Fue referente de la escena ska y madre de un hijo y una hija. El Estado le había suspendido la provisión de su tratamiento, presentó un amparo ante la Justicia para que le devolvieran su derecho, ésta le dio la razón, pero el Gobierno apeló el fallo. Finalmente, falleció producto del cáncer que padecía.

Araceli tenía 39 años, era madre de una hija y un hijo y artista de múltiples facetas. Durante dos décadas formó parte de Satélite Kingston, una de las bandas fundamentales del ska argentino, con la que grabó tres discos y giró por América Latina. También fue parte del grupo de teatro y percusión Boom Chapadama, y desarrolló un proyecto solista bajo el nombre La Bicicleta de Saturno. Su voz -potente, melódica, con filo y dulzura a la vez- se convirtió en marca registrada de una escena musical que la abrazó hasta el final.
En noviembre pasado, Araceli había encabezado el set central de Satélite Kingston en el festival Skatex, a las afueras de Ciudad de México, ante más de 30 mil personas. Allí cantó “La última carta”, himno del ska latinoamericano que sintetiza buena parte de su sensibilidad artística. También dejó su huella como autora en canciones como “El hilo” y “En mil años”, con letras que combinaban lirismo, conciencia social y una mirada profunda sobre los vínculos.
Cuando se conoció que el Estado le había suspendido el tratamiento, comenzó una campaña solidaria que unió a la escena musical, a su público y a artistas de toda la región. El festival del sábado 5 de julio en Buenos Aires, con bandas como Morley Reggae, Los Casettes y Staya Staya, fue un último abrazo colectivo. La Justicia, finalmente, ordenó que el tratamiento se retomara, pero la apelación oficial dejó pasar un tiempo vital.
Su último show fue el 22 de febrero, como La Bicicleta de Saturno, en el Multiespacio Korova. Días después, salió el EP Justo cuando creías que no, grabado en vivo con Satélite Kingston en estudios Romaphonic. Su música, como su historia, quedó registrada.
Desde las redes sociales, sus compañeros de banda despidieron con dolor a la artista: “Solo nos reconforta la noción de que tendremos siempre presentes la compañía dulce de los recuerdos y también los registros de su voz, su sonrisa, sus canciones”.
Araceli Julio fue todo eso: artista, madre, compositora, militante del derecho a vivir dignamente. Su muerte no es solo una pérdida para la cultura popular argentina. Es también la consecuencia directa de una política sanitaria que castiga a los cuerpos vulnerables y convierte el acceso a la salud en una carrera burocrática y cruel. La música resiste, pero a veces no alcanza.
Fue durante una protesta contra malos tratos en una sucursal del Banco Patagonia en la…
Lo anunció el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, vía redes sociales.
Dos policías de Córdoba continúan detenidos por el crimen de un joven de 34 años…
Desde el Observatorio Contra la Violencia Institucional y Prevención de la Tortura de la CTA…
En el fallo, la justicia determinó falta de documentación y ausencia de una adecuada valoración…
El anuncio del Acuerdo Comercial y de Inversiones entre Washington y Buenos Aires profundiza aún…
Los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) reclaman la reapertura de paritarias, con…
En el sorteo que se realizó en Washington se definió el camino que realizarán los…
El debut de la Selección será ante Argelia. Además, enfrentará a Austria y Jordania por…
Los investigadores Valeria Edelsztein y Claudio Cormick, estudian movimientos negacionistas desde hace años. "Es absolutamente…
El máximo tribunal desestimó el planteo de Novelli y Terrones Godoy, hombres cercanos al presidente…
“Se trata de una reforma pro mercado y la única finalidad que persigue el Gobierno…