El equipo de María Eugenia Vidal trabaja en la campaña con el difícil desafío de conseguir que la imagen negativa de Mauricio Macri afecte lo menos posible sus chances de retener la Provincia. A los actos de gestión que intensificó en el último mes y los encuentros personales con los «desencantados» se sumará ahora la estrategia de penetrar en el electorado a través del WhatsApp.

La estrategia, diseñada e impulsada por el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, es llevada adelante en la Provincia por el ministro de Asuntos Públicos, Federico Suárez. El funcionario de Vidal es quien trabaja en la «comunicación horizontal», como le llaman en la Rosada, y creó incluso un área especial para relacionarse con el resto de los ministerios y buscar «materia prima» para viralizar entre los votantes de Cambiemos y sus grupos de referencia.

Las encuestas que manejan, tanto en Nación como Provincia no son auspiciosas especialmente en el Conurbano, donde la imagen de Macri arrastra hacia abajo la intención de voto de Vidal, en un efecto inverso al que ocurre con su rival del Frente de Todos, Axel Kicillof, y la ex presidenta Cristina Kirchner. Por esto, por iniciativa de Peña trabajan con una base que cruza los datos de las últimas tres elecciones y de redes sociales para saber dónde están los votantes de Cambiemos que ahora podrían optar por otras fuerzas. Hacia ellos estarán dirigidos ahora los esfuerzos.

«Que hablen los otros por nosotros», es la consigna que bajó el equipo de Suárez para explicar a los ministros bonaerenses y sus gabinetes el trabajo de relevamiento que necesita para identificar a los votantes «defensores del cambio» que estarían dispuestos a viralizar en sus grupos de pertenencia los mensajes del gobierno y de Vidal.

La tarea encomendada a cada área del gobierno –Educación, Salud, Producción, Infraestructura, Seguridad– es detectar a ciudadanos que hayan votado el cambio e incluso hayan sido beneficiados por alguna medida –un crédito, una obra– y estén dispuestos a compartir información e influenciar en sus grupos de Whatsapp, del trabajo, de la familia.

Allí es donde entra la ingeniería comunicacional de Suárez que definirá si los sorprende con un audio de Vidal, un video, un llamado de la gobernadora. Los mensajes estarán abocados a destacar la gestión provincial.

La campaña por WhatsApp será clave en las semanas que vienen, cuando arranque formalmente en la provincia, el 12 de julio. No habrá timbreos. Habrá encuentros personales con los vecinos arrepentidos y, claro, actos de gestión con foco en la obra pública, la educación y la seguridad.

Desde hace un par de meses, Vidal intensificó su agenda oficial, con actividades públicas diarias y se muestra al menos una vez por semana junto a Mauricio Macri. El lunes pasado inauguraron juntos un tramo de la autopista de la ruta nacional 7, mientras que el martes la gobernadora se reunió con referentes comunitarios en Villa Itatí, donde se fue increpada por los vecinos.

El jueves supervisó las obras hidráulicas del Plan Maestro del Río Salado, mientras que el viernes se mostró junto al ministro de Seguridad y primer candidato a diputado nacional, Cristian Ritondo, en la quema de 4500 kilos de droga decomisada por la Policía.

Pese a que Vidal se muestra con el jefe de Estado y defiende a Macri de las críticas al repetir que todo lo que se hizo en Buenos Aires fue «gracias a Nación», también se despega de los temas espinosos como la economía o los tarifazos. Esta semana, un corte de luz de la empresa Edelap dejó a oscuras a miles de platenses durante más de cuatro días. Mientras crecían los reclamos de la gente y las críticas de la oposición por la falta de controles sobre la empresa –pese a que incrementó exponencialmente las tarifas y sus ganancias–, la gobernadora puso de vocero a su vicegobernador, Daniel Salvador, que tuvo que dar las explicaciones del caso y anunciar que la prestataria sería multada y los usuarios eximidos del pago de la factura de junio.  «