De Roque Pérez a La Paz: un viaje por los almacenes bonaerenses

Manzanilla, cedrón, romero y salvia son parte de la flora que sobresale a ambos lados de la Ruta Nacional 205 mientras une clásicos pueblos bonaerenses embelesados por ese aroma único de naturaleza y antigüedad. Este Corredor Turístico se lanzó como atractivo en la Feria Internacional de Turismo (FIT) que se realiza cada año en el predio palermitano de La Rural. Y descolló. Cautivó la propuesta, los colores, las postales detenidas en el tiempo y las hierbas que ahora son famosas porque integran la fórmula del “Vermut Coltri”, ideado por César Victorio Coltrinari . “Cien por ciento de Roque Pérez”, se ufana con Tiempo de Verano.

Es que Roque Pérez junto con Lobos, Saladillo, 25 de Mayo, General Alvear y Tapalqué son los pueblos rurales que se unieron para promover la región y convertirse en una opción “acá nomás” para quienes desean tomarse un respiro del ruido agobiante. El lema de “Campos, ríos y Lagunas al Natural” casi les queda corto entre las historias de cada lugar y la cultura rural que ostentan. También cuentan con fiestas populares como los Carnavales de 25 de Mayo o La Noche de Los Almacenes, con epicentro en Roque Pérez, con el renombrado circuito vermutero entre los caminos con almacenes de campo del siglo pasado.

“Coltri” como lo llaman por estos pagos, siente orgullo por su tierra y se emociona cuando le explica a Tiempo por qué la gente tiene que recorrer la 205 y llegar a Roque Pérez. Enumera: el campo, la amabilidad de los roquenses, el paisaje, la tranquilidad y, sobre todo, conocer los almacenes de campo, aquellos Ramos Generales de hace más de un siglo que se mantienen abiertos y forman parte del atractivo de la región.

Arrancó hace unos años con una “barra móvil”. Adecuó su camioneta y cuando llegaba a cada lugar abría una tabla de madera que hacía de soporte para ofrecer bebidas y tragos hasta que se decidió a elaborar su propio vermut que “no es tan amargo como los de antes ni tan dulce». Lo diseñó para que le guste «al que toma vermut y al que nunca le gustó”. Y recomienda probarlo con vino blanco bien frío y, si se quiere, un “sustito” de soda.

Roque Pérez y los pioneros

Roque Pérez y sus pueblos aledaños llevan la marca de los pioneros. El tío abuelo de «Coltri» fundó en 1930 el Cine Club Colón, en medio del campo. Hoy es el único cine rural de la Argentina que aún funciona. “Imaginate que es del tiempo en que cada tanto venía un hombre que traía el proyector y que iba recorriendo los pueblos proyectando películas. Nosotros de chicos jugábamos al fútbol en la canchita de al lado. Y ahora, que sigue abierto, se hacen desde fiestas hasta ciclos de cortometrajes”, esboza sonriendo.

La Noche de los Almacenes tuvo su fiestón ayer mismo, 4 de enero. Una movida que cumple 11 años y permite recorrer los diez sitios históricos de la región unidos en una jornada de música, baile, picadas, asados y empanadas, con características particulares en cada local. “Hasta podemos ser la Capital de la Empanada”, arriesga la encargada de turismo de Roque Pérez, Candela Barreneche. 

“Es un destino de naturaleza hermoso, tiene todo para hacer una escapada un fin de semana en cualquier época del año, ideal para aquellos que buscan salir de la rutina, pasar unos días tranquilos y por qué no comer algo rico en nuestros restaurantes, almacenes y pulperías”, recomienda Barreneche.

Y aclara: “La Noche de los Almacenes es la celebración más importante de nuestra localidad porque tiene que ver tanto con la difusión y conservación de la cultura y las tradiciones rurales como también con el impacto económico para nuestra ciudad porque se benefician almaceneros, instituciones locales, alojamientos e indirectamente gran parte los comercios del partido”.

La firma del Restaurador

Una de las ventajas es la proximidad con CABA: en tan sólo una hora y media se llega. El almacén La Esperanza está casi idéntico a como fue en su origen, hace 120 años. “Trabajamos al paso –relata el encargado, Daniel Cabral–, con minutas, costillar al asador, cordero, lechón, pastas y unas milanesas grandes con guarnición”.

En el Pueblo Turístico paraje La Paz, yace una de las pulperías más antiguas del país, inaugurada en 1832. Ese año fue autorizada por Juan Manuel de Rosas. Junto con otros edificios míticos como el Almacén San Francisco, conserva sus gruesas paredes de adobe y su esencia tradicional, mezcla de gauchaje e inmigrantes italianos y españoles. Los almacenes fueron (y son) mucho más que sitios comerciales. Puntos de encuentro, centros sociales en los que se compartían historias, comidas y danzas. Hoy, cada rincón atesora objetos y documentos de época, desde almanaques antiguos hasta fotocopias de permisos históricos firmados por El Restaurador.  «