La prédica del gobierno nacional de que Argentina debe abrirse al mundo y liberar las importaciones, ya que ello implicará un incremento de las exportaciones, recibió un duro golpe cuando trascendió que la Comisión Europea recomendará a los países de la Unión la adopción de un arancel de entre el 25% y el 33,4% para las compras de biodiésel argentino.

Si bien aún no salió la decisión final del órgano ejecutivo de la UE, se espera que la propuesta de la Comisión Europea avance dados los antecedentes en la materia.

«Aunque esto aún requiere la confirmación de los Estados miembro, esta es una buena noticia para la industria», dijo a la agencia Reuters Kristell Guizouarn, titular de la Junta Europea de Biodiésel.

«Sobre la base de las conclusiones alcanzadas por la Comisión (…) debería imponerse un derecho compensatorio definitivo para evitar la materialización de la inminente amenaza de importante daño causado a la industria de la Unión por las importaciones subvencionadas», dijo la Comisión en su recomendación.

Según el informe de la Comisión Europea, los embarques masivos de biodiésel argentino «amenazan la industria» continental de biocombustibles. El reporte fue el resultado de una investigación reclamada por productores de biocombustibles de la UE, quienes aseguran haber sido impactados por las importaciones del producto argentino desde que la Unión redujo los aranceles que impone al producto argentino, tras una resolución de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y que por ello debieron recortar su producción.

La recomendación de la Comisión, que suma al bloqueo del mercado de Estados Unidos desde enero último,  es no aplicar tarifas en forma provisoria en septiembre e ir hacia tarifas permanentes a partir de enero próximo. «