El legado

Intuía lo del Papa norteamericano. Pensaba que sería africano o norteamericano. Africano porque es un continente al que alguna vez tendrán que atender. Es interesante pensar en un Papa africano, en un mundo como el que tenemos. Lo que pasa que también hay cada africano… Los hay de derecha, cosa rara, ¿no? Aunque del mismo modo hay trabajadores argentinos de derecha, lo que también es muy muy raro.

Pensaba en que el Papa podía ser norteamericano. No se me ocurría que fuera europeo por todo el lío que tiene: ni me imagino un Papa debiendo expresarse en un mundo de guerras directas, como las que ellos tienen.

Efectivamente, se dio un Papa con perspectiva latinoamericanista, misionero agustiniano de la orden de San Agustín. León XIV lleva ese nombre por León XIII, quien inauguró la encíclica Rerum Novarum, que marca la línea de la pastoral social en la Iglesia Católica. Una encíclica que habla del trabajo como dignidad. «El trabajo no es mercancía”, esa la esencia. No lo olvidemos

Un Papa muy crítico de Trump. Va a proponer un mundo un poco más justo, nada menos que frente al tipo más descerebrado, con tanto poder, que haya tenido la humanidad. Para Trump, que es el gran azote del mundo, era ideal un papa norteamericano. Es interesante. Una cosa bastante sabia de parte de la Iglesia. El propio Steve Bannon había admitido que el peor escenario era Robert Prevost.

La cuestión es que habló el Papa y habló como Francisco. Su primer mensaje es muy esperanzador. “E il male non prevarrà. Siamo tutti nelle mani di Dio” (Y el mal no prevalecerá. Todos estamos en las manos de Dios).

Todos dicen que, políticamente, fue un muy buen jugador del pueblo cuando estuvo en el Perú durante muchos años. Y como norteamericano fue un buen latinoamericano. Francisco dejó herencia, es evidente. Como señaló certeramente mi compañero de la radio, Gustavo Campana, “el Jesuita lo hizo de nuevo. Dejó ordenadas las piezas del rompecabezas para que el sueño de la restauración conservadora no sea realidad”. Por eso la derecha lo recibe con sonrisas y saludos igual de protocolares, a sabiendas que tarde o temprano, lo habrán de considerar como un enemigo.  

Deberá ser «el Vaticano de la opción por los pobres». Esa iglesia tenía que considerar la amenaza que se cierne sobre la humanidad con un tipo de la catadura de Trump y que es más apropiado enfrentarlo con un compatriota. Francisco designó cardenales evidentemente consustanciados con su doctrina y el legado parece entusiasmar a una parte del mundo.

Piensen en lo que dijo el presidente argentino, justamente cuando en Roma se conocía el nombre de nuevo Sumo Pontífice. Piensen que, a la vez, dijo que “los trabajadores explotan a los empresarios”. ¿Lo puede creer? Dice que compran dinero a través del trabajo. No se preocupe usted, si no lo entiende: yo tampoco. Y a eso hay que sumarle Ficha Limpia. Usan el poder real aplicado desde el poder político y le sale todo bien. La vergüenza es un asunto aleatorio, fortuito.

¿Ficha limpia? Macri Correo, Macri parques eólicos, Macri contrabando, Macri Panamá Paper. Ficha limpia Ritondo, María Eugenia Vidal, Santili, Realmente qué fichas, mi Dios. Pero lo hacen, Son los bichos de El Eternauta: lograron que fuese una discusión del Congreso. Hay desesperación en la vida de millones de personas, pero los “ficha limpia” consiguieron la discusión. Poco importa si no ganaron. Mejor, claro, que no lo hayan conseguido. Pero el triunfo es otro. Es haber hecho ese mamarracho, cometer esa brutal injusticia y ponerlo en la agenda del órgano legislativo más importante. Nada más entrar al recinto para pelear por eso.

Es una victoria de ellos, de esos seres extraños entre los que camina muy oronda Patricia Bullrich. Se apartan cuando pasa. Lospennato acusa a Milei, Milei a Lospenatto y el sistema que los maneja, les da aire a los dos. No interesa lo que dicen, juegan para la vieja diatriba fake de los historiadores de este tiempo. Son serviles a un sistema cada día más injusto, en el que Milei acusa a los trabajadores de ser los que explotan, los canallas. Es una locura que el laburante estafe a su patrón o que la “ficha limpia” la pueda implementar una persona como Lospennato. Que lo hace apelando al sentido más estricto y público de su propia corrupción.

Ya lo manifestamos durante esta semana. Es la fundamental metáfora, el mensaje que nos deja El Eternauta. “Nadie se salva solo, el héroe es colectivo”. Dicho en este tiempo individualista tiene un valor especial de época, de épica, de sueños que todavía podemos acariciar. La impronta feroz de la derecha mundial está representada en la suprema novela gráfica de Oesterheld. Ante esa luz que el personaje de Juan Salvo denuncia como el verdadero enemigo. Esa luz es la respuesta. Una luz cegadora que deja a las personas sin alma, enemigos de sí mismo y de todo. ¿Cuál es el imán de luz que encandila y somete la voluntad de millones de desangelados, vaciados de moral, de ética y de valores, los que votan a esos personajes sin moral, sin ética y valores? Así fueron otras multitudes de otras locuras de la historia de la humanidad. Es desde ese desacuerdo atroz entre la mente y el alma que nos debatimos.

Esos pobres delirios de mentes vacías y almas que deploran la humanidad del abrazo y la lucha de los colectivos señalan la derrota moral del individualismo. Así tengan las riquezas que tengan, están nerviosos: no soportan el espejo moral que El Eternauta les ofrece.

También por eso viene bien un Papa bueno. Quiero celebrarlo con ustedes. Lo hice en la radio y lo hago ahora en estas reflexiones. Francisco seguirá entre nosotros, con las villas, con San Lorenzo, con el peronismo, con la Doctrina Social de la Iglesia. Cada día, si este León le sale tan bueno como parece, Francisco es cada día más el Papa que tenemos en el corazón. Y no se precisa ser católico para sentirlo así.  «