Emmanuel Todd: la prueba por Gaza

Por: Eric Calcagno

Con la práctica del nihilismo en lugar de la acción política ya no hay ni bien ni mal, ni justo o injusto, ni verdadero o falso.

Nacido en 1951, Emmannuel Todd suele presentarse a sí mismo como heredero de la tradición historiográfica francesa de la “Ecole des Annales”, comenzada en los años treinta del siglo pasado por Marc Bloch y Lucien Febvre y cuya máxima figura en la segunda posguerra fue Fernand Braudel. Esa Escuela propone renovar el análisis histórico a través de metodologías que convocan otros campos del saber, como la economía y la antropología, lo que permite la consideración del “tiempo largo” y el mediano plazo para situar al acontecimiento en contexto. Todd estudió en la Sorbona, en el Instituto de Ciencias Políticas de París (Sciences-Po, que le dicen) y en Cambridge, donde obtuvo un doctorado cuyo eje es la evolución y la comparación de las estructuras comunitarias y familiares en Europa en el pasado. Quizás esa tendencia a considerar la demografía en el largo plazo y en particular el comportamiento de la tasa de mortalidad infantil lo que le permitió a Todd escribir en 1976 “La caída final” acerca de la desintegración de la esfera soviética: al privilegiar el gasto militar, la sociedad quedaba descuidada.  

Allí ganó cierta fama de intelectual crítico, a su vez criticado por quienes criticaba, lo que es el sueño de todo pensador comprometido. Le siguieron “La ilusión económica” (1998) acerca del declive del capitalismo en los países desarrollados; “Después del imperio” (2002) que trata de Estados Unidos, “La cita de las civilizaciones” (2009) publicado en respuesta y contra Samuel Huntington y la “guerra de civilizaciones”, entre muchos más libros. Ahora Todd ha generado bastante polémica con “La derrota de occidente”, cuya escritura terminó en octubre de 2023. Las críticas de los principales diarios franceses como Le Monde o Libération –un poco menos Le Figaro”- no dejan dudas: Todd es un rusófilo que transmite la propaganda del Kremlin, socava las instituciones democráticas y es poco científico. Además, tendría mal aliento. Nada menos.

Es que en “La derrota de occidente” Todd no plantea esa caída a futuro, como pudo ser en el caso de la Unión Soviética, sino que el título del libro tiene valor de epitafio: occidente ya ha perdido. Por supuesto, el fundamento de la reflexión está apoyado por criterios demográficos, sociológicos y económicos, pero también sobre consideraciones políticas y hasta estratégicas. Un ejemplo es la mala evaluación de las élites occidentales acerca de la guerra en Ucrania: Rusia es una máquina militar superior a Ucrania, por lo tanto hay que derrotar a los rusos a través de un bloqueo económico inmediato y eficaz. Sucedió todo lo contrario: la economía rusa resistió el embate, abrió nuevos mercados y encara una aceleración en la sustitución de importaciones que impulsa la reindustrialización. En el campo militar, el frente quedó estabilizado en una guerra de desgaste, donde el ejército ucraniano entrenado y armado por la OTAN, ve alejarse cada vez más rápido las posibilidades de una victoria, mientras la población joven ucraniana se desangra en ofensivas suicidas.

Para Todd, quien también comete suicido es Europa como proyecto político. Ya no deciden París y Berlín, sino que el eje del poder pasa por Washington, Londres, Varsovia y Kiev. El aumento del costo de vida, por la inflación y la guerra, empuja a la precarización social a vastos sectores de la población europea, en particular a los trabajadores que cobran el salario mínimo. Sin horizontes debido al vacío político y hasta filosófico, pronto engrosarán las filas de la extrema derecha. Y es donde llegamos a la tesis principal del libro: el nihilismo. No, no es el nihilismo ruso, expresado por Dostoievski en el personaje de Raskolnikov, allá por Crimen y Castigo, después de todo usted puede creer en Dios -o no- eso crea un vacío existencial que llama a la acción, incluso al delito. Lo grave es confundir metafísica con geopolítica, ya que la consecuencia es instalar al nihilismo en la política. Creo un vacío que sólo puede ser llenado a través de la guerra. Pero una guerra sin objetivos políticos es una guerra permanente a ultranza. Al principio, el riesgo de una Ucrania otanizada era una amenaza existencial para Rusia, no para Estados Unidos. La situación ha evolucionado de tal modo, afirma Todd, que ahora también es existencial para Norteamérica.

