La muerte del soldado en el ‘bautismo’: «No fue un accidente, fue abuso de autoridad»

“Lo mataron, no fue un accidente, fue abuso de autoridad”, afirma Exequiel Chirino, quien está al frente de la lucha que lleva la familia de Matías Ezequiel Chirino por esclarecer lo ocurrido. Su hijo, miembro del Ejército de apenas 22 años, fue encontrado sin vida en lo que habría sido un “bautismo de iniciación”, lo que derivó en una decena de oficiales suspendidos hasta que se resuelva la investigación.

La provincia de Corrientes vuelve a estar sumergida en una polémica. Su familia denuncia que Matía falleció tras ser obligado a consumir alcohol, lo que le provocó una broncoaspiración. En el medio del dolor, una insólita contradicción dentro del Poder Judicial casi estanca la investigación.

Chirino era cordobés, oriundo de la ciudad de Río Cuarto y tras cuatro años de estudios en el Colegio Militar de El Palomar finalmente había sido notificado de su traslado al Grupo de Artillería Nº 3 del Ejército Argentino en la localidad correntina de Paso de los Libres. El “conseguir destino”, como se conoce popularmente a este tipo de traslados, significa un gran paso dentro de la carrera en las fuerzas y, de acuerdo al relato de testigos, se organizó una fiesta de bienvenida o “bautismo” para los nuevos integrantes del cuartel libreño.

Según detalló Chirino padre a la emisora La Dos, el pasado sábado se organizó un agasajo que incluía comida y bebidas alcohólicas en exceso, además de ciertos “juegos” que forman parte del rito de iniciación: “A la noche comienza el protocolo, comer y exigirle a mi hijo que tome, porque en el Ejército eso es una tradición, cualquiera lo sabe”.

Luego de la gran ingesta –continuó– a su hijo lo arrojaron a una piscina y en medio de risas y burlas, finalizaron la “broma” y lo mandaron a dormir. En su pieza Chirino padeció un cuadro de broncoaspiración por alimentos, tal señala la autopsia. En palabras simples, el soldado se ahogó con su propio vómito.

Pasillos

Este jueves desde el Ejército confirmaron que el comandante de la Brigada de Monte XII, el coronel Sergio Jurczyszyn, de la cual depende el Grupo de Artillería mencionado, se presentó ante la fiscalía federal de Paso de los Libres donde se radicó una denuncia por el delito de abandono de persona (Art. 106 del Código Penal de la Nación) y para establecer la responsabilidad de los 11 agentes que tenían a su cargo al subteniente y sus compañeros.

Si bien en primera instancia tanto medios de comunicación como personas vinculadas al sector de las fuerzas negaron que se realicen este tipo de rituales y que Chirino había fallecido por su propia irresponsabilidad al participar y excederse en una fiesta privada, recientemente el doctor Mauro Casco, fiscal de la causa caratulada como «averiguación de causales de muerte», brindó información que dejaría al Ejército como, al menos, uno de los actores principales vinculados al hecho.

«De acuerdo a los testimonios, todo se habría llevado a cabo en el predio del Ejército, ya que allí se encuentran también los dormitorios en donde posteriormente fue encontrado el joven Chirino. Hay una serie de pasillos que conectan el lugar del comedor con los dormitorios», especificó Casco, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas de Paso de los Libres, a radio LT7.

Esto último expuesto por Casco se mantiene sobre un velo de incertidumbre ya que al no haber certezas respecto a cómo y dónde sucedieron los hechos, tanto la Justicia Federal como la correntina entraron en una suerte de puja por establecer a qué fuero le corresponde la causa.

En primera instancia, al ser una muerte ocurrida en Paso de los Libres cuyas causales deben investigarse, la primera intervención fue la de Casco, quien ordenó la autopsia y puso en tela de juicio lo informado. Sin embargo, si se tiene en cuenta que tanto el supuesto ritual como el deceso se dieron dentro de un predio del Ejército Argentino, fuerza de carácter nacional, entonces la investigación debería volcarse al ámbito federal. Ahí ingresa el fiscal Fabián Martínez, como titular del expediente.

«Hasta el momento no hay elementos para formalizar una imputación. También hay que mencionar que de forma paralela, la Fiscalía Federal está haciendo su investigación en base a la denuncia que realizó el padre, de esos hechos que informó él ante la Gendarmería Nacional. Por el lugar del hecho, un predio del Ejército, y además por las características y la gravedad institucional que reviste, tiene interés federal, lo más probable es que la causa termine en la Justicia Federal”, afirmó Casco.

Ritual

En nuestro país, hace años atrás, las fuerzas militares eran conocidas en el ámbito de los conscriptos por sus rituales de iniciación. De acuerdo a un informe realizado por el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Americano de Buenos Aires (2005) estos consistían en prácticas abusivas que servían para constatar que los oficiales y aspirantes fueran “útiles” para el servicio. Gritos, saltos de ranas, patadas y golpes eran moneda corriente dentro de los cuarteles. Si bien hoy estas prácticas no son recurrentes, o al menos no son denunciadas públicamente de manera habitual, lo conocido como un secreto a voces son los “bautismos” disfrazados de eventos sociales, como en el que supuestamente habría participado Matías.

«Le habían encargado que compre carne, vinos, whisky del mejor, fernet y cigarrillos. Lo obligaron a beber en exceso y a tirarse a la pileta de noche y con agua fría, y después a comer», relató a los medios el padre de Matías.

Se cree que a las 5.30 de la madrugada dos soldados fueron quienes notificaron que Chirino yacía inmóvil y con el cuerpo frío sobre su cama. El joven fue derivado hasta el Hospital San José de Paso de los Libres. Ahí tras intentar reanimarlo finalmente constataron su deceso.

“Sonó mi celular y del otro lado, un hombre muy fríamente me preguntó si yo era el padre del subteniente Matías Chirino. Cuando contesté que sí, me dijo, ‘bueno véngalo a buscar al hospital porque está muerto’», lamentó el papá.

Hasta el momento no hay detenidos por el hecho. La mayor medida tomada fue apartar y suspender del servicio a 11 oficiales que son quienes habrían estado acompañando a Chirino en la noche trágica que perdió la vida, según informó el Ejército Argentino. Por medio de un comunicado oficial notificaron que la Fuerza acompañará las actuaciones judiciales que sean pertinentes.