Edelmiro Molinari: “Es muy hermoso saber que cosas que tocaba a los 20 años siguen vigentes”

Acompañado por el baterista Sebastián Peyceré, Edelmiro Molinari vuelve a los escenarios con un show que une su legado como referente histórico del rock nacional con un recorrido sonoro de nuevas texturas e improvisación. Para ello, el fundador de Almendra y Color Humano tendrá un condimento original: Los Espíritus se sumarán como invitados especiales y acompañarán a Edelmiro en varias canciones, creando un cruce generacional que promete sorprender. Se presentarán la semana próxima en La Carbonera, en San Telmo.

“Estamos siempre al pie del cañón y buscando esas uniones entre músicos que son muy especiales, que se forman de manera no buscada. Parece esa cosa increíble entre interpretar canciones y bromear fuera del escenario. Esas conexiones marcaron mi vida; eso es lo que quiero mostrar en este y en los conciertos que vendrán. Ya tengo recorrido más de tres cuartos de siglo de vida, y es muy hermoso saber que cosas que tocaba a los 20 años siguen vigentes, influenciaron a otros y podemos juntarnos tocando algo que se inició quizá hace 40 años o más”, comenta el guitarrista de 78 años.

Según su mirada experta, la música siempre está en movimiento, pero el rock tiene algo especial. “Creo que todos escuchamos y tenemos referencias, influencias de todo tipo; miramos un poco hacia atrás, por supuesto —no vas a tener una referencia en algo futuro—, pero lo loco es que cuando uno hace algo no piensa que eso puede volverse una guía para otros. Pero es así. Lo que yo viví en la década del 60 cambió todo. La música, en términos generales, cambió. Empezaron los grupos, las bandas, fue una explosión. Woodstock, el Mayo Francés… nos cambió. Y en un momento nos llegó esa onda expansiva y, como quien no quiere la cosa, nos dimos cuenta: ‘Bueno, acá en Buenos Aires va a pasar algo’. Y nos trajo hasta acá, hasta este recital que voy a dar en San Telmo”, bromea, filosofando el artista.

Sobre su relación con Los Espíritus, Edelmiro asegura que no es nada forzada, sino pura admiración mutua. “Me encanta lo que se da, es una relación divina. Hay algo que nos une y nos mantiene afinados. Esas cosas que vas encontrando entre distintas generaciones y no sabés bien por qué. Compartimos las mismas ilusiones; nos parecemos en los sueños y aspiraciones de que todo sea mejor de lo que es. Vamos a hacer un repertorio especial, único diría. Efímero. Te cuento algo pero no todo, porque si no le saca la gracia a los que vengan: son todas creaciones nuevas, ni mías ni de ellos, de todos. Nos estamos fundiendo musicalmente, realmente, pero sin intención. Porque esas cosas se ven o no se ven; en este caso sí, está. El punto final de este recital no es el punto final. Siento que es el comienzo de algo: para ellos y para mí”. Para Molinari, la unión hace la fuerza, y es lo que el planeta necesita. “Es que no se puede explicar: nos juntamos, tocamos y nos unimos más entre todos. Hace mucha falta eso en todo el mundo. Creo que tenemos la suerte de compartir estas cosas a través de la música”, asegura.

Para él, la música es algo emocional, y la conexión con la gente de todas las edades es algo que le gusta sentir; por eso el retorno a los escenarios, más allá de la necesidad de trabajo, claro. Con un mensaje en su cuenta de Instagram el pasado miércoles 14, Edelmiro, en un acto de catarsis, expresó su preocupación por la posibilidad de quedarse sin hogar junto a su familia si no logra resolver su situación financiera. Una problemática que, según él, afecta a los artistas veteranos. En su publicación, el músico mencionó además que su jubilación es mínima y que, aunque cuenta con el apoyo de la mutual de SADAIC y algunas regalías, esos ingresos no son suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Pedía oportunidades y una valoración a tantos años de trabajo, siendo su testimonio una muestra de la frágil situación que experimentan muchos artistas en el país. “Fue muy hermosa la respuesta de la gente. Me hacía falta decir lo que estamos sufriendo todos los músicos. Los de verdad, no los bancados por marcas, por empresas, por estudios de mercado. En realidad, el camino del músico —del músico de formación, aunque sea extraordinario— es muy difícil. La falta de trabajo, de cierta continuidad, acá y en todos lados, afecta la calidad. Entonces se hacen cosas que son tirando a lo mediocre, y no es lo ideal”.

Asegura que no es una queja, sino que no comparte cómo se manejan las cosas hoy. Que se haya dejado de lado lo artesanal. “Inclusive podés comprar con tarjeta de crédito entradas a festivales a los cuales no sabés ni siquiera a quién vas a ver. El dinero, las luces, los espectáculos, las visualizaciones en redes… es lo único que interesa. A mí me parece un horror esto de poner a un tipo que no está cantando en vivo con sus compañeros, o usar la inteligencia artificial para componer”.

No todo está perdido, asegura Edelmiro Molinari. “Pero es muy difícil, porque es como en el medio ambiente: ya contaminamos mucho. Pero bueno, no es imposible mientras exista la voluntad y tengamos algo para cantar y decir cosas que compartamos con el público. La gente de este milenio es impresionante, siempre muy informada, y hay personas muy interesadas en lo que tengas para ofrecer. Eso es un lindo desafío. Siempre hay que tratar de estar juntos, compartir, que vamos para adelante”.

Edelmiro Molinari en vivo

Junto a Los Espíritus y el baterista Sebastián Peisere. Jueves 11 de diciembre a las 21 en La Carbonera, Carlos Calvo 299 (CABA).