La repentina muerte de Néstor Kirchner tuvo, como no podía ser de otra manera, efectos tanto para sus seguidores como para sus detractores. El presidente que había accedido al gobierno casi de manera casual y respecto del cual nadie tenía demasiadas expectativas, durante su mandato y después de él  agigantó su figura hasta convertirse en un enorme líder político. “Dentro de la propia fuerza –dice la historiadora Araceli Bellotta-, el día mismo del velorio de Néstor se produjo una eclosión de jóvenes. Nos sorprendieron a todos. Sin duda, esta eclosión era el fruto de su trabajo. Hubo una enorme irrupción de la militancia y también un gesto de acompañar a Cristina que había quedado sola.” 

Y agrega: “En las fuerzas adversas, en cambio, pasó lo mismo que con Evita. Hoy, hasta el antiperonista más acérrimo la respeta, pero porque está muerta. Si no fuera así, la seguirían atacando como lo hacían cuando vivía. Con Néstor también pasó eso y su figura fue utilizada para antagonizar con Cristina, que en ese momento era la presidenta. El mismo mecanismo se usó también con Perón y Eva. Ciertos sectores tratan de contraponer las figuras de ambos como si eso fuera posible. El movimiento lo fundaron los dos y todo el proceso que se dio a partir de 2003 lo impulsaron Néstor y Cristina, los dos juntos.”

Su muerte también puso en evidencia la acendrada misoginia de ciertos sectores de la sociedad, los mismos que habían condenado a Evita no solo por su ideología y su indiscutible capacidad de liderazgo, sino también por su condición de mujer que, además, impulsó e hizo posible el voto de las mujeres en la Argentina. Dice Bellota: “Luego de la muerte de Néstor no faltó quien dijera, con criterio patriarcal, que Cristina debía renunciar. Ella se convirtió, para ciertos grupos, en ‘una mujer sola’. Pero en verdad, no estaba sola, estaba sin hombre, estaba sin su compañero porque había quedado viuda. Decir que estaba sola es una actitud patriarcal típica que se pone en juego cuando una mujer no tiene un hombre al lado. Sin embargo, a nadie se le ocurre hablar de ‘un hombre solo’ porque se le murió la mujer. En el caso de Cristina eso fue muy notable, como también lo fueron su respuesta y su actitud de enorme dignidad, de enorme fortaleza. No pudo hacer el duelo. Siguió gobernando con ese dolor a cuestas.”

¿Es el kirchnerismo una forma particular del peronismo que se afianzó a partir del 2010, con la partida definitiva de Kirchner? ¿Cuáles son las características que lo acercan o lo alejan del peronismo de Perón y cuáles los factores que hicieron que el peronismo cambiara de apellido? “Voy a repetir las palabras del mismo Néstor, dice la historiadora: ‘nos dicen kirchneristas para bajarnos el precio’. Somos peronistas, porque la verdad es que desde el punto de vista histórico lo que han hecho Néstor y Cristina no ha sido más que levantar las banderas del peronismo y adecuarlas al siglo XXI. Y me refiero a las tres banderas: soberanía política, independencia económica y justicia social. Está visto que haberle pagado al Fondo Monetario Internacional era la forma de recuperar la independencia económica y, de la mano de la independencia económica, la soberanía política para no estar regidos por los dictados del Imperio. Y ni qué hablar de la justicia social. Está a la vista la cantidad de medidas y de logros que tienen que ver también con la redistribución de la riqueza. Eso es peronismo puro como lo es la integración latinoamericana y el sueño de la Patria Grande. Y en cuanto a la transversalidad y a la sumatoria de otras fuerzas políticas que propició Néstor, eso también es peronismo puro. Así se hizo el peronismo.”

“Cuando el 17 de octubre –agrega- se produce la enorme manifestación del pueblo para exigir la libertad de Perón y él luego pide la baja del Ejército y dice que va a hacer campaña y a ser candidato a presidente, construye el peronismo. Lo construyó con una parte del laborismo, con una parte de la Unión Cívica Radical -los forjistas- , con parte de los socialistas, de los comunistas, de los conservadores. Y por eso digo que lo que han hecho Néstor y Cristina es peronismo puro. Néstor sumó poder de esa manera como lo hizo el peronismo en su origen.”

La muerte repentina y prematura lo transformó muy rápidamente en una figura emblemática y, como se sabe, el paso del tiempo suele trabajar a favor de la conversión de este tipo de figuras en mito y abrirles de par en par las puertas de la Historia. Sin embargo, para Bellotta, en el caso de quien fuera presidente de la Argentina entre 2003 y 2007, el fenómeno fue distinto. “Néstor –explica- entró en la Historia porque tuvo una actitud que casi nadie tiene, sobre todo a partir de que la Constitución permitió la reelección. El no buscó su reelección, le pasó la posta a Cristina. Y eso es histórico. Claro que su muerte no la esperaba nadie porque fue súbita, pero sin ninguna duda ya había entrado en la Historia antes. Lo que hizo su muerte es dejarlo definitivamente enclavado allí, pero no me gustaría caer en usar su figura en desmedro de la de Cristina como lo han hecho muchos, tanto propios como extraños. Es claro que el gobierno de Néstor fue uno y el de Cristina fue otro por múltiples factores. Por empezar, por la propia coyuntura nacional, por la crisis internacional que le tocó enfrentar a Cristina. Pero ella se encargó de continuar lo que Néstor empezó en 2003, es decir, la enorme gesta que fue sacar a la Argentina del infierno,”

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“Suele pasar –continúa- que cuando la gente se muere, salvo los monstruos, se vuelve buena. En general, el ser humano tiene esa tendencia respecto de los muertos. Pero en su caso, a medida que la historia siguió transcurriendo y se fueron dando episodios nacionales e internacionales, su figura se fue acrecentando día a día. Pero también se fue acrecentando en vida. Cuando dejó de ser presidente de la Nación, la Patria Grande decidió que fuera el presidente de la Unasur. Y para los pibes que vimos irrumpir el día del velorio, Néstor es Perón. Ellos solo conocen a Perón a través de lo que se dice de él. Por eso se dicen kirchneristas y no peronistas, porque lo conocieron a Kirchner. El fue quien les trajo el peronismo. Los mayores que venían de otras fuerzas y también se hicieron kirchneristas porque habían vivido durante muchos años un peronismo deslucido como fue el menemismo. Para ellos –concluye- Néstor significó la posibilidad de acercarse a la fuerza política del peronismo porque eso era peronismo, no lo otro.” «