La historia del merendero Los Peques de Ezeiza, y de una de sus coordinadoras, que logró conseguir a través de las redes las 60 camisetas que añoraban los niños y niñas.

El comedor funciona desde hace 10 años y recibe a 60 niñas y niños de 1 a 17 años, vecinos del barrio y alrededores. Está a cargo de Adriana, la cocinera y un grupo de cinco madres y voluntarias. Ese domingo, Carolina repartía los juguetes que habían gestionado por medio de donaciones con su camiseta de Argentina puesta. “Fui a dejar los regalos de Navidad como habíamos planeado y una nena me miraba, después me dice ‘yo también quiero una camiseta, dame la tuya’”, cuenta a Tiempo.
“Las nenas me pedían camisetas y me quedé mal, ahí me di cuenta que tendríamos que haber pensado: en vez de juguetes normales como todos los años, unas camisetas a todo el mundo”, cuenta. El merendero se sostiene con el aporte de muchos vecinos y algunos víveres que deriva el municipio. Lo poco que logran reunir de dinero se invierte en comida. Incluso los juguetes provienen de una donación, es decir, no pudieron elegir qué comprar.
Carolina es voluntaria del merendero desde el inicio de la pandemia, en 2020, cuando vivía en el barrio. Si bien ahora se mudó, continúa colaborando en su organización. Dice que Güemes es un barrio de casas quintas, donde la gente es cuentapropista y trabaja, en su mayoría, de changas y tareas de mantenimiento.
Cuando volvió a su casa, después de repartir los regalos, Carolina descargó un poco de la frustración que sentía en las redes sociales. “En Twitter vi en un posteo que un señor repartía con su camioneta camisetas a unos pibes de un barrio y puse ‘qué lindo sería tener 60 camisetas para poder entregarle a nuestros peques con su merienda y que salgan por el barrio con ellas felices’. Lo puse como algo más de lo que siempre escribo”, explica.
Sin embargo ese tweet solitario, que lanzó al espacio virtual, tuvo una potencia inusitada. “La gente se empezó a copar, se hizo medio viral y abrí un ‘cafecito’ (método de colecta solidaria virtual). En el mismo día, en solo cuatro horas, junté $ 70.000. Al otro día, con mi hijo Joaquín, fuimos al Once y conseguimos las 60 camisetas”, recrea, emocionada.
La comunidad twittera se conmovió con la historia de Carolina y del Merendero Los Peques. “Vamos a a dárselas entre nochebuena y navidad para que las disfruten, solo me queda agradecer a la gente que se copa con estas iniciativas”. Como agradecimiento, posteó fotos su hijo con las decenas de camisetas y prometieron dibujar juntos la tercera estrella dorada en el escudo.
El espacio no tiene personería jurídica, por eso algunas gestiones como ingresar a bancos de alimentos se les dificulta. Sin embargo, quienes quieran realizar alguna donación para cubrir las necesidades de la infancia que concurre al merendero puede hacerlo en este link.
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