Canadá se convirtió en el segundo país de América, luego de Uruguay, en legalizar el consumo de marihuana. Al ser la primera gran economía en el mundo en habilitar el consumo de marihuana, marca un hito en el camino gradual hacia el proceso de despenalización que se da en distintas partes del mundo.

Esta noticia implica un retroceso para el viejo paradigma estadounidense de “guerra contra las drogas” que mostró estrepitosos fracasos en distintos países, en donde no sólo no disminuyó el consumo de drogas dañinas, sino que a la vez aumentó la violencia y el crecimiento de carteles de narcotraficantes.

Canadá pondrá fin este miércoles a la prohibición que pesaba sobre el cannabis desde 1923, y cuyo uso medicinal estaba permitido desde 2001. La legalización total de la marihuana formó parte del programa electoral con el que el hoy primer ministro, Justin Trudeau, ganó las elecciones de 2015.

Entre sus argumentos a favor de la medida citaba el hecho de que, al quedar en manos del Estado, el cannabis no estaría al alcance de los menores y del crimen organizado que hoy se lucra con su producción y venta. «Ha sido muy fácil para nuestros niños hacerse con marihuana y para los criminales cosechar beneficios [derivados de su comercialización]. Hoy cambiamos eso», ha escrito en un tuit el jefe de Gobierno canadiense.

Al ser la primera gran economía del mundo en legalizar plenamente el cannabis, el paso dado por Canadá será, previsiblemente, observado muy de cerca por otros grandes países que ahora debaten si actuar o no en la misma dirección. También por inversores globales que ya han invertido dinero en empresas canadienses relacionadas con el creciente negocio de la marihuana.

Cada hogar podrá cultivar hasta cuatro plantas y una persona estará habilitada a tener consigo hasta 30 gramos de marihuana legal. Corresponde a las provincias organizar la venta en establecimientos públicos o privados autorizados. El uso terapéutico había sido autorizado desde 2001.

Experiencias en el resto del mundo

Si bien algunos han despenalizado el uso y la posesión de marihuana, al dejar de lado el castigo con cárcel a los consumidores, son pocos los países que ofrecen un marco legal para su cultivo y consumo.

América Latina: Uruguay a la cabeza

En diciembre de 2013, Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar la producción, distribución y consumo de cannabis. Antes de eso, solo la posesión y el consumo estaban despenalizados. Son posibles tres formas de acceso: el cultivo doméstico para consumo personal, la membresía en un club de cannabis o la compra en una farmacia.

Para comprar en las farmacias hay que estar registrado y se puede obtener hasta 40 gramos mensuales por usuario, a 1,40 dólares por gramo. El gobierno confió mediante licitación la producción y distribución a dos empresas privadas.

Otros países latinoamericanos han legalizado solo su uso terapéutico: Brasil en 2014, Chile a fines de 2015, Colombia y Paraguay en 2016 y Argentina, México y Perú en 2017.

Canadá y ocho estados de Estados Unidos

Además del segundo país del mundo, Canadá también será el primer país del G7 en legalizar el cannabis recreativo.

En Estados Unidos, la ley federal prohíbe el cultivo, la venta y el uso de marihuana. No obstante, el consumo recreativo ha sido legalizado en ocho estados y en la capital federal, Washington. El último, California, se convirtió en el mercado legal más grande del mundo el 1 de enero de 2018. Además, 29 estados permiten el uso terapéutico.

Europa: Holanda y España

En Holanda, la posesión, el consumo y la venta al por menor de menos de cinco gramos de marihuana en los «coffee shops» se toleran desde 1976, así como el cultivo de menos de cinco plantas. En julio, el gobierno dio luz verde a un experimento de cultivo legal realizado por diez municipios.

En España, la ley tolera el consumo y el cultivo de cannabis en entornos privados, sin ánimo de lucro y para adultos. Los clubes de consumidores han sido autorizados en Cataluña a mediados de 2017.

En República Checa, las personas que poseen hasta 15 gramos de marihuana o cultivan en casa hasta cinco plantas solo pueden ser multadas.

Portugal despenalizó en 2001 el consumo y posesión de todas las drogas, que, sin embargo, siguen prohibidas. Los consumidores están sujetos a una multa de la que pueden escapar optando por un tratamiento contra la adicción. Y el país se apresta a legalizar el uso terapéutico de derivados del cannabis.

En Georgia, el Tribunal Constitucional abolió en julio las multas por consumo personal.

Varios otros países europeos han legalizado el cannabis terapéutico, como Alemania, Austria, Gran Bretaña, Finlandia, Italia, Grecia, Rumania, Eslovenia, Croacia, Polonia y Macedonia.

En Francia, dos medicamentos derivados del cannabis, el Marinol y y el Epidiolex, tienen una autorización temporal de uso. El gobierno anunció en enero el fin de la penalización automática del consumo priorizando las multas.

África

En 2016, Naciones Unidas instó a los estados a «reevaluar sus políticas y sus prácticas» respecto al cannabis después de décadas de represión. Varios países han modificado así sus leyes antidrogas que se remontan en muchos casos a los años setenta. El 18 de septiembre de 2018, el máximo tribunal de Sudáfrica declaró «inconstitucional» una ley que prohibía el consumo de marihuana en el domicilio por parte de adultos.

También autorizó el cultivo de cannabis en la casa, ordenando al Parlamento que redacte una nueva ley consistente con su decisión en los próximos dos años. Su fallo no despenaliza el consumo de la marihuana en público ni su comercialización.