A siete meses de los 258 despidos en el Instituto Nacional de Tecnología Industria (INTI), los trabajadores no bajan los brazos, continúan con el reclamo y exigen la reincorporación. Permanecen en el predio con un acampe desde aquel 26 de enero y de este modo pretenden frenar el vaciamiento en este dispositivo, que lleva 60 años al servicio del desarrollo industrial, científico, tecnológico y seguridad de la población.

“Exigimos la reincorporación de las personas despedidas, pero también lo hacemos para poner freno al vaciamiento y privatización de nuestro Instituto”, cuenta a Tiempo Giselle Santana, secretaria gremial de ATE – INTI, quien agrega: “Consideramos que el instituto cumple una tarea extraordinaria hace 60 años, a favor del desarrollo de la industria nacional, científico, tecnológico y soberano, también al servicio y seguridad de la población, por los productos que consume. Todo esto está en peligro, como todo el sistema productivo argentino. Por ello es que sostenemos esta lucha, a pesar de la situación que padecen las mujeres y hombres que hace siete meses no perciben sus salarios y de todos modos sostienen esta carpa en el acampe de la resistencia”.

Cabe destacar que el predio del instituto se encuentra militarizado. Además, delegadas y delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) denuncian que son perseguidos y amenazados para que abandonen la lucha que llevan adelante.

“Estamos coordinando con otros sectores que también están en lucha, para sumar las fuerzas necesarias y poder derrotar en plan de ajuste, vaciamiento y de despidos en el Estado que está llevando adelante el gobierno nacional, que ahora fue reforzado con el endeudamiento con el FMI”, explica Santana quien anunció la convocatoria a un paro nacional de su gremio para el 12 de septiembre: «Vamos a salir a las calles con los astilleros y los trabajadores del Hospital Posadas, Télam y muchos sectores más que están resistiendo a los despidos y al vaciamiento del país”.

En los últimos tiempos han sufriendo salvajes descuentos salariales. Sin embargo, continúan adelante y con el pasar del tiempo han demostrado a las autoridades del INTI, como así también al gobierno nacional, que pudieron generar una resistencia inquebrantable porque, como dicen, lo que está en juego son los intereses de la clase trabajadora y el pueblo.