Finalmente, Joe Biden obtuvo el triunfo en Wisconsin, con lo que sumó otros 10 delegados para el Colegio Electoral y ahora quedó con 248 contra 213 de Donald Trump. Para ser nominado presidente de Estados Unidos, se necesitan 270 votos electorales, de modo que el candidato demócrata está a un tranco de ponerse la banda presidencial si es que la balanza se le hace favorable en Pensilvania, Michigan, Georgia y Carolina del Norte. Y si el berrinche del actual inquilino de la Casa Blanca no escala a expresiones de violencia incontrolables que conviertan al país en un caos difícil de encauzar.

Por lo pronto, la campaña de Trump anunció su intención de pedir un recuento en este estado, denunciando que hay «informaciones de irregularidades» y cuestionando la «validez de los resultados». Con un 94% de los votos escrutados, Biden aventaja a Trump por cerca de 20.000 votos. Una difícil recuperación de un voto que solía ir para los demócratas hasta 2016.

El propio primer mandatario ironizó en un tuit que sus rivales están encontrando votos para Biden en todos los rincones de esos distritos que aún no cierran el escrutinio. Nadie dudaba de que la estrategia de Donald Trump iba a ser la de denunciar fraude. Y que lo iba a concentrar en el voto por correo.

Tal vez el que mejor lo explicó haya sido BErnie Sanders, precandidato desde la izquierda demócrata a la presidencia tanto en 2016 como ahora. En una entrevista con el presentador Jimmy Fallon en el programa Saturday Night Live, del 24 de octubre pasado, el senador por Vermont dijo que iba a ser necesario “contar cada voto”.

Y ya entonces indicaba que que «estados como Pensilvania, Michigan, Wisconsin» recibirían «una gran cantidad de votos por correo” que tardarían días en contarse. Y advertía que la mayoría de esos votos serían para Biden.

Los demócratas suelen votar más por correo y los republicanos en persona, era el argumento. De tal modo que “a las diez de la noche de la jornada electoral Trump vaya ganando en Michigan, vaya ganando en Pensilvania, vaya ganando en Wisconsin, y salga en televisión diciendo ‘gracias, norteamericanos, por reelegirme. Ya terminó todo, pasen un buen día”.

Así lo dijo, según rescató el portal Huffington Post de España.

Pero el conteo de los sobres, siempre que se hayan emitido antes del comicio, puede durar varios días. En Carolina del Norte, por caso, se estaban esperando 117,000 boletas pendientes, según funcionarios electorales. La fecha tope para las boletas es el 12 de noviembre, siempre que el matasellos sea del día de las elecciones.<