Es el ejemplo que desarrolla en “la prueba por Gaza”. Todd explica la “reacción brutal e impulsiva” de Estados Unidos luego del ataque de Hamas el 7 de octubre en base a la “preferencia por la violencia” de las élites occidentales, que el Presidente Biden simplificó como “Hamas=Putin; Israel=Ucrania”. Es “la propia ignorancia de lo que sucede en el Israel concreto lo que impulsa a los Estados Unidos en defensa de un país que imaginan” y del que se declaran «solidarios sin límites”. Esto habilita a las masacres de civiles en Gaza, legitimadas por los sucesivos vetos norteamericanos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ante las resoluciones que proponían un alto el fuego en Gaza y la provisión de ayuda humanitaria. Es una derrota estratégica, ya que aleja a los países árabes “moderados” de las posiciones occidentales. Para Israel, la derrota también es moral, basta ver las manifestaciones en los campus universitarios de Estados Unidos. No hay un análisis en términos de objetivos,  costos y beneficios, sino la imposición de la violencia generalizada como imperativo categórico. Con la práctica del nihilismo en lugar de la acción política ya no hay ni bien ni mal, ni justo o injusto, ni verdadero o falso. Ese esquema dominante reduce la ecuación a vencedores o exterminados. ¿Será sostenible?

Compartir

Entradas recientes

La «Ley de leyes» del ajuste: se aprobó el Presupuesto 2026

La votación artículo por artículo en el Senado también resultó favorable para el oficialismo, logrando…

5 horas hace

Bahía Blanca: perpetua para 16 represores por crímenes de la dictadura

Tras casi cuatro años de juicio, el Tribunal Oral Federal dictó un fallo clave por…

6 horas hace

Murió Daniel Piazzolla, hijo de Astor y referente de la etapa del Octeto Electrónico

Fue tecladista y participó en la etapa más experimental de la obra del mítico bandoneonista.…

6 horas hace

La Justicia imputó a «Chiqui» Tapia por deudas previsionales en la AFA

La decisión judicial también alcanzó al tesorero de la entidad, Pablo Toviggino.

7 horas hace

Luz verde: Alpine recibió un respaldo clave de la FIA para 2026

La FIA avaló la interpretación técnica que permite a Mercedes sostener el diseño de su…

7 horas hace

Gatillo fácil en Lugano: “No es la primera vez que pasa algo así: ellos vienen a matar, no vienen a apaciguar las cosas”

Así se expresó, entre sollozos, la viuda de Gabriel González, quien murió mientras era reprimido…

7 horas hace

Caputo y Bausili enviaron al exterior el oro del Banco Central sin ningún respaldo documental: ¿dónde está, si todavía está?

La autoridad monetaria le contestó a la Auditoría General de la Nación que no hay…

8 horas hace

Ciclo lectivo 2026: el calendario completo en la provincia de Buenos Aires

El Gobierno provincial oficializó las fechas clave tras la aprobación unánime en el Consejo General…

8 horas hace

Presupuesto: advierten que “derogar el artículo 52 de la Ley es darle al corazón de la educación técnico profesional”

El ítem de la Ley 26.058 de educación técnica establece un fondo de financiamiento. Su…

9 horas hace

Murió Perry Bamonte, histórico guitarrista, tecladista y miembro esencial de The Cure

Su fallecimiento fue confirmado por Robert Smith y la banda, que resaltó su presencia cálida…

9 horas hace

La CGT recibió a Kicillof para analizar el impacto en el trabajo del plan económico y la reforma laboral de Milei

El gobernador bonaerense concurrió con su gabinete. La Confederación reafirmó que dará pelea para frenar…

10 horas hace

FMI, la separación entre DDHH y economía

1985 es también el año de unos de los mayores quiebres y entrega de la…

10 horas hace