Tras la conclusión de una nueva edición de la Feria del Libro, la enorme cantidad de acontecimientos que en ella se produjeron dejan todavía tela para cortar. Como, por ejemplo, algunas presencias más que destacadas que visitaron Buenos Aires y dejaron huella.

Se trata de acuerdos de algunos de los máximos creadores nacionales, que tendrán como destino el ex Banco del Río de la Plata, en el que las antiguas cajas de seguridad se convirtieron en cajas de la cultura. Allí, donde incluso se rodó la famosa serie “La casa de papel”, coexisten documentos de Alejandra Pizarnik, Joan Manuel Serrat, Les Luthiers, Juan Gelman y Joaquín Sabina, entre muchos otros.
García Montero revela a continuación una historia fascinante. “Yo tuve la oportunidad de tener una audiencia con el Papa en septiembre del año pasado, y estuvimos hablando de literatura, y él nos contó que en el año ‘65 había sido profesor de literatura en un colegio de jesuitas de Santa Fe”, revela. “Siendo profesor, invitó a Borges, y Borges fue hasta Santa Fe y estuvo haciendo taller de literatura con los alumnos de Bergoglio. Y al terminarse se ofreció a escribir un prólogo si el colegio editaba los cuentos de los alumnos. Y salió un libro”.
Fue el escritor Roberto Alifano quien relató que Borges sentía un gran interés por conversar con “aquel sacerdote”, incluso en su trabajo parroquial en Buenos Aires. Se trata de fragmentos poco conocidos de la Historia, que también son recreados parcialmente en el volumen de Bioy Casares dedicado a Georgie.
García Montero cuenta que, al cabo del encuentro con Francisco, “nos preguntamos por qué no hacíamos otra vez un libro de cuentos de estudiantes argentinos que fuera acompañado con el prólogo que Borges escribió para aquellos alumnos de los años ’60. Y que fuera acompañado con los dos textos del Papa, y algún ensayo que hable de la amistad de Borges con Bergoglio. Y eso hemos venido a presentar aquí”, concluye, sonriente.
El editor Enrique Redel, responsable del sello Impedimenta, revela a Tiempo Argentino la elevada consideración literaria que se tiene en relación a Argentina.
“Es curioso que nosotros editamos libros en España para vender en Argentina y tenemos muy en claro que la calidad del público. Es casi más para nosotros el argentino que el español. Es una cosa curiosa, pero el español ahora mismo está pasando por una crisis de calidad de la lectura, etc. etc.”, señala, dejando en claro que el mercado argentino es clave para muchas editoriales españolas por la exigencia de los lectores, la profundidad de las reseñas literarias y el trabajo con las “fascinantes” librerías de Buenos Aires, y sus libreros.
Redel revela que “hoy es más conveniente imprimir en España que en Argentina, porque la relación de precios ha variado mucho, al igual que ocurre en Colombia.” y que fenómenos como la Feria del Libro de Buenos Aires no suceden, por caso, en Madrid, donde todo está enfocado en una fiesta de consumo, más que en una centralidad puesta en el libro. Y da cuenta también de una desigualdad en torno a la distribución: “siempre que llegó acá veo muchos libros españoles, y es extremadamente difícil ver libros argentinos en España”.
Muy pocas editoriales llegan, como Adriana Hidalgo, Eterna Cadencia, Godot o Fiordo. Algún libro encuentras, pero no es nada habitual. Y el nivel de la edición aquí es brutal: es un nivel increíble, de una profesionalidad increíble, muy trabajado. Y eso hace que deberían haber más libros argentinos en España, ¿no?”.
Entre la enorme cantidad de figuras nacionales e internacionales que pasaron por la Feria -desde Javier Cercas hasta la poeta Moya Cannon, desde Eduardo Halfon hasta Rosa Montero– se destacaron autores que el público empieza a descubrir, como Keum Suk Gendry-Kim, autora de Corea del Sur, que vino a presentar a la Feria algunas de sus obras, como “Hierba”.
Se trata de una novela gráfica que cuenta la historia de una mujer que sobrevivió a la esclavitud sexual en Japón, con la cual la autora creó un libro tan bello en sus dibujos como conmocionante, basado en la historia de Lee Ok Sun, que falleció días atrás.
Además, el escritor y guionista español Jacobo Bergareche presentó su libro “Amistad”, co-escrito con Mariano Sigman. En diálogo con Tiempo Argentino, reflexionó sobre temas habituales en sus otros libros (“Los días perfectos” o “Las despedidas”):
“Uno de los temas de los que hablamos es de la tensión entre el deseo y la rutina, porque es algo que nos atraviesa a todos los que estamos en relaciones monógamas, que son las más normativas. La monogamia no satisface a las personas, pero tampoco otras formas. El deseo es una cosa que nos merodea por dentro, y que busca un cauce para expresarse, y a veces no es más que la imaginación. Y otras, ocurren cosas, con las que uno tiene que ver qué hace”.
Por estas horas, un importante actor argentino prepara una versión teatral de “Los días perfectos”, una novela que presenta a un hombre en tensión entre su mujer y su amante, hasta que la última le propone dejar de verse.
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