Transfemicidio de Sofía Fernández: piden que se aparte el juez de la causa

Sofía fue asesinada en una comisaría entre el 8 y el 10 de abril de 2023. Tenía 39 años, era profesora de Literatura, y estaba a punto de comenzar las clases en la carrera de Enfermería. Había transicionado en el último tiempo y había iniciado los trámites para modificar su documento en el marco de la Ley de Identidad de Género. Una semana antes de que empiece las clases, la policía de la comisaría 5 de Derqui, Pilar la detuvo. Ante los pedidos de Sofía para que la pasen a una comisaría de mujer, la aislaron e incomunicaron. Dos días después de la detención apareció muerta en su celda.

Primero dijeron que se había suicidado, después que había tenido una descompensación. Sin embargo, la autopsia muestra signos de tortura y de una muerte violenta provocada por al menos tres personas. Todas policías, varones y mujeres.

En mayo de este año, y tras evaluar y considerar la gravedad de las pruebas, detuvieron y procesaron a diez policías: cinco por “homicidio calificado por odio a la identidad de género, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser perpetrados por miembros integrantes de la fuerza policial”. A los otros cinco se los detuvo y procesó por el delito de encubrimiento calificado. Al poco de ser detenidos, los y las policías fueron beneficiadas con prisión domiciliaria y un mes después de su detención, el juez Walter Saettone, titular del Juzgado de Garantías N°7 de Pilar, decidió liberarlos.

El único preso hasta ahora es Carlos Rodríguez cuyo abogado es Francisco Oneto, también representante de Máximo Thomsen (con prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa) y excandidato a vicegobernador por el partido de La Libertad Avanza.

El reclamo de la familia

Mabel Valdéz es la hermana de Sofi. Desde su casa, en la localidad de Villa Rosa, Derqui, Pilar, resalta que el desempeño del juez no es el mejor y que dejó de lado pruebas claves y contundentes que están en la misma autopsia, pero también en los mensajes que se encontraron en los teléfonos de la policía.

Recuerda que estuvo con Sofía la madrugada de ese sábado en el que horas después la detuvieron. Tenía, cuenta, una pollera de jean negra y un tapado. Se imagina que su hermana salió así a la mañana. “Este crimen tiene que ver con el odio, con el odio al género. Con la violencia de género”, dice.

Sofía había tenido que dejar su trabajo como docente porque la discriminaban. “Ella sufrió mucha discriminación en todos los trabajos. Empezó a transitar su cuerpo como mujer en este último año. Sé que las personas trans tienen muchas dificultades y no me quiero imaginar las que ella ha pasado. Tantas dificultades que la llevaron hasta la muerte”.

La detención de Sofía se produjo sin motivos. Un policía (el mismo que luego manipuló pruebas) le dijo a Mabel que estaba perdida; otro que había cometido un robo con escalonamiento pero que iba a salir rápido porque no tenía antecedentes. Ninguna de las detenciones les cerraba ni a Mabel ni a su hermano, y tampoco hubo denuncia del supuesto intento de robo. En la detención participó un oficial municipal, que en una de sus declaraciones recordó que Sofía pedía que no dejen que la llevaran “porque la iban a matar”.

La vida de Mabel cambió por completo ese abril de 2023. Hoy reconstruye que el día que le dijeron que iban a trasladar a Sofi a una comisaría de la mujer, su hermana ya estaba muerta. “El odio no sólo está demostrado en la autopsia, en las palabras, en los mensajes. El odio de que dejaron su cuerpo sin vida más de 48 horas, el odio que sintieron al no dejar que pudiéramos despedirla. Eso el juez no lo ve. A mi hermana no pudimos verla, no pudimos abrazarla, no pudimos darle un beso. El juez se dedicó a demorar toda la investigación este año”, dice a Tiempo Argentino. La querella hoy está en manos del abogado Ignacio Fernández Camillo.

La causa está a cargo de un equipo de fiscales formado por Esteban Álvarez, fiscal de investigación de drogas ilícitas de San Isidro; Manuel Cayuela, del área de género; y la ayudante fiscal también especializada en la temática, Victoria Santamaría.

Mabel destaca que el caso de Sofía no tiene la difusión suficiente. “Con una excepción –el programa de Mariana Fabbiani en América TV-, en la televisión no se habla de esto y creo que es importante porque hace falta concientizar a la gente de que estas cosas no deben pasar. Las leyes tienen que cambiar cuando hay policías involucrados. El Ministerio de Seguridad no debería hacerse cargo económicamente de los peritos ni de los abogados como pasó acá. Y las condenas tienen que ser efectivas”.

“Hoy la ley está en mi contra por un pedido de justicia. Hay miles de personas a las que les pasa lo mismo. No quiero pasarme toda la vida pidiendo justicia. No quiero envejecer ni irme de este mundo sin que haya justicia, como le ha pasado a mucha gente”, dice conmovida.

Mabel está acompañada de organizaciones civiles en su reclamo. “En la organización colectiva encontré mucho apoyo, es como otra familia más que voy conociendo, además del apoyo psicológico, ya que no cuento con psicólogo”.

Desde el 1 de enero hubo 3 trans travesticidos en la Argentina, según el observatorio Adriana Zambrano.