Marlene Spessio apuntó contra el presidente por la difusión de una imagen de su hijo. Javier Milei se presentó en la Justicia en la causa que le inició la familia del niño autista. Se negó a borrar el posteo y sostuvo que lo hizo en nombre de "la libertad de expresión".

El presidente se negó en las últimas horas a borrar el posteo en el que se había referido a Ian Moche, el niño con autismo que lo había acusado al mandatario de insultarlo, tras haber presentado un escrito en la Justicia en el que alegó que sus redes sociales son personales y no lo representan como jefe de Estado, además de considerar que está amparado por el derecho a la libertad de expresión.
La presentación judicial, realizada en la causa iniciada por la familia de Ian, buscó despegar al mandatario con el uso del mismo argumento que había expresado en la causa por la criptoestafa Libra, aunque el fiscal Oscar Julio Gutiérrez Eguía dictaminara lo contrario.
«Al principio fue una cacería de brujas. Nos investigaron, nos operaron, sacaron fotos de mi casa, sabían toda mi vida –enfatizó la madre de Ian–. La libertad de expresión también tiene un límite, y el límite está en agredir».
En diálogo con Radio Splendid AM 990, Spessio aseguró: «A mí me hubiera encantado que sea una persona común y corriente, porque cuando suceden estas cosas vos tenés la oportunidad de hablar y que te conteste».
La madre del joven autista recordó un episodio anterior con una organización: «Nos pasó una vez con una fundación que dijo que mi hijo no era autista, un falso autista. Poner la foto de mi hijo diciendo falso autista era horrible. Pedí que retiraran la foto y que pidieran disculpas públicas, y lo hicieron. Esto yo no lo tengo con el presidente».
Spessio lamentó que «con toda la estructura presidencial es imposible llegar o tener contacto» y remarcó que «no nos olvidemos que es un adulto contra un menor».
Según relató, el caso derivó en hostigamiento: «Al principio fue una cacería de brujas. Nos investigaron, nos operaron, sacaron fotos de mi casa, sabían toda mi vida». En ese sentido, planteó que «la libertad de expresión también tiene un límite, y el límite está en agredir».
La mujer insistió en que «solo pedimos que retire la foto de mi hijo y que se entienda que es un menor» y compartió las palabras del propio Ian: «Mi hijo me dijo: ‘Vamos a esperar a ver qué dice la justicia, y si no, en la injusticia’».
«No puedo dejar de ser madre, el presidente no puede dejar de ser presidente –advirtió–. Nos tenemos que presentar ante la justicia y denunciar un hecho de violencia institucional. Hay que hacer valer nuestros derechos y esperar a que la justicia accione».
Finalmente, reiteró: «La libertad de expresión tiene un límite».
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