Quien no votó la ley, votó en contra de la cultura de nuestro país

Por: Federico Prieto

Columna de opinión.

Los llamados impuestos de afectación específica son aquellos en los que el monto recaudado se destina a un sector determinado. Generalmente surgen del mismo sector que lo recibe. Los hay para obras por las que aportan los vecinos beneficiados, impuestos a combustibles para la construcción de rutas o, como en este caso, impuestos a consumos culturales aplicados al fomento de producciones artísticas o acceso a bienes de ese tipo.

Según el artículo 75 de la Constitución tienen que tener un plazo determinado de vigencia, generalmente prorrogado por el Congreso Nacional. A fines de 2017 el macrismo decidió adelantar la finalización de la asignación específica de algunos impuestos al 31 de diciembre de 2022, decisión que hubiera afectado gravemente el financiamiento de la cultura argentina. Después de mucho debate y movilización de las instituciones y los distintos colectivos  artísticos, culturales, de medios comunitarios y legisladores nacionales, el senado sancionó la ley que prorroga por 50 años la vigencia de los mismos.

La ley 17741 de 1968 que creó un impuesto del 10% a las entradas de cine para fomentar la producción de películas. Allí comenzó un sistema de financiación virtuoso, que con nuevas leyes y mejoras y diversificación del mecanismo de recaudación, hoy permite sostener actividades culturales como la producción audiovisual, el teatro, la música, las bibliotecas populares, el sistema de radio y televisión pública y las radios comunitarias y populares.

En diciembre de 1973 se creó un fondo para el sostenimiento de las Bibliotecas Populares; en 1997 fue el turno de la Ley Nacional del Teatro; en 2009 la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual reguló los porcentajes que deberán destinarse al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, Instituto Nacional del Teatro, Radio y Televisión Argentina, Instituto Nacional de Música y a servicios de comunicación audiovisual, comunitarios, de frontera, y de los Pueblos Originarios; en 2012 se consolidó el INAMU.

Con la vigencia de la ley votada por el macrismo, los impuestos se seguirían cobrando, pero su destino sería rentas generales de la Nación y no aquel para los que fueron creados. Los principales organismos de fomento de la cultura nacional perderían su autonomía y la sostenibilidad de la producción cultural en el país hubiera estado en grave riesgo.

El que no votó la ley

Si no se hubiera votado la prórroga de estos impuestos, los principales perdedores hubiéramos sido todas y todos quienes habitamos la Patria. Porque a diferencia de lo que quieren hacernos creer, el objetivo de esta ley no es financiar el trabajo de algunos pocos artistas porteños para producciones que no llegan al público. Muy lejos de eso, el sistema está pensado para que la cultura, el derecho al disfrute, al encuentro en torno a la producción y el conocimiento, como también a la formación artística y a la creación de manera federal e inclusiva, llegue a todo el pueblo en Argentina. Todos los que habitamos el país tenemos derecho a ser parte de los procesos culturales, cualquiera sea la forma y el lugar en el que nos vinculemos con ellos.

Somos parte de la cultura nacional como artistas, como trabajadores de la cultura, como espectadores, pero principalmente como productores de procesos simbólicos que forman parte de nuestras identidades.

Las políticas de los organismos involucrados alcanzan a todo el territorio argentino y no atienden solo a proyectos de alto impacto comercial, sino que apoyan miles que sin la presencia del Estado serían inviables; porque a los que hacen negocios con la cultura no les interesan; son instituciones públicas que trabajan con perspectiva inclusiva en todo el país, ya que promueven la actividad de comunidades locales que no acceden a otros recursos y que no son convocados por los medios y la cultura comercial.

Con estos impuestos no solo se financia la producción de proyectos artísticos, sino también distintas formas de formación profesional, instalación de equipamientos e infraestructura, como también la circulación, exhibición y llegada de bienes culturales a todos los habitantes del país.

Lo que quedó claro en los debates en ambas cámaras es que hay quienes decidieron sostener a estas instituciones que impulsan, fomentan y acompañan los procesos culturales de todo el país. Legisladores y legisladoras que lo hicieron en la comprensión de que la cultura, por su dimensión simbólica y creativa, es fundamental para la construcción de la comunidad en todo el territorio, para la recreación de las identidades locales, regionales y nacional y para el disfrute y la felicidad de todas las personas, de todas las edades, en todo nuestro país.

Un voto contra la cultura

Quienes no votaron a favor de esto, argumentando sobre las supuestas ventajas del mercado como regulador de la producción artística, la comunicación, la formación y la lectura, lo hicieron porque saben la capacidad de transformación que tienen los procesos culturales cuando son apropiados por la comunidad. Los que votaron contra esta ley saben que un pueblo capaz de gozar con la belleza, es más exigente. Ellos son los que no quieren un país que discuta, que sea capaz de asumir la alegría como un derecho y a partir de ahí cuestionar a los poderes dominantes. Un pueblo que canta, baila y lee es un pueblo que sabe que merece ser feliz y puede reclamar sus derechos. Eso es lo que no quieren quienes se opusieron a extender la vigencia de los impuestos asignados para la cultura.

Por suerte la mayoría de diputados y senadores votaron a favor del pueblo argentino. Con esta prórroga, argentinos y argentinas pueden disponer de herramientas para pensar la realidad de acuerdo a su presente, que es historia y futuro.

Compartir

Entradas recientes

Sin pruebas, absolvieron a todos los acusados en el juicio del «Fútbol para Todos»

En el fallo, la justicia determinó falta de documentación y ausencia de una adecuada valoración…

12 mins hace

El acuerdo con Estados Unidos, ¿hará a Argentina grande?

El anuncio del Acuerdo Comercial y de Inversiones entre Washington y Buenos Aires profundiza aún…

35 mins hace

INTI: tras el corte en la General Paz, trabajadores se reunirán para seguir la lucha

Los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) reclaman la reapertura de paritarias, con…

2 horas hace

Así quedaron definidos los grupos del Mundial 2026

En el sorteo que se realizó en Washington se definió el camino que realizarán los…

3 horas hace

Argentina ya tiene rivales para defender el título en el Mundial 2026: Argelia, Austria y Jordania

El debut de la Selección será ante Argelia. Además, enfrentará a Austria y Jordania por…

3 horas hace

«Vemos un cambio en el discurso antivacunas: era conspiranoico y ahora apela al individualismo»

Los investigadores Valeria Edelsztein y Claudio Cormick, estudian movimientos negacionistas desde hace años. "Es absolutamente…

4 horas hace

La Corte Suprema ratificó a Juan Grabois como querellante en la causa $Libra

El máximo tribunal desestimó el planteo de Novelli y Terrones Godoy, hombres cercanos al presidente…

5 horas hace

ATE anunció un paro con movilización contra la reforma laboral

“Se trata de una reforma pro mercado y la única finalidad que persigue el Gobierno…

6 horas hace

Con los pañuelos como cláusula constitucional

El 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos. Emerge como…

6 horas hace

Varios países se bajan de Eurovisión 2026 tras la decisión de permitir la participación de Israel

España, Países Bajos, Eslovenia e Irlanda anunciaron su retiro del certamen después de que la…

7 horas hace

Premio Witcomb de las artes visuales: último mes para inscribirse

Hasta el 31 de diciembre hay tiempo para participar del Premio Witcomb creado este año…

7 horas hace

Macron pidió a Xi “superar desacuerdos” y destacó su rol en la guerra en Ucrania

Tras un encuentro bilateral, el presidente francés afirmó que el trabajo conjunto es clave en…

8 horas hace