Hugo Fattoruso presenta Unno Trío: tradición, riesgo y diálogo entre generaciones

El creador de Opa comparte escenario con dos referentes de la nueva escena uruguaya. Un proyecto que mira a la raíz montevideana para proyectarla hacia el presente. Serán cuatro presentaciones, este jueves y domingo en Bebop.

Hugo Fattoruso regresa a Bebop Club con Unno Trío, su formación más reciente, para una serie de conciertos que prometen algo más que un repaso por una trayectoria legendaria. Junto a Mateo Ottonello y Rolo Fernández, dos músicos de la nueva generación uruguaya, el pianista, compositor y multiinstrumentista pone en escena una idea que atraviesa toda su carrera: la música como territorio vivo, en permanente transformación.

Las fechas serán el jueves 18, con funciones a las 20 y 22.30, y el domingo 21 de diciembre, a las 19 y 21.30, en la sala de Uriarte 1658. Un regreso esperado para uno de los artistas fundamentales de la música rioplatense, cuya obra ha sabido dialogar con el jazz, el candombe, el pop y la experimentación sin perder identidad.

Unno Trío condensa buena parte de esa búsqueda. El proyecto nace del cruce generacional y del intercambio como motor creativo: Fattoruso, figura clave desde los tiempos de Los Shakers y Opa, se encuentra con Ottonello -baterista y compositor surgido del jazz rioplatense contemporáneo- y con Fernández, bajista formado en el candombe, la murga y la tradición montevideana. El resultado es un sonido que remite a la raíz, pero que no se detiene en la nostalgia.

Hugo Fattoruso es uno de los músicos rioplatenses más talentosos e influyentes.

En este formato, el candombe aparece como pulso y lenguaje, pero atravesado por la improvisación, los climas abiertos y una libertad que remite tanto al jazz como a la música popular uruguaya. Hay vértigo, escucha mutua y una concepción casi ritual del acto musical: tocar como forma de viaje, como experiencia compartida.

Fattoruso, reconocido internacionalmente como compositor, arreglador y creador inquieto, continúa así una línea que atraviesa su extensa discografía y sus múltiples proyectos: entender la música como algo sagrado, pero nunca solemne; como un espacio donde la tradición se renueva al entrar en contacto con nuevas miradas.