lo terminó, Galeano presentó el libro en el concurso de la Casa de las Américas, en La Habana. “Perdí”, se lamentó y agregó: “Según el jurado el libro no era serio”. Sin embargo, fue esta institución cultural cubana, de la que Galeano permaneció cerca siempre, la que editó por primera vez el libro, a la par de una editorial universitaria de Montevideo. En los tiempos iniciales el libro tuvo baja repercusión, hasta que desde distintos sectores se lo reconoció como un libro de historia inobjetable que en su introducción y dos partes abunda en la denuncia acerca de las acciones de lo que Galeano llamó “los proxenetas de la desdicha” y sus tremendas consecuencias, todavía vigentes: desocupación, analfabetismo, miseria, enfermedades, violencia, exclusión, colonización, explotación, dependencia, intolerables inequidades que persisten. Muchas de esas cosas son las verdaderas venas latinoamericanas aún abiertas. Desde el siglo XV y siguientes cuando los filones a arrebatar eran el azúcar, el café, la banana, el oro, la plata, el caucho, así como los de ahora son la soja, el litio, el petróleo, el agua, las tecnologías o las mismas vacunas anti-Covid que, ya se sabe, no serán para todos.

Este manual de las grandes tropelías de los imperialismos fue material formativo para miles de devotos lectores, como en su tiempo reconocieron haber sido Lula y Evo Morales. Muchos años después, en el marco de la quinta Cumbre de las Américas en 2009 en Trinidad y Tobago, el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez le regaló al presidente norteamericano Barack Obama un ejemplar del libro en inglés. En un par de días el libro superó miles de puestos hasta instalarse en la lista de los cinco más pedidos en el mundo. Carlos Díaz, actual director editorial de Siglo XXI en Argentina, reconoce que el audaz obsequio de Chávez también originó una gran remontada de ventas en nuestro país. “Por su calidad y por su alto nivel de demanda permanente un libro como este es el sueño de todo editor”, dijo, consultado por este diario.

La repercusión y vigencia de Las venas… acompañó toda la trayectoria de Galeano. Probablemente, hasta su último día (falleció el 13 de abril de 2015) debió referirse a él. Aunque jamás se arrepintió de su contenido, admitió que al momento de terminarlo, “no sabía tanto de política y de economía”. No es infundado ver al resto de su cuantiosa producción siguiendo los ejes ideológicos fundamentales del libro inaugural. Galeano dejó para la posteridad no solo una cantidad de libros (el catálogo de Siglo XXI ofrece 22 títulos) sino preguntas relevantes dignas de ser revisadas y respondidas a partir de una relectura de su libro convertido en clásico: “¿Es América Latina una región del mundo condenada a la humillación y a la pobreza?; ¿Condenada por quién?; ¿Culpa de Dios? ; ¿Culpa de la Naturaleza?; ¿El clima agobiante, las razas inferiores, la religión, las costumbres?; ¿No será la desgracia un producto de la historia, hecha por los hombres y que por los hombres puede, por lo tanto, ser desecha?”.

*Tema compuesto e interpretado por León Gieco. Se sugiere su escucha, antes, durante o después de la lectura de esta columna.

Compartir

Entradas recientes

«Desbarrancada», un drama íntimo que articula deseo, maternidad y negocios oscuros durante la dictadura

La película de Guadalupe Yepes indaga en el vínculo emocional de dos personajes atrapados en…

43 mins hace

«Cromañón nos pasó a todos», un ritual colectivo para descifrar heridas que continúan abiertas

Gustavo Moscona la memoria en performance en una obra que desafía convenciones. El dispositivo que…

43 mins hace

Ping pong con Alejandro Bercovich: «Me gustaría tocar bien la batería y ser como Catriel Ciavarella»

Es uno de los periodistas y economistas más reconocidos del país. Su estilo elude la…

44 mins hace

César Stroscio, el hombre gris que pone versos al fuelle

Stroscio acompañó al "Tata" Cedrón por 25 años y ahora vuelve, cada tanto, para tocar…

45 mins hace

La villa como universo literario y la tradición boliviana como espejo mágico del mundo

En los cuentos de La perrera, el argentino Gustavo Barco ofrece una voz narradora novedosa…

46 mins hace

Agenda de espectáculos con lo mejor de la semana: Boy Olmi, Bandalos Chinos, Los Cafres, David Lebón y más

Las propuestas más atractivas de música, cine, teatro, streaming y diversas actividades culturales.

47 mins hace

Agenda de cultura

Música, cine, teatro y mucho más. Mirá todas las propuestas.

48 mins hace

Papá Noel

49 mins hace

Mundial 2026: oficializaron fecha y hora de los partidos de la Selección argentina en fase de grupos

Jugará contra Austria, Argelia y Jordania. Los partidos serán en Kansas City y Dallas, con…

52 mins hace

Estados Unidos presenta la Estrategia de Seguridad Nacional de 2025

Miembros del Observatorio Lawfare, los autores comparten reflexiones sobre el rol asignado a América Latina…

5 horas hace

Homenaje a Enrico Calamai, el “Cónsul de los desaparecidos” que salvó a más de 300 perseguidos políticos

En un acto en Foetra, Calamai fue reconocido como socio honorario por su acción comprometida…

6 horas hace

El ruido del ajuste: los cazas supersónicos F-16 sobrevolaron Buenos Aires y fueron presentados en Córdoba

Los primeros seis aviones de combate efectuaron una pasada por CABA. El festejo militar del…

7 horas hace