El músico lanzó "Gauchos", con colaboraciones de Wos, Acru, Ale Kurz, Lula Bertoldi, Foyone, Rial Guawankó, Varoner, Cerouno, Ronpe 99', Dandara, Emmanuel Horvilleur, Saje y Kelo (Kamada), Edelmiro Molinari, entre otros. Ya está disponible en plataformas.

«La idea de crear un disco con todas colaboraciones siempre estuvo en mi cabeza. Cuando empezó a gestarse, hace un año y medio, me llené de energía. Con mi equipo dijimos: bueno, vamos a hacer ese disco de invitados que siempre soñamos”. Así fue naciendo Gauchos, un tremendo álbum que reúne el rock y el rap, con aires de folclore y un espíritu colaborativo. Veeyam, que fue DJ de El Quinto Escalón –el emblemático encuentro de batallas en Parque Rivadavia del que surgieron fenómenos como Duki y Trueno– lanzó primero tres adelantos: Deuda espiritual, con Emmanuel Horvilleur (que retoma el flow de las mejores épocas de Illya Kuryaki); Astrolabio, con Wos y Saje (de Kamada); y el bonus track Un milagro, con Acru.
El disco completo finalmente vio la luz. Arranca con “Gauchos”, junto a Ale Kurz (ex El Bordo), e incluye colaboraciones con Lula Bertoldi (que brilla en la balada Desierto, de esas que erizan la piel), Edelmiro Molinari, Foyone (referente del rap hispano), Rial Guawankó, Varoner, Cerouno, Ronpe 99′, Dandara, entre otros talentos de la nueva escena que avanzan por fuera del mainstream, pero a paso firme.
“Arrancamos en mi estudio componiendo, con una veintena de ideas y recorriendo todo tipo de climas sonoros. Con mucho instinto de rap, obvio, pero con guitarra groovera, partes bien rockeras y otras más reflexivas. Esos sonidos son los que siempre me interesó explorar, los que curtí desde chico, los que me instruyeron”, cuenta. Veeyam se define como “un obrero del hip hop argentino, pero también un fanático”. Su formación es ecléctica: “Aprendí a tocar la guitarra escuchando a Eric Clapton, que me presentó mi vieja. Después llegaron el soul de Isaac Hayes, Sly & The Family Stone, Stevie Wonder. Y también me reencontré con discos de nuestra historia del rock nacional: Pescado Rabioso, Invisible, Color Humano, Almendra, Manal. En esas obras hay una sinceridad en las decisiones, una crudeza compositiva que traté de adoptar. Quería que la música respire instrumentos, que se apoye en los errores de ejecución, porque eso es lo que nos hace humanos. En tiempos de tanta digitalización, eso me parece uno de los gritos de rebeldía más fuertes que un creador puede dar”.
Veeyam explica que quiso “despojarse de etiquetas” y dejarse llevar: “Ir tema por tema, estrofa por estrofa, y que cada canción encuentre su identidad”. En cuanto a las letras, les dio absoluta libertad a sus invitados: “Sabía que lo que trajeran iba a estar bien. Un verso, un estribillo, la canción entera, lo que quieran. Porque si invitás a alguien es porque lo admirás. Entonces no me queda otra que dejar que eso conviva con lo mío. Fue un proceso muy lúdico, y eso le da frescura”.
El cruce generacional también fue parte del plan: “Me llena de orgullo que convivan en un mismo disco Edelmiro Molinari, que es una leyenda de nuestra música, y raperos de la nueva generación que la están rompiendo. A veces creamos muros con eso de que la música de antes era mejor, o que la de ahora es la que va. Y no es ni una ni otra. Argentina es una de las potencias más increíbles del mundo en cuanto a artistas. Hay que unir puentes, enaltecer nuestra historia musical y pavimentar el futuro de manera orgánica”.
El disco cierra con un tema con Megamo, cantante de Nafta, y también cruza a Lula Bertoldi con Dandara, sanjuanina que aporta un sonido soul y R&B con identidad local. “Lo importante es que lo que convive se nutra mutuamente para hacer la canción más bella posible, más allá de géneros o etiquetas”, dice.
Para Veeyam, no ser masivo no es un problema. “Mis grandes ídolos nunca ganaron un Grammy. Hendrix, Bob Marley… no ganaron premios. Lo importante es hacer una buena canción. Y siento que hicimos lo mejor que pudimos. Dimos todo”. Además de los invitados, destaca el trabajo del equipo musical: “Hay percusión, vientos, bajo, batería, más allá de mi rol como guitarrista. Somos muchas almas conviviendo en una canción, y eso es lo lindo. Hubo espacio para el juego y para que cada uno aporte”.
El nombre Gauchos surgió naturalmente. “Quería que no me incluyera solo a mí. Que fuera algo plural, nuestro. Que mostrara la idea de volver a meter las manos en la tierra, en el sentido musical: agarrar los instrumentos, la madera, y transformarla en canción. Los gauchos fueron los trabajadores de nuestras tierras, son nuestra historia y nuestra identidad. Como también lo es el rock. Los argentinos también nos apropiamos del rap. Me pareció el nombre indicado”. El disco ya está en las plataformas y Veeyam anticipa que lo tocará en vivo: “Sí, tengo ganas. Es un disco para eso”.
Con colaboraciones de Wos, Acru, Ale Kurz, Lula Bertoldi, Foyone, Rial Guawankó, Varoner, Cerouno, Ronpe 99′, Dandara, Emmanuel Horvilleur, Saje y Kelo (Kamada), Edelmiro Molinari, entre otros. Disponible en plataformas.
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