Si bien el rumor corría desde hace rato, la decisión se terminó de tomar el día de la presentación del plan de seguridad en Lomas de Zamora. Tras la actividad oficial, Alberto Fernández comió un asado con los intendentes del courbano. Jorge Ferraresi, jefe comunal de Avellaneda, era el hombre para reemplazar a María Eugenia Bielsa en Desarrollo y Hábitat. Ferraresi tenía el aval de sus pares, de la vicepresidenta Cristina Fernández y, desde ese momento, del presidente.

La lectura de que el intendente, vicepresidente del Instituto Patria, suma un hombre de Cristina Fernández al gabinete y que fue puesto allí por su presión a través de su pasada carta pública, es rápida y corta. Ferraresi no sólo cuenta con un apoyo político contundente. Su municipio se destacó por haber finalizado planes de vivienda durante la administración macrista. Estos programas habitacionales sociales destinados a la población más vulnerable se iniciaron entre 2013 y 2015, segundo gobierno de Cristina. Pero la administración macrista frenó todo. Y Ferraresi se las tuvo que arreglar con las finanzas municipales para dar terminación a las 73 viviendas que se entregaron en los predios Magdalena y Suipacha. Fue una inversión de $ 103.000.000, de los que el municipio aportó más de 65 millones y de los 38 restantes, 31 habían sido enviados antes de fin del 2015.

El presidente tomó nota del distintivo desarrollo habitacional de Avellaneda en primera persona durante los primeros meses de la pandemia, cuando el hacinamiento multiplicaba los casos en Villa Azul. La imagen de aquella calle que divide el barrio en dos municipios vecinos, Quilmes y Avellaneda, fue clave. Desde entonces el vínculo ente ambos dirigentes se acrecentó.

Otro de los factores que influyó es que Ferraresi encaja en la línea estratégica que marca Gabriel Katopodis desde Obra Pública. El ex intendente de San Martín apunta a sumar a jefes y jefas comunales a los cargos públicos. Considera que son los cuadros políticos que conocen el territorio y las necesidades de primera mano.

La queja a Bielsa, a la que se le destacaba su honestidad, era la lentitud a la hora no sólo de ejecutar partidas sino también de terminar de armar la estructura ministerial. El déficit habitacional del país, en especial en el conurbano, se acrecentó con la pandemia y la toma de tierras de Guernica terminó por visibilizar este problema estructural que requiere medidas de coyuntura urgentes. Además, su figura no respondía a ninguna organización política propia, ni sindical ni territorial. En términos políticos, Bielsa había sido parte de la unidad del PJ santafesino luego de que perdiera la interna con el actual gobernador Omar Perotti.

Por lo pronto, todavía no está claro quién quedará al frente del populoso municipio del sur del conurbano. Muchos de los que están en la línea sucesoria, desde el jefe de Gabinete, Alejandro Chornobroff, hasta el presidente del consejo deliberante, Hugo Barrueco, podrían ser convocados también a integrar el ministerio. Por su parte, el viceministro será también otro intendente, el de Navarro, Santiago Maggiotti.

Por lo pronto, Alberto Fernández logró la compleja tarea de sumar a un hincha de Argentinos Juniors al gabinete nacional.