La escudería del argentino, última en el Campeonato de Constructores de 2025, apunta todos los cañones al próximo año. Sumó ingenieros de gran experiencia, tendrá motores Mercedes y se enfocó en el plano aerodinámico, que será clave.

El auto fue de mal en peor. Comenzó como uno de los más lentos y terminó como una carreta. Sin embargo, parte de esta pesadilla fue planificada. El italiano Flavio Briatore, polémico factotum de los últimos títulos de Renault (2005 y 2006) volvió a la F1 luego de 15 años, tras irse por el escándalo de 2008, cuando se comprobó que mandó a un piloto a estrellarse para beneficiar a otro.
Briatore llegó a Alpine (nueva nomenclatura de Renault) en 2024 como “asesor”. En mayo de 2025, el británico Oliver Oakes, director del equipo y máxima autoridad, dio un portazo por la influencia creciente de Briatore, quien asumió su cargo.
El empresario italiano no titubeó y, a sabiendas de que era muy difícil mejorar el rendimiento del auto en la temporada, apuntó todos los cañones al 2026. En sus primeros movimientos, bajó a Doohan, subió a Colapinto, cerró trato con Mercedes, reservó presupuesto insistiendo a los pilotos en “no chocar”, sumó a viejos conocidos en puestos importantes y colocó “al 90% del equipo” a trabajar en el coche del próximo año: el A526.
Los especialistas advierten que en la próxima temporada de F1, con los importantes cambios reglamentarios, el 70% del auto será la nueva aerodinámica. En ese marco, Briatore se inclinó por delegar la construcción del motor y enfocar los esfuerzos en el plano aerodinámico.
Briatore fichó a un ingeniero de lujo en los últimos meses: el británico Steve Nielsen, que trabaja en equipos de F1 desde los años ’80. El gran salto en su carrera lo dio, justamente, con Renault, a principios de este siglo, cuando juntos llevaron al auto a la cima del mundo.
Nielsen es el Director General de Alpine y es el máximo responsable entre los técnicos que arman el auto para el año que viene. “Enstone (sede operativa de Renault) es un hervidero de actividad y está completamente centrado en 2026. Si revisas los departamentos, solo verás piezas para el coche del año que viene: chasis, cajas de cambios y todo tipo de cosas”, apuntó Nielsen en una reciente entrevista.
Briatore contrató también al ingeniero francés David Sanchez como Director Técnico Ejecutivo. Sanchez comenzó su carrera en Renault, en 2005. Estuvo desde 2007 en McLaren, donde se hizo un nombre de importancia y pasó en 2012 a Ferrari.
Sanchez fue una de las principales cabezas en la escudería italiana hasta 2023. Luego de un breve retorno a McLaren, llegó el año pasado a Alpine, con el objetivo de crear un auto competitivo para 2026, cuando se estrene el nuevo reglamento.
Requeriría de varios artículos explicar todas las implicancias del nuevo reglamento. Entre las principales, se encuentra el fin del DRS o, según el punto de vista, el nacimiento del doble DRS.
El Sistema de Reducción de Resistencia (DRS, por sus siglas en inglés) ingresó en la F1 en 2011, con el fin de facilitar adelantamientos en las rectas. Cumpliendo determinados requisitos, el piloto podía activar el DRS para adelantar. Básicamente, se abría un alerón trasero y aumentaba la velocidad del auto de 10 a 20 km/h. Tal como lo conocemos, dejó de existir.
Sin embargo, los nuevos alerones, tanto delanteros como traseros, tendrán movilidad y se podrán usar en todas las rectas. Por las características de los nuevos autos, esto no se traducirá en un aumento tan grande de la velocidad, pero sí ayudará a la eficiencia del coche.
Para los sobrepasos, entonces, el diferencial estará en la unidad de potencia. Un plus de energía eléctrica se podrá usar cuando el auto que busca adelantar esté a menos de un segundo del oponente que va delante, en la recta.
“Las nuevas reglas son una gran oportunidad para achicar las diferencias: cuando las reglas no cambian, los líderes van sacando más ventaja, pero con un cambio grande todos parten desde cero y ese es un buen momento para avanzar”, afirmó Sanchez, en reciente diálogo con Infobae.
Sanchez reveló también que hacia el final de la temporada que acaba de terminar, alrededor del 90% del personal de Enstone trabajaba en el auto nuevo.
Para adaptarse a este nuevo escenario, Alpine puso la confianza en Mercedes. La escudería francesa dejará de tener un motor Renault y pasará a contar con los promisorios fierros alemanes. Este es, sin dudas, el cambio más importante.
Además del motor, Mercedes aportará también la caja de cambios y la suspensión trasera. En la próxima temporada, 4 equipos tendrán motor Mercedes: el homónimo, McLaren, Williams y Alpine.
David Sanchez indicó que “una de las claves de la nueva normativa es avanzar hacia una mayor electrificación e intentar lograr un equilibrio del 50% entre ambos sistemas (NdR: actualmente es 80/20)”, en relación con la potencia que otorgan el motor de combustión y la batería eléctrica.
Según F1 Insider, el motor de combustión interna alemán es el de mayor potencia, con una máxima de 563 caballos de fuerza (hp). Ese motor explica el 50% de la potencia del nuevo auto. La otra mitad viene de la parte eléctrica; unas baterías muy potentes que tienen los monoplazas. En este siglo, Mercedes ha destacado por ser vanguardia en la cuestión eléctrica. Todo indica que la potencia está asegurada.
Por su parte, Alpine es de los pocos equipos que ya tienen validado el chasis del año que viene, con lo cual pueden enfocarse en otras cuestiones y llegar bien pisados cuando puedan empezar a poner el auto en la pista, el 26 de enero próximo.
Otro punto importante en la preparación es “el túnel de viento”. Se trata de una instalación diseñada para crear flujo de aire, donde los autos realizan pruebas aerodinámicas. En criollo, es una suerte de pecera con un ventilador gigante que simula el viento en carrera y el equipo puede notar el comportamiento del auto.
El túnel de viento es clave y es carísimo. Son pocos los equipos que tienen uno propio. El resto, cuenta con el túnel oficial de la categoría, que se puede usar por determinado tiempo, acorde al reglamento.
Entre las cuestiones reglamentarias que influyen en el uso del túnel, se encuentra la ubicación en el campeonato. Cuanto peor ubicado está el equipo, más tiempo puede usar el túnel para mejorar el auto, en una regla compensatoria.
Luego de marchar último durante dos semestres consecutivos, Alpine tiene horas de sobra para trabajar en el túnel, lo cual puede significar una ventaja importante a la hora de preparar la aerodinámica del auto. De hecho, en los últimos meses, Alpine usó el túnel de viento para el A526.
Así las cosas, con el motor delegado en Mercedes, con recursos puestos desde hace meses en el 2026 y con horas extra en el túnel de viento, Alpine se prepara para dar el salto en 2026 y colocarse, al menos, en el pelotón del medio.
Si el plan Briatore funciona, quedará en manos de Gasly y de Colapinto la posibilidad de sumar puntos importantes durante el próximo año, salir del fondo y, por qué no, ilusionarse con devolver a Alpine/Renault la gloria de hace dos décadas. «
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