Comenzó hoy, 25 de septiembre, la Bienal de Arte Joven que se extenderá hasta el 29. Se trata de un encuentro entre el público y las nuevas generaciones de artistas. Durante esos días habrá más de 180 actividades gratuitas abiertas al público.

La Bienal es un programa de la Subsecretaria de Políticas Culturales y Nuevas Audiencias. Su titular, Luciana Blasco, que participa en la organización desde 2013, la define como “una plataforma destinada a apoyar a los artistas jóvenes.”

Las disciplinas que abarca son cinco: artes visuales, audiovisuales, escénicas, música y la incorporación más reciente, literatura. Blasco aclara que la elección de estas disciplinas tiene que ver con una cuestión práctica, pero que el arte contemporáneo no se reduce solo a ellas, por lo que están presentes como invitados el diseño de indumentaria, el diseño gráfico y también otras disciplinas.

Esta plataforma tiene tres grandes campos de trabajo. “Por un lado –dice Blasco-, los apoyamos a través de la posibilidad de crear nuevas obras en conceptos óptimos para la producción en términos de presupuesto, de espacio y de algo que es central que es la tutoría que otro artista con un poco más de horas de vuelo, pero que participa del mismo campo disciplinario. Esto último es prácticamente un sello de la Bienal porque el artista se siente acompañado.”

“Por otro lado –agrega-, además de ser un espacio de producción de obra, también la pensamos como una instancia formativa en el sentido más amplio de la palabra porque, más allá de las etapas que haya atravesado en términos de formación, se consolida y amplía el horizonte de sus posibilidades de creación compartiendo experiencias de creación y formación con otros de su misma generación o de otras, tanto en su país como en distintos lugares del mundo. Hay una tercera instancia que está relacionada con la circulación de las obras que se hace a través del evento más visible que es la Bienal que se está desarrollando en este momento, pero también de un apoyo posterior. Por ejemplo, las obras de teatro realizan descuentos en la temporada en que están en escena y se presta ayuda en la circulación de discos.”

Gran parte de la Bienal transcurrirá en el Centro Cultural Recoleta y sus alrededores, “pero al igual que en ediciones anteriores –aclara Blasco- también trabajamos con una red de espacios independientes: varios teatros del a zona del Abasto. Lo que se va a ver a partir del 25 es en realidad una parte de algo mucho más grande porque venimos trabajando con los artistas desde principio de año y ellos han tenido la posibilidad de conocer otros espacios, ya sea los que dependen del Gobierno de la Ciudad como también independientes. Por eso, más allá de que el Centro Cultural Recoleta va a funcionar como epicentro, lo cierto es que la Bienal es posible gracias al aporte de otros espacios de la ciudad de Buenos Aires, cosa que es importante recalcar.”

En esta edición, la Bienal sale a la calle a través de Territorio Bienal, un ciclo de más de 50 actividades artísticas y festivas que involucran a 430 artistas.

La organizadora señala que entre el 25 y el 29 lo que se va a ver es la culminación de los procesos de creación de los meses anteriores. Desde las siete de la tarde del miércoles y el jueves hasta las doce de la noche, en el Centro Cultural Recoleta y sus alrededores van a estar las bandas que produjeron sus discos y también bandas invitadas. El paseo gastronómico en torno al Recoleta se sumará a la celebración, como así también algunos edificios históricos emblemáticos, como el cementerio de la Recoleta.  Habrá visitas guiadas especiales con grupos pequeños, “lo que es una oportunidad para volver a ver con otros ojos algo que es parte del patrimonio histórico de nuestra ciudad”. Dentro del centro cultural, además, se abrirán las muestras de los artistas visuales que han sido producidas en los últimos meses y también habrá algunas muestras especiales como La civilización perdida de Edgardo Giménez, Geraldine Schwindt y Gabriel Chaile con curaduría de Laura Spivak en la Sala Cronopios. Además, habrá obras de teatro, danza, música, performances, instalaciones, diseño y más.

“Luego de haber organizado varias bienales –resume Blasco- se fue armando una idea de comunidad y me parece que eso es algo que se afianza cada vez más. Muchos de los miembros de bienales anteriores se han integrado a esta como parte de los jurados de selección. Es una plataforma que, más allá de la producción y la creación de obra, apuesta muy fuerte al afianzamiento de las relaciones entre las personas de la comunidad artística. Este es uno de los valores agregados que tiene la Bienal. Que quienes han sido participantes hoy se integren como tutores o como jurados les da la posibilidad de ir transformando, modificando cosas en función del aprendizaje que hicieron en ediciones anteriores.”

Todas las actividades son gratuitas incluidos los espectáculos de cine y teatros, pero para estos últimos hay que hacer una reserva previa a través de la web de la Bienal.