Con Andrés Rodríguez, titular de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y referente del sector de los Independientes, oficiando de anfitrión, se realizó una reunión informal de la plana mayor de la cúpula de la CGT. Como no ocurría desde hacía mucho tiempo, el triunvirato compuesto por Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer compartió la misma mesa de la que participaron, además, el propio Rodríguez y Armando Cavallieri de Comercio, por el lado de los Independientes, José Luis Lingeri  de Obras Sanitarias por el lado de los Gordos, y Roberto Fernández y Omar Maturano por los gremios de transporte.

Del cónclave participaron tres dirigentes clave que, al igual que Juan Carlos Schmid, hasta hace pocas semanas revistaban entre los sindicatos referenciados con el moyanismo. Se trata de Abel Frutos  del sindicato de panaderos, Jorge Sola del sindicato del seguro y Carlos Frigerio de cerveceros. La familia Moyano no fue invitada y se descuenta que no será considerada a la hora de consensuar los términos de la “institucionalización”.

La presencia del triunviro Carlos Acuña, referente del sector que responde a Luis Barrionuevo, sirvió para sumar unos 5 o 6 votos que responden a ese sector y asegurar el quórum para la reunión del Consejo Directivo que, según acordaron, se realizará en abril y fijará formalmente el procedimiento para convocar al Congreso y renovar la conducción. 

De las reuniones previas animadas por Gordos e Independientes participaron también los líderes del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) de Sergio Sasia y Omar Viviani, y referentes de las 62 organizaciones. 

Así las cosas, y con la certeza de que la Corriente Federal de los Trabajadores de Sergio Palazzo también será de la partida, tal como lo hizo público en un comunicado difundido el lunes, al rearmado le faltaría una pieza que sirva para integrar a los gremios industriales. Fuentes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Antonio Caló y cuyo representante en la Comisión Directiva, Francisco “Barba” Gutiérrez, presentó su renuncia en diciembre pero fue desechada, reconocieron a este medio que, si bien no definieron su participación en el Consejo Directivo, en el caso de que se produjera una convocatoria al Congreso sus delegados sí serán de la partida.

De este modo, y paradójicamente, cuando el oficialismo está a la espera del momento más propicio y la modalidad más adecuada para avanzar con la reforma laboral y, a la vez, promueve un fuerte ajuste sobre los salarios de los trabajadores en paritarias, se gesta una nueva conducción de la CGT bajo la batuta de los sectores más conciliadores con el gobierno.

Por abajo, sin embargo, sigue latente la tendencia a la movilización popular que se puso de manifiesto en diciembre pasado, en rechazo a la reforma previsional de Cambiemos.