De una tortilla maya a la advertencia por las cesáreas: la historia de José Belizán, el obstetra premiado en el mundo

“Teníamos conocimiento que en Latinoamérica había una frecuencia muy alta de hipertensión en el embarazo o preeclampsia, una complicación muy seria que causa en el mundo entre 50.000 a 70.000 muertes maternas por año. Sin embargo, recolectando información de Guatemala, observé que tenían una frecuencia muy baja de preeclampsia. ‘¿Habrá algún factor que explica esto?’, me pregunté».

Con esas palabras comienza José Belizán la explicación de cómo le surgió una investigación decisiva que mejoró la salud y el bienestar de miles de embarazadas y bebés en todo el mundo y que ayudó a reducir la brecha sanitaria en las poblaciones más vulnerables. Gracias a esa y otras innovaciones fue que Belizán –médico obstetra e investigador del Conicet del Centro de Investigaciones en Epidemiología y Salud Pública– acaba de ser galardonado con el prestigioso Premio Internacional Gairdner de Canadá 2023 en la categoría Salud Global, “por el desarrollo de intervenciones globales innovadoras, basadas en evidencia y de bajo costo en la salud materno-infantil durante el período perinatal, mejorando el bienestar y la atención durante el embarazo, reduciendo la morbilidad y mortalidad, y promoviendo la equidad en poblaciones vulnerables”, en palabras de la Fundación Gairdner.

Pero volvamos a esos días en Guatemala. José tiene una presunción. Y la constata: «Resulta que, de encuestas nutricionales, surgió que las mujeres de más bajos recursos tenían una ingesta muy alta de calcio, y no por el consumo de lácteos, sino por una costumbre milenaria de los mayas para preparar las tortillas de maíz: la nixtamalización, o agregado de cal al maíz antes de la molienda”.

La observación inicial se transformó en una hipótesis y en una serie de estudios a lo largo de varias décadas, desde modelos animales hasta intervenciones de suplementación en mujeres “y definitivamente se comprobó que la ingesta de calcio previene la preeclampsia, complicación que produce muertes maternas, muertes en los niños y consecuencias a largo plazo. A partir de nuestros estudios, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tomó una recomendación internacional de que todas las mujeres que tengan una baja ingesta de calcio deben aumentarla”.

De la incisión al exceso de cesáreas

Eso no es todo. También realizó otras contribuciones significativas como un estudio en Rosario (ciudad en la que nació y reside), donde comprobó que la episiotomía (incisión que se hace entre la abertura vaginal y el ano durante el parto) no debe realizarse de rutina, ya que es un procedimiento muy agresivo para la mujer. “Después de cada parto, en un período tan relevante de la relación madre/niña/o, sufren molestias y dolores a causa de ese corte”, explicó.

El trabajo desarrollado en Argentina se publicó en The Lancet (1993) y, a partir de esa evidencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también emitió una recomendación en contra del uso rutinario de esa práctica, lo cual hizo que se redujera tanto en países de altos como bajos y medianos ingresos.

También documentó que muchas cesáreas no eran necesarias, y pudo demostrar que la mala ingesta materna repercute en el desarrollo del feto y tiene consecuencias en sus hijas/os.

Saludo presidencial

La ciencia nacional atraviesa uno de sus mejores momentos de los últimos años. Y un ejemplo es el reconocimiento de algunos de sus investigadores a nivel mundial. Tras el premio «Nobel» de Matemáticas a Luis Caffarelli, ahora llegó el turno de José Belizán, que obtuvo el mismo galardón que antes habían recibido los Premio Nobel Luis Federico Leloir y César Milstein, y el cardiocirujano René Favaloro.

Tras la novedad lo saludó el presidente de la Nación, Alberto Fernández, a través de una videoconferencia en la que estuvo acompañado por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; la titular del Conicet, Ana Franchi y el científico Alberto Kornblihtt.

El mandatario felicitó a Belizán por el reconocimiento que recibió, otorgado a investigaciones con base científica que hayan mejorado la salud y el bienestar de quienes se enfrentan a desigualdades sanitarias en todo el mundo.

Por su parte, Filmus indicó: “Un orgullo el trabajo y los aportes de Belizán. Su recorrido es admirable porque en otro país desarrollaría su colaboración más significativa que impactaría mundialmente; lo mismo a su regreso, donde continuó investigando sobre temas que vuelven a ser relevantes para la salud de la madre y el/la niño/a. Una ciencia sin fronteras que repara vulnerabilidades, que impacta positivamente en nuestras vidas, que da respuestas a demandas y en esto la ciencia básica tiene un rol fundamental porque abre el camino a lo que viene después, sus aplicaciones. Mi profundo agradecimiento a Belizán”.

Belizán, quien también integra el Laboratorio de Biología Ósea de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), se desempeñó en cuatro países de la región y centró su trabajo en la investigación aplicada en la salud durante el embarazo. Uno de sus principales aportes a la salud pública proviene de una observación que realizó hace más de 40 años, cuando, exiliado con su familia durante la última dictadura argentina, mientras trabajaba en el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP), en Guatemala.